Tierra. Bárbara Marciniak 3ª parte





LA MANIFESTACIÓN DEL CUERPO DE LUZ



Vosotros pensáis que estáis hechos de carne y hueso, pero la verdad es que sois una com­binación de señales electromagnéticas inteli­gentes.

El proceso de evolución por el que estáis pasando actual­mente, incluye la construcción e integración de un cuerpo de luz. Vuestro cuerpo de luz se tiene que afinar, ejercitar y estirar para que despierte suavemente a su propia conciencia. Una de las claves primordiales para la construcción de vuestro cuerpo de luz es saber con toda claridad quién queréis ser en vuestra propia realidad.

Vuestro cuerpo de luz sabe que se crea mediante el pensamiento y os conecta con el material del cual está he­cha la creación. Gracias a vuestro cuerpo de luz se abren los túneles del tiempo y tenéis acceso a los dramas multidimensionales. El reto al que os enfrentáis se hace más grande cuando lo hacéis sobre un territorio que aparentemente no está marcado, pero os parece familiar. Estáis conectados a toda la existencia y vuestro salto evolutivo consiste en dar­le sentido a esta nueva conciencia y darle un uso en vues­tro «ahora».

Podéis estar tranquilos, queridos amigos, porque detrás de todo esto hay un propósito. Vuestra tarea consiste en trasladar vuestro propósito a vuestro cuerpo y a la Tierra. Este propósito activa una reordenación a muchos niveles de la existencia —compartiendo todos el mismo «ahora»—. La exploración detallada de los diversos aspectos de la reali­dad es un componente esencial en la comprensión más pro­funda de este vehículo: el cuerpo físico.

Vuestro cuerpo de luz contiene la esencia de vuestra identidad multidimensional y éste es accesible para voso­tros gracias a este deseo de unión con una identidad mayor y que presentís. Todo el cuerpo de luz será capaz de saltar de una realidad a otra gracias a vuestro deseo consciente de cambio; es como cambiar de canal en el televisor. Vuestro cuerpo de luz contiene datos codificados. Os traduce co­municaciones y realidades corporales de otros mundos a través de vuestro cuerpo físico. La gran tarea consiste en daros cuenta de las señales de sutilezas y sincronicidades. Para comprenderos mejor, debéis visualizaros como seres multidimensionales con cada parte teniendo su propio cuer­po que respira y está conectado a los otros cuerpos. Sois seres físicos, mentales, emocionales y espirituales que están entrelazados por medio de un cuerpo de luz que, a su vez, irradia energía y os conecta con una progresión infinita de seres de luz.

La materia no es más que luz atrapada. Cuando cons­truís vuestro cuerpo de luz tiene lugar una reorganización de vuestra estructura molecular abriendo la mano que suje­ta al materialismo y permitiendo que vuestra comprensión espiritual tome el mando de vuestra vida cotidiana. Sólo a través del espíritu podéis aprehender lo que está sucediendo en vuestro mundo. La construcción de todo el cuerpo de luz permite que la materia atrapada se convierta en luz y en vuestro verdadero Ser. Esto os ofrece una expresión más libre y os permite buscar vuestra fuente.

Observaréis auténticos cambios en vuestro cuerpo. Se volverá más vital, más bonito, más fuerte y más capaz de hacer cosas. Se convertirá en un procesador de una enorme cantidad de información.

Vuestro cuerpo tiene que ser capaz de trabajar con una corriente eléctrica más alta. Si conseguís esto, seréis capaces de enfrentaros a los retos que se os están acumulando. La mayor energía dentro de vosotros activará los talentos escondidos y disparará el renacimiento de algunas capacida­des psíquicas, como son la clarividencia, la clariaudiencia, la telepatía y una conciencia perceptiva de «saber», mucho más allá de lo que ahora podéis imaginar. Cuando la co­rriente eléctrica se fusiona con vuestro cuerpo, se crea un desviación de vuestras estructuras tradicionales que hace que actualmente os comuniquéis e intercambiéis informa­ción de una forma muy limitada. Vais a subir por una escalera y desde ahí arriba podréis ver e interpretar la reali­dad de una manera muy diferente.

Durante los próximos años, esta corriente eléctrica afec­tará a todo el mundo, inclusive a los niños, a los bebés y a la gente mayor. Uno de los beneficios de todo esto es que vuestro cuerpo físico rejuvenecerá porque os ayudara a sanar cualquier separación que todavía pueda existir. Cuán­to más entendáis y viváis el concepto de crear vida median­te el pensamiento, más libres seréis porque el estrés de una vida llena de impotencia desaparece. Quedaréis con esta visión y permitiréis que vuestro cuerpo de luz añada un propósito lleno de sentido a todo lo que hacéis.

Para prepararse para esta energía lo único que debéis hacer es sentaros tranquilamente, cerrar los ojos y visualizar cómo vuestro cuerpo se llena de luz y como esta luz limpia y renueva vuestras células. Después pedís a las diferentes partes de vuestro cuerpo que trabajen armoniosamente las unas con las otras. Si vuestro cuerpo trabaja en su interior de forma armoniosa es mucho más fácil para vosotros tra­bajar con otros en el exterior. Aquellos que están enfermos en su interior no suelen trabajar muy bien en el exterior. Atended a vuestros cuerpos y visualizad aquello que de­seáis.

Vuestro cuerpo físico es un mecanismo de frecuencias. Pensáis que estáis hechos de carne y hueso cuando realmen­te sois una combinación de señales electromagnéticas inteli­gentes. Traducís estas señales a vida sensitiva, a través de vuestro cuerpo físico, al comer, experimentar, utilizar vues­tros sentidos y al hacer el amor —todas estas cosas—. Así es cómo interpretáis el significado de estas señales electro- mag­néticas que, realmente, experimentáis como impulsos. Des­de fuera de vuestros sistema se os puede ver de diferentes maneras. Algunos seres os interpretan sólo como frecuen­cias, una colección de inteligencias que emite datos y ciertas frecuencias basadas en emociones. Otros utilizan las fre­cuencias psíquico-emocionales que emitís para muchas co­sas. Igual que se hace uso de la frecuencia del oro para transformar vuestra conciencia o la del agua para lavaros o calmar vuestra sed, la frecuencia de los humanos tiene mu­chísimos usos y esto es algo que estáis descubriendo ahora.

Como ya hemos dicho anteriormente, en vuestro cuer­po reside una fuerza que se llama kundalini, una energía que está representada en forma de serpiente y que mora en la base de vuestra columna vertebral. Reconocer y recla­mar esta fuerza facilita la fusión y construcción de vuestro cuerpo de luz. Esta fuerza os ayuda también a mantener la estabilidad y el enraizamiento a pesar de los, cada vez más frecuentes, cambios electromagnéticos. Tradicionalmente, se dice que la kundalini se desenrosca y electriza vuestro cuerpo cuando estáis cerca de los cuarenta años de edad. Se considera que a esta edad sois lo suficientemente maduros para albergar este tipo de fuerza. Para mucha gente esta fuerza es tan poderosa que empiezan a ir cuesta abajo y comienzan a envejecer en lugar de rejuvenecerse y poner a esta enorme fuerza eléctrica a trabajar.

Cuando tengáis una «experiencia kundalini», puede que sintáis una gran concentración de energía en la zona del sacro, en la base de vuestra columna vertebral. A veces, cuando la gente tiene una «experiencia kundalini», nota la sensación de tener que hacer el amor porque no sabe qué hacer con toda esta energía. Todo en el planeta utiliza la energía kundalini para reproducirse. La gente está como loca con los temas sexuales y no entiende en absoluto que la energía kundalini pueda moverse por todo el cuerpo hasta la cabeza y alrededor de ella. Si vosotros permitís que esto suceda, podréis llegar a obtener un entendimiento comple­to de todo vuestro ser. Comprenderéis que todas vuestras creaciones, sanaciones, manifestaciones —todo—, proceden de la fuente natural de la Diosa que hay en vosotros.

La raza humana tiene una gran resistencia a cambiar, crecer y aceptar información nueva. Gran parte de esta re­sistencia, por supuesto, no es natural. Habéis sido progra­mados a temer lo nuevo, a no atreveros a pedir más y a no desobedecer a los dioses; no os atrevéis a pedir la igualdad divina. Cuando la raza humana busca información, se acer­ca a lo que podríamos llamar la Diosa.

Os recreáis en el pasado, recordando detalles nostálgicos y los ancláis en el presente. Las células de vuestro cuerpo son bastante libres de ir y venir; se reproducen continua­mente ¿De dónde sacan las instrucciones? Vuestra heliografía y vuestro sistema de creencias, además de vuestros patrones energéticos, aportan esta información. Al ampliar vuestros conceptos, se modifican estos patrones y vuestra estructura molecular les sigue. En cada uno de vosotros existe el po­tencial de obtener el cuerpo que desea. Podéis regenerar las células de vuestro cuerpo, reordenándolas —enviándoles otro plano o patrones alternativos—. Vuestro cuerpo y todas las vivencias obedecerán.

Cada uno de vosotros posee una vitalidad natural. Ha­béis sido influenciados por la gente que respetáis y que os parece legitimada y habéis aceptado ideas temerosas y nega­tivas. A lo mejor había un individuo que tuvo una mala experiencia, lo interpretó a su manera y creó una imagen para todos los demás.

Tradicionalmente había que aprender muchas discipli­nas y preparar vuestro cuerpo para poder experimentar la energía kundalini de forma satisfactoria. Y la verdad es que había muy pocas personas que tenían acceso a la kundalini, debido a varias razones. La Tierra estaba rodeada por una valla de control de frecuencia. Cuando la kundalini despier­ta, en el cuerpo, se une con las fuerzas cósmicas del exterior y el cuerpo se revitaliza y energetiza. Es igual que cuando atraéis la columna de luz a vuestro cuerpo. Las fronteras de aquellos que os querían mantener separados del conoci­miento han sido penetradas y la valla de control de fre­cuencia se parece ahora a un queso gruyere. En otras pala­bras, ahora existen agujeros y pueden pasar por ellos otras formas de luz.

La entrada de energía cósmica al plano terrestre brinda ahora a millones de personas la oportunidad de enterarse de qué puede hacer la energía kundalini. Es la fuerza de vuestra vida y vosotros pulsáis con ella. Si se utiliza apro­piadamente solucionará un montón de cosas. Esta energía os conecta con una fuente cósmica y os une a un propósito mucho mayor, haciéndoos entender todo aquello de lo que sois capaces.

Se puede utilizar esta energía para sanar porque cuando se concentra en vuestras manos, tendréis manos de sanador. Muchos de vosotros se sorprenderían si pudiesen echar una ojeada a su futuro, a lo desconocido, y pudiesen ver lo que vais a poder hacer con la energía que sale de vuestras ma­nos. Ya existen personas que pueden juntar las manos y hacer que un trozo de papel se queme. La energía en vues­tras manos aumentará en cada uno de vosotros. Podréis usarla para purificar la comida, sanar, limpiar océanos y eliminar la polución de los ríos y los campos. Seréis capaces de transmutar la polución tóxica que planea alrededor del planeta.

La capacidad de hacer todas estas cosas será de aquellos que estén dispuestos a creer. Se os recompensará si tenéis fe, practicáis y buscáis. Después, lo podréis enseñar a otros. Estos son los regalos que producirán una diferencia cualita­tiva en el camino hacia la cooperación masiva a nivel planetario. Vais a trabajar de forma colectiva con estas apti­tudes. Los que no están sanos y los enfermos también pue­den aprender a activar esta energía y dirigirla a sus cuerpos. La esencia de lo que tiene que manifestar cada uno es el valor de sí mismo: «Bien, si mi cuerpo puede manifestar enfermedad también podrá gozar de buena salud. ¿De quién voy a aceptar la sentencia de enfermedad y limitación?»

En vuestro interior está almacenada una gran cantidad de conocimientos absolutamente magnífica. Vosotros te­néis la clave para entrar en la Biblioteca Viviente y, hasta cierto punto, representáis aquello que muchos quieren ob­tener. El proceso de los humanos es verdaderamente intere­sante. Usando vuestra imaginación podéis enviar un mensa­je a vuestro cerebro y pedir que las neuronas de la zona donde reside la imaginación se unifiquen más sutilmente. También hay que decir que los dedos que forman los pies tienen la misma capacidad de transmitir señales de imagina­ción que vuestro cerebro porque cada célula de vuestro cuerpo está compuesta de exactamente la misma sustancia, sin importar en qué parte del cuerpo se encuentre. Cada célula tiene el mismo potencial de producir conocimiento y vuestras células sólo están esperando recibir una orden. Cuando permitís que la sociedad, la familia y la educación dirijan vuestras creencias y que las culpas y los «deberías» ocupen vuestros pensamientos, así serán los programas a los que responderá vuestro cuerpo.

Todo el planeta sobrevivirá a su proceso de transmu­tación en la medida en que os deis cuenta de vuestro poder de imaginación, un poder que está estrechamente relacio­nado con la memoria. La imaginación actúa en vuestra mente como una pantalla cinematográfica que muestra imá­genes y crea heliografías de la conciencia. Vuestro cuerpo se encuentra lleno de memorias de diferentes mundos y marcos temporales muy distintos a los que reconocéis en el «ahora». Durante la evolución de la Tierra aprenderéis a comprender estos conceptos y heliografías y os daréis cuen­ta de las enseñanzas que contienen, y también reconoceréis el significado que tienen para vuestro «ahora», basado en lo que sabéis. El hecho de recordar otros tiempos y otros lugares e integrarlos en vuestra actual realidad, unificará el sentido de vuestra vida. Os sana porque os ayuda a com­prender el sentido de las heridas que os habéis producido.

Una de las claves más importantes que os podemos transmitir es la siguiente: Amaos a vosotros mismos, hon­rad el vehículo que ocupáis y actuad como si fuerais lo más valioso del mundo. Actuad como si os hubiera tocado la lotería y hubierais recibido el mejor regalo posible: vuestro cuerpo. Honrad también a la Tierra con vuestro amor por­que es en la Tierra donde creáis las escenografías de vues­tros fantásticos dramas. Amaos y amad a la Tierra en vues­tra cabalgata por el universo, y el viaje será más ligero.

Vuestro cuerpo mostrará unas capacidades absolutamente milagrosas. Vuestra sensibilidad aumentará de tal modo que los olores y aromas tendrán un mayor impacto sobre vuestro humor, vuestras emociones y vuestra sensación de bienestar. Diréis: «Me doy cuenta de que cuando pongo tales especias en mi comida o cuando hay este aroma en mi casa, tengo más energía, y cuando añado estas otras me tranquilizo». Debéis aprender a utilizar las plantas de vues­tro entorno pues ellas son el regalo que os hace la Bibliote­ca Viviente.

En vuestro cuerpo está teniendo lugar un cambio tre­mendo y radical, no nos cansamos de repetirlo. Os están guiando para evitar que os queméis, escuchad la voz en vuestro interior. Demasiada información, acumulada con demasiada rapidez y sin el tiempo necesario para integrar­lo, podría suponer una sobrecarga para el ajuste de vuestra psique. Cuando conducís un coche tampoco vais siempre rápidos. Aceleráis, frenáis, paráis en un semáforo, dobláis una esquina —utilizáis marchas diferentes—. Hay momentos para acelerar y otros indicados para descansar. De esta ma­nera, el cuerpo puede fortalecerse.

Imaginad que fuerais un secador de pelo metido, con el cable enrollado, en una pequeña bolsa sobre una estantería. Y ahí va la experiencia más excitante de vuestra vida: os enchufan y os utilizan todos los días. Si fueseis secadores de pelo pensaríais que ya no ibais a estar solos. Diríais: «¡Algo me ha pasado! ¡Qué bien! Estoy «enchufado». A los huma­nos os pasa algo similar. Os enchufan y, de repente, pasan cosas y tenéis que incorporar aquello que pasa. Compara­mos la energía que pasa por vuestro cuerpo a la corriente eléctrica que lo hace por el cable del secador para demos­trar que es más que un simple objeto —es un objeto útil—. Esto es un ejemplo muy sencillo y os puede dar una ima­gen de lo que sois. Se os puede enchufar para que la co­rriente de la vida os muestre vuestro propósito.

Es fundamental que entendáis vuestro organismo y que no os avergoncéis de lo que hace vuestro cuerpo. Sin em­bargo, la cosa cambia cuando hablamos de lo que hacéis con vuestro cuerpo. La forma física tiene una gran digni­dad. Sed generosos con la gracia de vuestro cuerpo. Si os sentís incómodos con lo que estamos diciendo deberíais examinar si realmente os amáis y de dónde proceden las vergüenzas y los malestares con respecto a vuestro cuerpo físico. No hay nada malo en vuestro cuerpo. La muñeca moderna «Barbie» ha sido presentada como la forma feme­nina perfecta y sólo ha provocado odio al cuerpo cuando éste no cumplía con aquel modelo. Todas las imágenes, desde el juguete más simple hasta el ordenador más com­plejo, afectan la percepción de vosotros mismos. Muchas mujeres que quieren cumplir con el modelo «Barbie» tie­nen que hacer un esfuerzo y se imponen grandes restriccio­nes para imitar aquella forma deseada y aprobada, limitan­do así su libertad de elección. El cuerpo humano tiene todo tipo de formas y tamaños y todo tipo de expresiones. Podéis apreciar la importancia que tiene la variedad en el planeta cuando observáis las caras de la gente. Si estuvierais cortados todos por el mismo patrón, sólo habría un limita­do número de caras disponibles para hacer de modelo.

Los humanos habéis olvidado desde eones quiénes sois. Os avergonzáis de vuestros cuerpos y sus funciones. Os han animado poco a apreciar las funciones de vuestros cuer­pos. Comparamos muchas veces vuestro uso del cuerpo a un coche del que alguien dice: «No abras el maletero, no lo utilices, no metas nada. Está ahí, pero no lo toques». ¿Veis la analogía? Es absolutamente ridículo.

En la tercera dimensión, la sexualidad puede aportar la energía que hace falta para entrar en un estado de mayor conciencia. Puede conduciros a una parte esencial de vues­tro desarrollo multidimensional. A veces es muy difícil oír hablar de la sexualidad porque os aferráis a juicios provoca­dos por sucesos traumáticos de los que os avergonzáis o que os hacen sentiros mal. Todo el mundo tiene algo es­condido con respecto a sus sentimientos sexuales. Ha habi­do, en gran medida, un plan para que os avergoncéis de vuestra sexualidad y de vuestro cuerpo; esto os ha alejado de vuestro poder, de vuestra felicidad y libertad.

Conforme vuestro cuerpo evolucione e integre la nue­va energía, la memoria despertará en vosotros. Tanto la memoria cósmica como la memoria de esta vida os ofrece­rán vuestro desarrollo en la historia galáctica. Es importan­te que tengáis un espacio para recordar. Algunos de voso­tros pensáis: «Bueno, pondré música en el coche y me iré a algún sitio y practicaré "recordad"». Dejad un espacio para la memoria. Una de las mejores maneras de ponerse en contacto con la memoria es utilizar la naturaleza: sentaos en el campo, observad la naturaleza y dejad que la mente descanse; quedaos en el presente y dejad que el presente se convierta en un momento continuo, espontáneo y sincro­nizado.

La naturaleza os enseña gracias al canto de los pájaros, al aleteo de una mariposa, a la sinfonía de los grillos y ranas, al rebuzno del camello, al olor del polvo del desierto y a la refrescante lluvia de primavera. Todas estas cosas hacen que se disparen memorias si os tomáis el tiempo para que los sonidos y olores penetren en vuestro ser físico.

Activar la memoria implica desengancharos de todos los «deberías» que tenéis amontonados delante de vosotros. ¿Estáis muy ocupados en ir a ninguna parte? ¿Lleváis una vida verdaderamente significativa? ¿Estáis siempre esperan­do la aprobación de los demás y sólo sois la sombra del poder de vuestra radiante verdad? ¡Vivid!

¿Por qué os estamos contando esto? Estamos intentan­do activar la memoria celular que hay en vosotros. Antes de entrar en el cuerpo, se pone a vuestra disposición cierto tipo de memorias que luego se almacenan a nivel genético. Algún día sabréis cómo se hace esto y comprenderéis que trabaja con vosotros mientras dormís. Muchas veces sentís estas aceleraciones —o zumbidos— de las pulsaciones eléctri­cas que recorren vuestro cuerpo. Esto son las insertaciones de memoria que se efectúan para prepararos de cara a vues­tra próxima aventura.

Por favor, comprended que hay una pequeña diferen­cia entre una insertación de memoria y una experiencia cualquiera de la vida cotidiana porque la realidad es fácil­mente construida. La realidad no se diseña para que luego desaparezca. Las realidades y culturas se pueden reconstruir una y otra vez. Si sois un alma muy joven y pensáis que os habéis perdido los sucesos más jugosos del universo, podéis obtener insertaciones de memoria. Podéis crearos un lugar dentro de una cultura sin provocar una superpoblación. Por ejemplo, todos quieren haber sido egipcios o mayas, pero sólo había sitio para unos cuantos. Sin embargo, para todo el mundo es posible construir memorias de estas cul­turas. Podéis convertiros en parte de ellas porque se os ha construido una memoria, y vosotros podéis construir otra cultura maya encima de la auténtica. Este concepto os debe­ría aclarar lo flexible que es la realidad.

La memoria es como un estanque o un espejo dentro de vuestro cuerpo y hay que rellenarla y refrescarla con el reflejo que produce el agua. El agua es lo que mejora la memoria del cuerpo físico, la kundalini dispara los códigos activando los filamentos de luz. Estas finísimas fibras están llenas de información y cuando la energía kundalini se mue­ve en vuestro cuerpo, se os presenta la oportunidad de po­seer vuestras memorias.

Muchos de vosotros estáis experimentando memorias muy profundas de manipulación, tal vez habéis sido devo­rados por reptiles o hay recuerdos de haberse emparejado con reptiles o hay memoria de experimentos genéticos.

Incluso si no habéis sentido nada específico, los filamentos que hay en vuestra sangre contienen la historia completa de todas las cosas. Cómo se consigue que estos filamentos se ensarten para mostraros una película viable, es otra histo­ria. ¿Sabéis cómo se hace una película? Está hecha de mu­chos pequeños cuadradillos. Vosotros sois como una gran película, cortados y separados en pequeños cuadradillos y, de esta manera, cada parte de vosotros está desconectada de las demás partes. Cuando nosotros trabajamos con voso­tros todos estos pedacitos de película se reorganizan gracias a la energía que aportamos. Esto hace que se construya dentro de vosotros una historia que es personal pero, a la vez, planetaria y galáctica.

Estáis aquí para daros cuenta de la oscuridad porque es en la oscuridad donde encontraréis tanto la luz como la razón del retorno de la luz. No podéis ir por las buenas a la luz y decir: «¡Qué mala es la oscuridad! ¡Qué negativa! ¡No quiero verla!» Debéis estar alerta ante lo que no que­réis ver. Mantened abiertos vuestros corazones y confiad en que el dolor que experimentáis debe ser explorado para que, después de haber sido procesado a un nivel de memo­ria, pueda ser eliminado. Vivís en un momento en el cual las memorias suben a la superficie procedentes de las pro­fundas reclusiones. Estas memorias pueden provocar res­puestas emocionales. Sea lo que sea, lo que veis necesita ser visto. Sois vosotros. Aceptadlo y decid: «¡Ah! Basado en lo que sé y en la preparación de mi conciencia puedo mirarlo y darme cuenta de que ha sido un mal uso de la energía. Está bien. Lo transmutaré. Lo convertiré en algo alegre».

¿Sabéis cuánta gente está dispuesta a mirar lo negativo y oscuro? No demasiada. ¿Sabéis cuánta gente vive en la os­curidad? No huyáis de las sombras de la vida porque hay muchas cosas que sanar y completar una vez que se haya sentido, aceptado y entendido la parte oscura de la vida.

Las emociones son la suma total de vuestro valor como humanos. Son las emociones las que hacen que se dispare vuestra farmacopea interna, la farmacia personal de vuestro cuerpo. Y en la farmacia de vuestro cuerpo, vosotros sois los farmacéuticos. Vosotros hacéis las recetas según vuestra respuesta y reacción emocional ante los acontecimientos. Vuestras emociones provocan reacciones químicas en vues­tra forma física. El sistema endocrino, responsable de la reacción química a vuestra elección emocional, evoluciona­rá. Se producirán nuevas reacciones químicas dentro de vuestro cuerpo para ayudaros a cambiar. Al elegir un cami­no distinto de ver y aceptar la realidad, se abrirá una puerta interna y se producirán sustancias que os transporten a reinos más elevados.

Estáis siendo reorganizados a nivel subatómico. Los fi­lamentos codificados de luz —fibras tan finas como hilos— que hay en vuestro cuerpo son formas sutiles de energía que conectan todo con todo. Estos finísimos hilos se acti­van gracias a la estimulación que producen los rayos y fotones que llegan al planeta cargados de energía cósmica. Los hilos se reorganizan para rejuveneceros cuando bebéis agua pura y limpia. Se activan especialmente gracias al pro­ceso de oxigenación y respiración profunda. También os podéis oxigenar ingiriendo hierbas que purifiquen la san­gre. Cuando purifiquéis vuestra sangre, ésta será capaz de transportar una mayor cantidad de oxígeno. La reorganiza­ción a nivel celular aumentará y las fibras vigorizarán vues­tro cuerpo de muchas maneras. Todo esto supone la activa­ción de vuestro cerebro. Tenéis las claves y los códigos para abrir estas áreas dormidas.

El plan para los seres humanos basado en el aumento de luz consiste en convertirse en seres de múltiples talentos. Hay gente que opera con el 6 o el 8 por ciento de su capacidad cerebral. Los que son capaces de usar más, un Einstein por ejemplo, llegan a un 15 o 20 por ciento. Pre­guntaos lo siguiente: ¿Qué pasa con el otro 80 por ciento de mi cerebro? ¿Por qué está dormido? ¿Por qué no está enganchado?

El sistema endocrino evolucionará conforme evolucio­ne el ADN, produciendo sustancias químicas que serán una combinación de formas geométricas inteligentes. Estas for­mas existirán en todo el cuerpo y no sólo estarán localiza­das en el cerebro. Todo sucederá de forma simultánea.

El sistema endocrino puede segregar sustancias quími­cas similares a las drogas psicodélicas, y puede catapultaros hacia nuevas formas de inteligencia. Hay un gran conflicto en vuestra sociedad en lo que respecta a las drogas. Todo lo que tiene que ver con la expansión de la mente ha sido tachado como algo muy malo y temible. Sin embargo, un gran número de personas es adicta a las drogas que se pue­den comprar con recetas y que mantienen a la gente sedada. En vuestra sociedad está bien visto que se prescriban sus­tancias que suprimen el proceso natural químico mientras que las drogas que activan la mente y os abren a otras realidades, son tachadas de malas. El control de lo que debéis ingerir o no, está en vosotros. Tened esto en cuenta.

Vuestro sistema endocrino pasará por una revolución bastante importante. En este momento está sólo en su pri­mera fase. Pensad en una pequeña tienda de ultramarinos vieja y desfasada y que ha vendido los mismos productos a lo largo de los últimos veinte años; es una tienda que ya no está preparada para servir a los hábitos y gustos modernos. Y allá va alguien y dice: «Esta tienda es demasiado vieja. Voy a reformarla y adecuarla a las necesidades de la socie­dad. Voy a cambiar los productos que vende esta tienda». Los supermercados cubren ciertas necesidades y cuando las necesidades y gustos de los seres humanos cambian, los productos que hay en las estanterías deben adecuarse a las nuevas calidades y requerimientos.

Vuestro sistema endocrino está haciendo lo mismo. ¿Qué hace que el sistema endocrino decida que haya que servir otro tipo de comida? Vosotros —el hecho de amaros a vosotros mismos, el ejercicio de atraer la columna de luz hacia vuestro cuerpo y la reorganización de la estructura genética básica de lo que sois—. Cuando los filamentos del ADN comiencen a descubrir su identidad y empiecen a vivir, el sistema endocrino cambiará. Vuestra decisión de vivir en el momento, de amaros a vosotros mismos y de trabajar amorosamente con vosotros mismos y con los demás en este planeta, cambiará completamente todo lo que sucede dentro de vuestro cuerpo. Esta es la clave defi­nitiva para el rejuvenecimiento. Debéis estar dispuestos a vivenciaros vosotros mismos, a vuestra vida y a vuestro cuerpo al igual que a todas vuestras creaciones.

La energía acelerada creará una revolución en el planeta que conducirá a mucha confusión y, al mismo tiempo, a cambios radicales y repentinos. Nunca, en toda la historia, ha habido tanta energía sobre el planeta ni tampoco ha ha­bido este tipo de conciencia, de modo que no tenéis nada en qué apoyaros. Nada. Estos movimientos provocarán cambios tan radicales que ni siquiera los podéis imaginar.

Centraos en lo mejor que podéis ser, sabiendo que podéis influenciar muchas probabilidades en vuestro entorno. Daos cuenta que ésta será la oportunidad de activar un profundo cambio. Gracias a la infusión de la energía de la luz, vuestra glándula pineal se activa y, con ello, una nueva visión de las posibilidades os permite sentir y reconocer la paz y libertad interior.

Vuestra glándula del timo es la encargada de enviar las señales a vuestro cuerpo para que mantenga el patrón de rejuvenecimiento. La glándula timo se empequeñece confor­me envejecéis; se encoge. Es como si tuvieseis un portero situado en la base de vuestro cuello que regulase lo que viene desde arriba y lo que viene desde abajo. Las glándulas superiores, la pituitaria y la pineal son «templos» inactivados en vuestro cráneo; básicamente están dormidos. La glándula timo se olvida de recordarle continuamente a vues­tro cuerpo que debe seguir la heliografía, puesto que no recibe estas ordenes de los «templos» superiores. Esto es así porque los filamentos completos del ADN fueron desconec­tados de vuestros «templos». La glándula timo recobrará su vitalidad en el momento en que reciba el mensaje de que vuestro cuerpo está preparado y que vuestra conciencia está dispuesta. Si pensáis en términos de expansión de la vida, algunos de vosotros apenas habéis empezado a traba­jar. Otros han tenido un entrenamiento para que se pro­duzca una implosión hacia el siguiente cambio; vuestro trabajo es un regalo para el planeta, un regalo para la civili­zación.

Si os estáis martirizando y estáis llenos de pensamientos negativos, debéis examinar vuestra doble lealtad. El hecho de que estéis aquí en este momento nos indica que tenéis interés, que estáis ilusionados y que hay una perseverancia para trascender las ideas que han sido el alimento de la especie humana. Si estáis luchando contra eso y mirándoos al espejo diciendo: «Mira qué pinta tengo. ¡Qué horror!», entonces hay un doble juego, hay duda y conflicto. Si te­néis un conflicto de esta índole, este tipo de energía se va amontonando y os sentiréis cada vez más como una goma que se estira y que luego vuelve a su sitio; una y otra vez. Si éste es vuestro caso, deberíais trabajar las inconsistencias de vuestras creencias expresadas en silencio o de viva voz.

El hipotálamo regula la temperatura y el nivel de agua en vuestro cuerpo. Sois agua ¿entendéis? —agua electrifica­da—, El agua del océano está compuesta de elementos que están perfectamente equilibrados y la sangre en el cuerpo humano se le parece mucho. Los humanos proceden del océano. Este es uno de los grandes secretos de la creación. Los dioses pleyadianos llegaron y utilizaron la energía de las moléculas de hidrógeno y oxígeno. Este es vuestro ori­gen. Esta es la clave básica. Se creó el firmamento y del firmamento salió la vida. Este es uno de los principios mediante el cual fuisteis construidos. Queremos que sepáis que hay muchas maneras de construir humanos. Habéis oído historias de que estáis hechos de polvo y barro. Algu­nas de estas historias no son verdad; os han sido contadas para alejaros de la verdad. Para vosotros tiene más sentido decir que estáis más cerca de los elementos sólidos que de los líquidos. Recordad lo que os hemos dicho: muchas veces se han distorsionado las cosas para que no descubrie­seis la verdad de vuestra identidad.

Vuestro hipotálamo hace las funciones de guardián en­tre vuestro cuerpo y los chakras que están fuera de vuestro cuerpo. Aún no ha llegado su ocasión. En este momento de vuestra evolución aún no sois capaces de comprender su función. Sí, es verdad que regula la temperatura corporal y el nivel de agua y también es verdad que el agua es la esencia de vuestra vida. Siempre os animamos para estar cerca del agua, estar en el agua y para beber agua porque el agua aumenta el funcionamiento de vuestro hipotálamo. Lo mantiene a una temperatura templada hasta que necesita calentarse. Más adelante, llegará el tiempo de explorar el hipotálamo.

Mediante un trabajo de ajuste cráneo-sacral se puede estimular el hipotálamo. Esto se descubrirá y se compartirá cuando la conciencia de la gente se haya elevado hasta el grado de estar preparada para la gran erupción solar de energía que procederá de esta glándula. Hasta que no lle­gue este momento, toda información podría ser peligrosa. A veces, la gente no es capaz de moderarse, y cree que tiene que beber el elixir de toda experiencia sin haber preparado su conciencia.

Nunca más seréis los mismos una vez que vuestro hipotálamo comience a segregar sus sustancias. ¿Habéis in­gerido alguna vez una droga psicodélica? ¿Qué os parece si tuvierais que manejar este tipo de realidad durante vein­ticuatro horas al día? No funcionaría; sería demasiado con­fuso. Está bien para un trip. Está bien para hacer un viaje de aprendizaje a los reinos chamánicos y misteriosos de la Biblioteca Viviente. Pero seguramente no es lo más idóneo para desayunar todos los días. El resto del sistema nervioso no está sincronizado para este tipo de conciencia. Cuando hacéis un trip es exactamente eso, una excursión, como ir al campo o a la playa durante un fin de semana. Os vais, lo disfrutáis y luego volvéis y lo contempláis.

Vuestros hipotálamos os conducirán a una orilla nueva del Ser, un dominio nuevo que será inducido químicamen­te. Esto es lo que hace el sistema endocrino. Infiltra diversas sustancias químicas en vuestro sistema, pero vosotros no ingerís nada. Las sustancias químicas serán simplemente segregadas y esto tendrá como resultado que vais a percibir e interpretar la realidad de otra manera.

El hipotálamo restaurado os llevará a un viaje y voso­tros cambiaréis todo y seréis felices estando donde esta­réis. No querréis seguir viviendo en el lugar antiguo. Será como si os cambiaseis de país o como si os fuerais a un nuevo planeta, pero sin salir de la Tierra. Supondrá una división de vuestro mundo. La Tierra y la realidad de la Tierra con respecto a la Biblioteca Viviente cambiarán de­lante de vuestros ojos porque las sustancias químicas que segregará el hipotálamo os proporcionarán una nueva in­terpretación de la realidad.

Para esto no estáis preparados. ¡Ni por asomo! Prime­ro tenéis que aprender que se os ama y os tenéis que conven­cer que vosotros sois la fuente de este amor. Tenéis que conseguir una sensación constante de esto, antes de que podáis empezar con los cambios sutiles de vuestro sistema endocrino que os prepararán para el despertar de vuestro hipotálamo. En el caso de que todas las cosas sucedan colec­tivamente, ¿para cuándo puede la Familia de Luz esperar que se despierte su hipotálamo? Nosotros sugerimos que irá aumentando durante un período de diez años, desde 1990 hasta el año 2009.

Con todo el revuelo que hay en Estados Unidos con respecto al sistema del cuidado de la salud, queremos recordaros que la salud es gratis. El verdadero coste del cuidado de vuestra salud no supone más que unos cuantos minutos de vuestro tiempo para desarrollar una actitud correcta hacia vuestro cuerpo. Vosotros creáis vuestra sa­lud o vuestra enfermedad y no necesitáis a nadie para que os cuente si estáis sanos o no. Lo primero de todo es, cuando entráis en contacto con vuestro cuerpo —cuando os ducháis u os laváis podéis sentir el nivel de bienestar— voso­tros mismos sabéis si estáis bien o no. Claro que podéis elegir preocuparos y desconfiar de vuestro cuerpo. Si estáis preocupados por vuestra salud, vais a crear algo. Vuestro cuerpo sigue los patrones que vosotros diseñáis.

Si os pasáis el tiempo pensando a ver qué enfermedad vais a coger o cómo va a crecer un cáncer o si tenéis el SIDA o una difteria o tuberculosis o cualquier otra cosa sobre la que os apetece preocuparos, hay grandes probabilidades de que si no lo tenéis, os lo vais a crear. Si sabéis que estáis sanos, lo sois. Es bastante sencillo.

El miedo es un asesino. Os recordamos que vuestro poder acaba donde comienza vuestro miedo. Si teméis algo, es como si pusieseis un cartel sobre vuestra cabeza que diga: «Bienvenido, te estoy esperando». La razón de ser del mie­do es salvar vuestras vidas, catapultaros al «ahora» para actuar. Muchas veces sirve para apartaros de peligros y dirigiros hacia la mismísima esencia de vuestro Ser vital. Sin embargo, si hacéis del miedo vuestro estilo de vida y emitís la frecuencia de miedo a la vida, acabaréis con vues­tro cuerpo y mataréis vuestra fuerza vital. Esto crea estrés, mala salud y envejecimiento. Vuestros pensamientos crean vuestra realidad. Forma parte de la iniciación de la conciencia pasar por la toxicidad y vuestro cuerpo físico necesita pasar por mas preparación y purificación que simple­mente por lo que podríamos llamar intento y valor. Si moráis en el miedo lo dispersáis todo. Dispersáis vuestro propio poder. De modo que, para encontraros con algo que es muy poco familiar a vuestra mente lógica, tenéis que mantener la claridad del intento y una tremenda canti­dad de valor, seguridad y desparpajo. Todo aquello que os aparta de conseguir algo es simplemente una idea. A lo largo de los próximos veinte años —el momento para el cual todo el mundo está comprándose una entrada de pri­mera fila en el anfiteatro de la Tierra— ocurrirán muchos cambios. ¿Os acordáis cuando, de niños, os ibais al carna­val, participando por primera vez en una gran fiesta? ¿Pe­disteis a vuestra madre o a vuestro padre o a vuestros her­manos mayores que os acompañaran porque parecía todo tan gigantesco y tan lleno de aventuras? Los acontecimientos de la Tierra se parecerán a un inmenso carnaval. Todos participaréis en una fiesta tan grande que ahora mismo no os lo podéis ni imaginar y por eso debéis clarificar algunas cosas intencionadas. La mayoría de vosotros lo hará estu­pendamente bien. Haréis vuestro camino. No lloriqueéis, es una pérdida de energía. Aceptad todo lo que habéis crea­do y sabed que en todo hay una oportunidad. Desde nues­tro punto de vista, nos sorprende que invirtáis esfuerzo en el miedo a las cosas que en realidad son una oportunidad. En cierta manera, nosotros sabemos quiénes sois y lo que os ha costado llegar hasta aquí. Nosotros sabemos por qué estáis aquí en la Tierra y sabemos que no os han enviado para que hagáis las cosas en solitario. Las fuerzas que traba­jan con vosotros, aunque no sois conscientes de su existen­cia, tienen la capacidad de influenciar y afectar a vuestra realidad de tal manera que no lo podéis comprender. No entendéis cómo sus dedos empujan a ésta o a aquella perso­na: «Vete ahí. Haz esto. Oh, no hagas esto». Los eventos se están escenificando.

Comprended que se están sembrando ideas y pensamien­tos cancerosos en el planeta, de la misma manera que se es­tá sembrando y alentando el tema del SIDA. La gente se cree que estas cosas están atadas a ella. Ahora mismo, la gente le tiene miedo al Sol. Tiene miedo de salir y se comporta como si hubiera habido un error en la naturaleza. La gente que cree semejantes opiniones verá cómo su miedo actuará más deprisa que cualquier rayo de sol que podría dañarles.

El miedo es un asesino. Es una idea que se atasca, igual que Paul Revère chillando y corriendo por las calles de la joven América. Cuando el miedo corre por vuestro cuer­po, éste recuerda a los elementos químicos que van con él a segregarse y llenar todo vuestro cuerpo. Estos elementos activan una espiral descendiente y la idea de la muerte. Básicamente, es así de simple.

Habéis oído hablar del SIDA y de que éste es causado por el virus VIH. Sin embargo, ahora hay SIDA pero el virus VIH no está presente. El SIDA se extiende ahora electro­magnéticamente, de la misma manera que otros muchos trastornos pueden ser extendidos electromagnéticamente. Recordad que el electromagnetismo tiene que ver con las grandes corrientes eléctricas que se encuentran en vuestro entorno y que son generados por los humanos y por otras fuentes. En el magnetismo, por supuesto, es la fuerza que mantiene las cosas unidas. En vuestro cerebro también hay partículas magnéticas.

Podéis aprovechar esta idea para ayudar a otras perso­nas a abrir su corazón. El SIDA se extiende electromagnética­mente, yéndose de un portador a otro que tenga un patrón o una vibración similar: «Yo pienso como tú. Mándame tus pensamientos». ¿Nos seguís? «Yo también tengo estas creencias de miedo. Estoy confundido y no sé qué pensar de mí mismo. No valgo nada. No tengo poder sobre mi cuerpo.» Este tipo de pensamiento se magnifica de tal ma­nera que es como si colocarais una señal, un póster o una pegatina encima de vuestro campo áurico proclamando aque­llo que creéis que sois. Los virus se pueden distribuir electromagnéticamente y en un momento dado podéis lle­nar todo un área metropolitana con ellos. ¿Por qué? El karma y la vibración de la gente os atrae a vivir en cierta ciudad o en cierto lugar. Es una de las razones por la cual mucha gente está cambiando de residencia actualmente.

Este mismo principio es válido para el corazón. Si el SIDA se puede repartir electromagnéticamente, también se puede repartir la apertura del corazón y la idea de la Diosa. Quisiéramos que comprendieseis que siempre hay muchos planes en movimiento. La gente dice: «¿Por qué tienen que moverse vibraciones malas, negativas y bajas por ahí?» Pues, la gente las espera. La gente no se sienta y espera que les sucedan cosas divertidas y buenas. Más bien permanecen tumbados en una mecedora, fumando y esperando a que irrumpa un coche en su sala de estar. ¿Por qué? Porque ven la televisión. Vuestra mayor impresión procede de esta máquina controladora de la mente que, básicamente, os impregna de miedo. El miedo crónico será el asesino. Atraerá todas aquellas cosas que teméis y de las que estáis tan segu­ros de que os van a pasar. De todas las posibilidades que hay en el mundo ¿por qué elegís la que elegís?

Cuanta más compasión tenéis por otros, más rápida­mente cambiará la conciencia de las masas. Os rogamos a todos vosotros que juguéis a este juego del corazón con más frecuencia y no solamente cuando tengáis un ratito libre. Comprometeos a tener vuestro corazón abierto y vigilad que se mantenga abierto y que utilicéis la energía del corazón de la Diosa. Esto será lo que marque la diferen­cia, porque no sólo vuestro corazón está involucrado, tam­bién lo está el corazón de la Diosa. Pero la Diosa necesita que vuestros corazones estén abiertos para que su energía pueda pasar a través de ellos.

Hoy en día existen muy pocas áreas geográficas en vues­tro planeta que emitan la frecuencia del amor. Cierto que esto está a punto de cambiar. La Tierra, como sabéis, está pasando por unos momentos difíciles —por decirlo de ma­nera suave—. Sin embargo, si pensáis que esto es fuerte, esperad. Os aguarda un gran viaje. Dentro de poco tiempo habrá una erupción de energías a nivel global y va a parecer que os estáis acercando cada vez más a lo que parece la destrucción de vuestro planeta. Queremos que lo sepáis. Queremos que comprendáis que, a veces, cuando la energía evoluciona, incluso cuando vosotros pasáis por un proceso evolutivo, aparecen la desorientación, el caos, la confusión y una falta de identidad. Puede que vuestro cuerpo despida toxinas que os pongan enfermos. Puede que tengáis las tri­pas o el estómago revueltos o que sufráis de estreñimiento. Muchas cosas diferentes están anunciando los cambios que vienen.

Podéis imaginar la Tierra como un espejo gigantesco que os muestra lo que se está cociendo entre los seres hu­manos. La Tierra, en estos momentos, huele que apesta de tantos tóxicos que existen. Los guardó mucho tiempo. Du­rante muchos años se ha llenado la Tierra de tóxicos y no sólo de residuos radiactivos y todo tipo de basura, sino también de ira colectiva de los humanos que son criaturas energéticas y vuestras emociones crean una fuerza colectiva que se va emitiendo. No sólo emitís caos y miedo, que son las frecuencias básicas de vuestras vidas desde hace mucho tiempo, sino también emitís ira. La ira está porque en vuestro fuero interno sabéis que se os está negando algo.

Hay casi seis billones de vosotros —a punto de duplicar­se— echando su ira sobre el planeta. ¿Qué pensáis que pro­duce esto? Os muestra, como en un espejo, la ira del pro­pio planeta debido a la falta de cuidado y a la falta de amor. Esto es lo que está siendo vomitado ahora, pero a la larga supondrá una limpieza. Todos estáis llegando a una nueva comprensión. Os están empujando, como seres humanos y como planeta, hasta vuestros límites. Os obligan a redefinir vuestras fronteras, a decidir qué vais a defender y qué no vais a tolerar. Nadie se va a quedar sentado en su casa y se va a perder esta historia. Tenéis que participar todos; si no lo hacéis vais a desaparecer de una manera u otra.

Os recordamos que vosotros creáis vuestra propia reali­dad y la ira colectiva que sentís tiene que ver con la desa­creditación de la imaginación. Sentid esto por un momen­to. La imaginación es la clave de la brillantez, de la unifica­ción de los conceptos y la manifestación de las ideas. ¿Cuán­do fue la última vez que os han animado para que, de manera regular, utilizaseis vuestra propia imaginación? Os robáis a vosotros mismos las cualidades que os resultan consustanciales y a través de las cuales os podéis salvar, a la vez que cambiar y redefinir vuestra libertad. La imagina­ción es como un auténtico billete para participar en el car­naval vivo y dinámico de la Tierra.

La Tierra está habitada no sólo por humanos sino por una multitud de fuerzas inteligentes. Los cerrojos dimensio­nales mantienen las diferentes formas de vida separada y segregada. Debido al colapso del tiempo, los seres humanos se ven obligados a activar la red de la Tierra. Cuando la energía de luz del cosmos os impregne, vuestro sistema nervioso se alterará, ya que éste funciona como una «autovía» a través de la cual viajan los impulsos energéticos al cere­bro. Igual que en la construcción viaria, vuestro sistema nervioso está siendo reconstruido, ampliado y fortalecido para poder procesar más datos. Es como un tráfico que se mueve a través de vuestro cuerpo. Cuando os enfrentáis a una experiencia que está fuera de lo normal, que no puede ser catalogada, vuestro sistema nervioso tiende a cerrarse. Vuestro cuerpo entra en un estado de «shock» porque es incapaz de procesar una realidad fuera de lo ordinario.

Conforme se incrementa la energía en el planeta, se magnifican los bloqueos en vuestros cuerpos físicos, menta­les, emocionales y espirituales. Los sentimientos e ideas no expresados obstaculizan el flujo de la energía cuyo propósi­to es el de conectaros. Tenéis que ayudar a este proceso haciéndoos responsables de quienes sois. Vuestras dificulta­des o prejuicios —«No quiero saber. Odio esto o aquello de mí mismo. Esto no me gusta»— serán amplificados median­te una lupa. Chillaréis y os retorceréis hasta que lo hayáis comprendido. Y si no, manifestaréis este bloqueo en forma de un reto muy difícil. Todo se está intensificando para que la gente aprenda a aceptar sus responsabilidades y siga manteniendo con claridad su intención y propósito. Las claves para la supervivencia, hoy en día y en esta época, son los diferentes métodos de trabajo con el cuerpo. Los descu­brimientos que se logran mediante el trabajo con el cuerpo, facilitan y aceleran el reconocimiento de vuestra identidad. Cuantas más partes de vuestra identidad se abran, más pro­fundamente podréis entender vuestros dramas. De este modo, se consigue liberarlos a nivel de patrones celulares ya que son precisamente éstos los que os llevan a las situa­ciones que no han sido resueltas ni perdonadas. Sois voso­tros los que invitáis a todos los actores de vuestra vida. Sois los directores y, por lo tanto, elegís el elenco y dirigís el espectáculo. Si a estas alturas estáis cansados de vuestro guión, recordad que lo escribís vosotros mismos. Echar la culpa a los demás y jugar a ser víctima no hace otra cosa que atraparos aún más en un estado de impotencia. Recordad que tenéis dramas que son antiguos dramas divinos y es sólo ahora que os dais cuenta de ellos. Todas las partes de la realidad están entrelazadas y necesitan ser sanadas y unifi­cadas. Las energías altamente evolucionadas tienen un gran sentido del humor, especialmente aquellas que trabajan con la frecuencia del amor. Se les reconoce como se reconoce la marca de algo. Cuando os encontráis con las energías, ase­guraos de que haya un gran sentido del humor ya que la risa es la clave de la libertad. Hay mucho espacio para la alegría a lo largo y ancho de la existencia y esto es precisa­mente lo que estáis intentando entender.

Os animamos a trabajar desde vuestro centro de senti­miento —vuestro plexo solar o vuestras vísceras—. En la mucosa de vuestro estómago hay la misma capacidad y actividad que en las células de vuestro cerebro. Tenéis que miraros de nuevo. Podéis ver instantáneamente cómo cam­bian vuestras experiencias cuando tenéis fe y os dais cuenta de las oportunidades inherentes a las cosas que creáis. Que­remos recordaros que muchas veces una oportunidad se presenta disfrazada como una pérdida.

La zona del plexo solar es la zona de vuestro poder personal y desde ahí lo podéis extender hacia el mundo. También es ahí donde vosotros percibís el mundo. Es vues­tro centro de sentimiento. Ahí es donde recibís la informa­ción y en el plexo solar intuís hacia dónde hay que tirar cuando pasan cosas que no tienen sentido según vuestra mente lógica. Alejaos un paso y comprobadlo. Observad vuestro proceso de toma de decisiones y luego elaboradlo teniendo en cuenta las sensaciones de vuestro cuerpo. Ob­servad cómo sí sois capaces de sentir y reconocer la sabidu­ría innata de vuestro cuerpo. EL os habla como un conseje­ro fiel, pero tenéis que escuchar. Vuestro cuerpo quiere trabajar con vosotros —muchas veces sois vosotros y vues­tros pensamientos los que trabajan en contra del cuerpo—. Os recordamos que vuestra mente lógica ha sido entrenada por aquellos que quieren que funcionéis dentro de un para­digma muy restringido y una cierta frecuencia limitada.

Queremos que aceptéis la idea de que sois muy signifi­cantes. Hay un gran valor en quienes sois, en lo que deseáis y en lo que os permitís experimentar. Queremos que os sintáis enormemente elevados y apreciéis vuestro valor perso­nal porque sois capaces de tejer múltiples realidades de conciencia y os atrevéis a saltar a territorios que otros no soportarían. Os regalamos una estrella dorada por atreveros a ser tan arriesgados, porque liberáis alegremente la esclavi­tud de la percepción humana al explorar vuestros propios ciclos. Hay muchos maestros dispuestos a enseñaros en qué espacio del tiempo habéis florecido y os habéis desarrollado y de qué manera habéis afectado a una realidad interconectada y qué tienen que ver estas épocas y lugares con voso­tros ahora. Algún día comprenderéis que aquellas épocas son ahora. Todo ocurre en el «ahora». Este mismo momen­to en el que os encontráis, es el verdadero momento conti­nuo, espontáneo y significante. Es el momento en el cual os podéis encontrar una y otra vez.

Prestad atención a la información simultánea que po­déis recibir de otras civilizaciones. Tenedla en cuenta y mirad cómo la podéis ligar sincronizadamente. Muchas ve­ces tenéis el conocimiento. Aunque ocurra con frecuencia, necesitáis un tiempo para convenceros que de verdad sabéis cosas. Sed pacientes y podréis ir a donde vosotros queráis. Una vez que tengáis claro qué es lo que queréis, soltadlo.

Los delfines no guardan sus secretos ante sus compañe­ros. Voluntariosamente comparten todo lo que saben. Se puede adivinar el grado de evolución de un individuo vien­do hasta qué punto comparte lo que sabe. Cuanto más compartís lo que sabéis mas conocimiento recibiréis. Cuan­to más os agarréis a la sabiduría que se os ha concedido, más rápidamente se escurrirá por vuestras manos y la per­deréis. Abrid las manos y vuestra sabiduría saldrá volando como una mariposa; y nuevas mariposas acudirán.

Toda vida tiene un sistema de chakras. Una ciudad tiene calles a través de las cuales pasan los coches y dispone de una serie de lugares donde repostar, lugares donde se almacena la energía. Lo mismo sucede con el sistema de chakras. Son almacenes energéticos dentro y alrededor de las formas de vida. Los chakras conectan el trabajo interno —las operaciones fisiológicas de la tercera dimensión— con los sucesos de las capas etéricas a nivel multidimensional. Si se utilizan de manera apropiada, los chakras atraen energía desde los reinos no-físicos hacia los físicos.

Todas las formas de vida tienen estos portales energéti­cos y, además, son como entradas y lugares donde repos­tar. Lo que cada forma de vida hace con este «relleno» está inscrito en su propia heliografía o en su ADN. Dado el caso que vuestro ADN se está reordenando para conseguir una nueva expresión de sí mismo, vuestra frecuencia o identidad está comunicando algo a un nivel no-físico. Va­yáis a donde vayáis esta energía mutante se comunica. Vues­tra conciencia se comunica a todas las formas de vida. Puede que los que estén a vuestro lado en unos grandes almacenes o en un restaurante no sean muy conscientes de quiénes sois. Pero si dais un paseo por el bosque y el cam­po u os metéis en el mar, veréis que ahí sí hay formas de vida que saben quiénes sois. Ellas cambian su respuesta, y su ADN se transforma porque el vuestro está cambiando. Gracias a vosotros toda la naturaleza se hace más accesible para la Biblioteca Viviente.

Visto desde vuestra perspectiva, hay muy poca gente que vive miles de años, sin embargo, los dioses creadores son capaces de extender la longevidad del cuerpo celular. Alargar la vida y rejuvenecer la vida celular se está ponien­do de moda otra vez. Esto forma parte de la construcción del cuerpo de luz, un cuerpo que no es tan denso y, por lo tanto, no se autodestruye —un cuerpo que se autorregenera—. Esto es lo que estáis buscando. Ya habríais llegado a este punto de convicción si vuestra mente lógica no estu­viese tan ocupada en ver si esto es posible o no. No pode­mos subrayarlo lo suficiente, tenéis que dejar de escuchar a la sociedad y a las versiones oficiales de la realidad. Esto supone hacer una elección y no una falta de respeto. Esta es la tarea más difícil para vosotros y supone una auténtica rotura —es cruzar el puente entre vuestro ser social y vues­tro ser espiritual—, ¿Cuál de ellos será sagrado? ¿Cuál de ellos será vuestra fuente de autoridad? Cuanto antes deis el salto, antes os divertiréis. Dejad que vuestro ser intuitivo sea el portador del estandarte de vuestra experiencia —una experiencia que nadie más va a valorizar, una experiencia que tiene que ver con la misión que conocéis pero no necesariamente recordáis.



Ejercicio energético

Ponte cómodo y serénate. Manda a tu cuerpo el mensaje de que se relaje, que suelte y que deje que las tensiones se vayan. Respira muy hondo. Una vez exhalado, siente cómo una ola de serenidad invade tu cuerpo. Continúa respirando conscientemente y encuentra tu propio ritmo. Siente cómo se expande y se abre tu pecho. Siente cómo la zona de tu corazón se va calentando. Relaja tu garganta. Clarifica tu mente y centra tu visión. Concéntrate en tu respiración durante unos momentos. Visualiza una columna de luz to­cando el centro de tu cabeza y luego penetrando en tu cuerpo. Inspira y exhala profundamente, céntrate en tu res­piración. Haz que seas lo más ligero, lo más tranquilo que puedas y llénate de paz.

Una vez que hayas llegado a tu lugar de calma, focaliza tu energía en el tercer ojo y visualiza tu mundo, la Tierra. Sea lo que sea que te estás imaginando, está bien. Cuando ya tienes bien centrada la imagen del globo terráqueo, siente la existencia de una heliografía y un propósito individuales de cada uno de los habitantes de la Tierra. Puede que veas las heliografías como pequeñas chispas de luz o como formas geométricas.

Date cuenta de la unicidad y multitud de lecciones que hacen falta para que la conciencia evolucione. No sólo se está amplificando la conciencia de cada individuo sino que se está conectando la conciencia colectiva del globo de una manera muy especial. Siente la contribución de cada indivi­duo al plan global y desde tu «ahora» envía una ola de in­tención a todos los seres humanos para que se llenen de amor y confianza.

Ahora, siendo tu conciencia como un imán que atrae todas las conciencias similares, siente cómo emerges de tu heliografía igual que una bola dorada de luz. Deja que tu heliografía comience a girar alrededor de la Tierra y busque a otras heliografías que estén codificadas para traba­jar con la tuya, ya que el propósito final del plan es la activación de una nueva heliografía global para la raza hu­mana. Siente esta búsqueda a nivel global. Tú, la esfera dorada de luz, giras y giras alrededor del planeta, yendo de un lugar a otro. Siente cómo vas creciendo conforme se van uniendo otras conciencias similares hasta que se forma un manto de luz y cómo éste activa la red de energías entreteji­das, pues fue diseñada para que despertase en el momento en que se conectaran las conciencias. Siente cómo tu bola de luz dorada es atraída hacia lugares diferentes del globo. Ob­serva cómo tu presencia se va modificando, cómo se abre y se expande, estés donde estés.

Imagínate cómo seis billones de personas se unen, desde el centro de sus cuerpos, a esta heliografía global. Saben que los cambios venideros son una oportunidad de vivir vidas más alegres y más expansivas, en las que habrá libertad de ver todas las cosas desde una perspectiva completamente dife­rente.

Centra tu conciencia de nuevo en tu cuerpo físico. Visualiza cómo la luz recorre tu cuerpo, te llena, te conecta. Observa cómo la energía fluye cada vez más rápida hasta que tu cuerpo empieza a vibrar. Siéntete más fuerte y lleno de nueva información, salud y vitalidad. Siente cómo la columna de luz está contigo permanentemente, inundándote y uniéndote con tu fuente. Mantén esta columna de luz siempre conectada a tu cuerpo físico. La columna de luz es tu tarjeta de entrada a los reinos más elevados.

El pensamiento es. Estás aprendiendo a usar tus pensa­mientos de forma más productiva para que puedas cambiar vuestro mundo y crear un paradigma de realidad comple­tamente nuevo. Confía en ti y escucha bien lo que estás descubriendo. Puede que el camino que se abre ante ti sea muy interesante. Recuerda, tú lo creas siempre. Si no te gusta el escenario, sólo tienes que escoger un nuevo cami­no. Buen viaje.

EL BAILE DE LAS DIMENSIONES

Os recordamos que el Creador Original for­ma todos los equipos y si vosotros estáis den­tro del universo del Creador Original, tam­bién estáis en todos los equipos.


Vosotros, los humanos, sois las tarjetas de entrada, las llaves para entrar en la Biblioteca Viviente. Toda la infor­mación que está almacenada en la biblioteca de la Tierra es accesible gracias a vosotros. Fuisteis diseñados para que otros se puedan fundir con vosotros, para ser influenciados y para emerger a través de vosotros. Habéis venido aquí para convertiros en maestros de la versión humana del proceso espiritual de la evolución —para vivirlo, para fusionaros con muchas realidades diferentes y permitir que otras reali­dades emerjan a través vuestro—. Llegará un tiempo en que estaréis en línea con la conciencia de los dioses creadores, de los cuales procedéis. Será como el dial de una radio que sirve para captar una variedad de frecuencias. Debéis com­prender que estos cuerpos físicos que ocupáis actualmente son centros de recepción, unidades de emisión que existen en muchas realidades. Toda la creación ha sido diseñada para ser influenciada —para ser piezas del puzzle que enca­jan con otras piezas y así completar el puzzle grande—. Como humanos, se os ha mantenido en la ignorancia y no tenéis ni idea de cuántas partes de vosotros hay encerradas en otras realidades. No sabéis nada de las fuentes inteligentes de otras realidades que os afectan y ejercen una influen­cia sobre vosotros.

No existe nada que no sea parte del todo y el todo fue diseñado como una zona de libre albedrío donde los inter­cambios e influencias están permitidos. Vuestra tarea con­siste en formar alianzas y tomar decisiones. Puede que vues­tros padres os hayan dicho: «Tienes que jugar con chicos buenos. No juegues con niños que pegan, escupen, muer­den, dan patadas y dicen palabrotas. Debes tener amigos que sean buenos». Ellos os enseñaron cómo elegir a los amigos. Una parte del cometido de los padres es enseñaros a buscar ciertas características en los demás. Pero nunca jamás nadie os enseñó cómo haceros amigos y establecer alianzas con el mundo invisible que os rodea.

Como seres humanos vuestro trabajo consiste en po­seer y cuidar la Biblioteca Viviente. En el pasado, aquellos que querían ver la Biblioteca Viviente la observaron, con el correspondiente permiso, a través de los seres humanos. Al mirar, los humanos se convirtieron para ellos en dioses y diosas con autoridad, quienes eran, por decirlo de alguna manera, los guías en esta realidad. Hubo un tiempo en que los humanos ocuparon posiciones altamente evolucionadas y honradas en la Tierra. Tuvisteis formas gloriosas y vi­brantes, emanando energía y luz. Al igual que cada cocine­ro es un especialista en la preparación de una comida deter­minada, los humanos tenían maneras específicas de experi­mentar la Biblioteca Viviente y de acceder a la informa­ción. Aquellos que deseaban adquirir conocimiento, vinie­ron a experimentar y a descubrir la Biblioteca Viviente. Se fusionaron con los humanos, por ser ellos las tarjetas de entrada a la Tierra en toda su majestuosidad. Unirse con otras energías y permitirles mirar a través de vuestros ojos para ampliar su experiencia era un propósito divino. Los humanos se prestaron a este proceso.

Las energías procedentes de sistemas estelares muy leja­nos y que habían aportado cosas a la biblioteca dijeron esto: «Queremos acceder a la biblioteca para estudiar algu­nas cosas y obtener información». Mas para conseguir el permiso de fusionarse con los humanos, tenían que vestirse con la frecuencia del amor. Los humanos sabían que esta­ban fusionándose con otras energías y que se producía un encuentro con la energía del amor. Las otras energías utili­zaban los cuerpos, los ojos, los sentidos y el Ser total del ser humano para estudiar la Biblioteca Viviente. Claro que había seres humanos con ciertas predilecciones en lo que se refiere a la Biblioteca Viviente, y también los dioses y dio­sas, si queréis llamarlos así, perseguían una información determinada. De modo que se puede decir que ser un ad­ministrador de la Biblioteca Viviente era un trabajo bastan­te interesante porque vosotros no sabíais qué dioses y dio­sas iban a venir a visitaros y qué buscaban. El trabajo con­sistía en hacer de guía y los visitantes os mostraban cómo acceder a la información que ellos deseaban. Se establecía una relación simbiótica y su éxito se basaba en la frecuencia del amor.

Aquí, en la Tierra, está almacenada una información gloriosa que la existencia necesita desesperadamente. Du­rante la reorganización de la luz en la Tierra habrá una fusión en masa con seres que son muy benévolos, muy elevados y muy amorosos. Aparecerán a través de vuestros cuerpos y trabajarán a través de ellos. Vosotros manten­dréis vuestra propia integridad e identidad, pero ellos se rundirán con vosotros de la misma manera que nosotros nos fundimos con vuestro vehículo. Ellos podrán acceder a los Códigos y Números Maestros que hay en el interior de vuestros cuerpos.

Todos compartirán las experiencias necesarias cuando la Tierra se catapulte a la frecuencia que permita que la Bi­blioteca Viviente funcione en su totalidad. Para volver a ser una vez más herramientas válidas, llaves que, desde un punto de vista cósmico, permitan la entrada a la Biblioteca Viviente, volveréis a tener un ADN de doce filamentos y vuestro cerebro funcionará en su totalidad. Y para poder ser socios, en forma de tarjetas de entrada a la biblioteca, tendréis que comprender que sois más que humanos. En toda la existencia, en la que sois seres multidimensionales en su forma más auténtica, os vestís con muchos disfra­ces diferentes. Sois una colección de energías sensibles que han sido sembradas por todo este sistema universal. Junto con otras conciencias, que también tienen deseos y propó­sitos, configuráis un colectivo de conciencias que descubre cosas.

La Tierra está abocada a un radical cambio de direc­ción. Está experimentando un empuje acelerado en su proce­so de evolución. Está completando un ciclo y una nueva era y nuevos temas comienzan a cobrar importancia en la Tierra. Estáis asistiendo a cómo esta nueva era es presenta­da en sociedad. Los seres humanos, actualmente, apenas comprenden que viven muchas vidas y menos aún que el Ser tiene muchas más identidades.

El Ser es una composición de muchas formas diferentes de vida que, juntas, forman un alma central. La Tierra está siendo catapultada en una nueva dirección y puede que sus habitantes tengan que desaparecer porque no alcancen la nueva velocidad de vibración de la Tierra. O bien puede que sea porque empiezan a acometer los cambios que les preparan para vivir intermitentemente las diversas persona­lidades del alma central. Vosotros sois pioneros en esto y os estáis encontrando con las partes de vosotros mismos que son las más importantes a entender. Hay muchos «vo­sotros mismos» que hay que encontrar.

Recordad que formáis parte de un colectivo mayor de inteligencias que buscan su autoexpresión en muchas realida­des. Para comprender todas las versiones de realidades, vues­tra alma central dispone de muchas personalidades dife­rentes, tentáculos y brazos. No penséis que siempre sois los «buenos» en todas las versiones de la realidad. La verdad es que muchas veces conseguís bastante más información cuan­do sois los «malos». Siendo buena gente, muchas veces sois tan ingenuos que no sabéis ni lo que pasa. Vuestros descu­brimientos no tienen por qué golpearos en forma de di­ficultades. Intentad que os ofrezcan algo interesante, que os aporten más conocimiento y que os den algo que sea muy beneficioso.

Escondéis vuestra propia inteligencia ante vosotros mis­mos. Tenéis que aprender a supervisar cómo creáis vuestras realidades, en cuántas dimensiones de pensamientos moráis y vuestra tendencia de esperar simplemente a que pase algo. Los pensamientos atraviesan vuestras cabezas velozmente, segundo tras segundo, aportando toda esta información y vosotros no os enteráis de que estáis creando vuestra reali­dad, siempre. Escondéis vuestras creencias ante vosotros mismos. Y ocultáis vuestro poder ante vosotros mismos. Recordad que, como especie, habéis sido programados a través de la televisión y vuestro sistema educativo para aceptar vuestra impotencia.

No caigáis en la trampa de pensar que creáis vuestra realidad sólo en algunas ocasiones y en otras no disponéis de poder. Debéis recordar la amplitud de vuestra experien­cia. Debéis recordar que cumplís ciertos acuerdos partici­pando en cosas que parecen difíciles o malas. La verdad es que detrás de experiencias que vosotros llamáis difíciles, muchas veces se esconden cosas superiores. Recordad que hay una oportunidad en todas las cosas que creáis.

Vosotros mismos sois los Maestros del Juego, aquellos que están llevando a cabo el restablecimiento de la libertad de la Tierra y la siembra de las civilizaciones. Estas civili­zaciones cobraron vida y se activaron y ahora estáis vivien­do en uno de los lugares y momentos más interesantes de la existencia. Hay muchos que os sostienen y que desean fusionarse con vosotros, así como trabajar a través de voso­tros y ayudaros en la tarea que tenéis delante. Para llevar a cabo este trabajo no os hace falta leer muchos textos y estudiar hojas de cálculo de ordenadores. Todo lo que os hace falta es tener confianza en vosotros mismos y diseñar vuestra propia realidad de acuerdo con vuestra propia sabi­duría y con el deseo de conseguir lo que vosotros, como humanos, queréis perfeccionar. Sea lo que sea, lo que queréis que sea vuestra rúbrica —vuestra marca en la Tierra—, será. Así que ¡soñad a lo grande!

Los seres humanos, como tarjetas de entrada a la biblio­teca, tienen acceso a una información única y muy diferen­te a la información experimentada por los insectos, plantas y el reino animal. La Biblioteca Viviente fue diseñada para fusionarse con ella y, al emerger, de hecho, a través de sus formas de vida, otros seres pueden experimentar una ver­sión de la realidad de la Tierra y recopilar información. El deseo de lo que se busca condiciona la elección de fusión que se quiera hacer.

Los seres humanos están codificados para garantizar un acceso muy completo a la Biblioteca Viviente. Cuando otras energías se fusionan con los seres humanos pueden encon­trar fórmulas y heliografías que no pueden encontrar si, por ejemplo, se fusionasen con una rana. Los seres huma­nos han sido utilizados como tarjetas de entrada a la biblio­teca por energías que no operan con pleno conocimiento de lo que es el vehículo humano y esto ha provocado desequilibrios y locuras en los humanos. Aunque es verdad que existen ciertas entidades que quieren perjudicar a los seres humanos, otros provocan daños sólo debido a su ignorancia. Preparar vuestros cuerpos para la recepción de la energía de fusión, establecer las normas de vuestra dispo­nibilidad y el discernimiento, son requerimientos esencia­les. Recordad que tenéis la ayuda de vuestro Yo Superior, la versión de vosotros mismos que guía vuestra experiencia a través de las leyes universales de causa y efecto. El Yo Superior también actúa como un guardián y secretario que apunta todas las citas que tenéis según vuestras actuaciones y creencias en la tercera dimensión, ya que la realidad se mueve continuamente de un dominio a otro.

La conjunción Urano/Neptuno de 1993 fue como una Ola de la Marea Galáctica de Luz que envió un rayo de corriente eléctrica a vuestro planeta, activando el potencial de la tercera hélice en los seres humanos. Provocó que se juntasen los filamentos codificados de luz y que conectaran esta tercera hélice. Esto puenteó la corriente eléctrica de vuestros cuerpos y permitió que el Ser que vosotros cono­céis tuviese acceso al ser multidimensional.

Os esperan tiempos muy acelerados. Vosotros sois, cada uno, un vórtice personal de energía. Cuando participéis con nosotros en este juego de los doce chakras, abrís vues­tros chakras y creáis portales a través de los cuales opera un número ilimitado de vuestras personalidades multidimensionales. Es así como estas personalidades se pueden conectar y formar una unidad armoniosa. Hay versiones de vosotros mismos que se sienten bastante fuera de sincronización y que, cuando aparecen, vuestra tarea consiste en enseñarles cómo sincronizarse para formar una unidad armoniosa. En vuestro fuero interno tenéis que saber muy bien quiénes sois y cuáles son vuestras normas como personalidades de la tercera dimensión que se están convirtiendo en personali­dades multidimensionales. Al establecer las normas podréis experimentar todos los seres que desean fusionarse con vo­sotros, siempre y cuando estén alineados con esta elección.

Una práctica es cuando experimentáis una fusión multi­dimensional, es decir: «¡Escucha! Yo estoy trabajando para mejorar la raza humana porque pertenezco a ella. Estoy buscando maneras de evolucionar, de ser más hábil y de hacer las cosas con mayor facilidad. Intento usar estas habi­lidades de forma que me beneficie a mí mismo y a toda la gente de mi entorno, es decir, a toda la raza humana. Tam­bién quiero que se beneficie este planeta, la Madre Tierra, que nos presta un lugar para vivir». Si la otra energía no encaja con este deseo, se marchará o, a lo mejor, reconside­rará sus planteamientos y cambiará. Muchas veces aparece una energía porque necesita ser sanada, porque busca amor o porque quiere aprender lo que no sabe. Sois como la llama de una vela, y las diferentes versiones de vosotros mismos son atraídas como insectos. El fuego las atrae, vo­sotros las transmutáis y ellas renacen.

Vosotros podéis decir: «Mi deseo es tener una mayor comprensión de cómo utilizar estas experiencias multidimensionales. Mi deseo es saber más sobre este tema, cómo puedo beneficiarme de él y cómo puedo divertirme más con todo esto». De este modo se establece la modalidad de la experiencia. La intención o el deseo son una declaración consciente de lo que queréis manifestar en esta realidad. Así que, si queréis algo, lo debéis desear primero. Así es cómo se construye la realidad.

Estáis viviendo un momento en el cual la realidad se está redefiniendo y vosotros sois los artífices. Comenzad la aventura de la exploración, ordenando lo que queréis y lue­go pedid información y ayuda para interpretar dicha expe­riencia.

¿Qué significa ser una tarjeta de entrada para la bibliote­ca? Supone el primer paso hacia la graduación —hacia la comprensión, la vinculación y la fusión con otras energías permitiéndoles acceder a través de vosotros a la Biblioteca Viviente—. Cuando alcanzáis ciertos estados de conciencia, emitís una pulsión electromagnética, igual que un progra­ma de radio con el que otros pueden sintonizar. Entonces sois muy valiosos porque otros pueden fusionarse con vo­sotros y pueden acceder a los códigos. Estos contienen fórmu­las que permiten hacer réplicas de vida. Muchos salvaguar­das fueron diseñados para que los datos más importantes que hay en los seres humanos, sólo pudieran ser obtenidos a través de un cierto estado de conciencia. Sin ese estado de conciencia las fórmulas ni siquiera están presentes. Las fórmulas sólo son accesibles cuando existe un alto grado de conciencia en los humanos, quienes no son capaces de pro­ducir estas fórmulas cuando se trapichea con la calidad de vida y de la existencia.

Os pedimos a todos vosotros sentir la energía de estos seres que desean fusionarse con vosotros. Pedidles que os den una muestra. Decid: «Mi trabajo sirve para mi propio desarrollo y el del planeta. Si estás de acuerdo con esto, bienvenido. Si no es así, más vale que desaparezcas. No estoy dispuesto a consentir tonterías». Debéis aclarar esto.

También podéis decir: «Energía, si deseas trabajar a través de mí, estoy dispuesto a ser una de tus manifestaciones vivas en este planeta. Quiero saber quién eres y quiero comprenderte. Deseo que tu presencia me energetice. Si tienes acceso a una energía que yo no tengo, estoy dispues­to a darle un lugar en mi cuerpo. Por favor, comparte esta habilidad conmigo».

Si la energía que aparece no es de vuestro gusto, no tengáis miedo a decir: «La puerta está cerrada. No eres mi tipo. Voy a buscarme otro». Y seguramente encontraréis otro tipo de energía porque vuestras normas determinan vuestras experiencias. Una vez que estéis cómodos con el hecho de establecer amistad con lo que llaman invisible, podéis entender más y explorar quiénes son aquellos que no son vuestros «tipos». A pesar de todo, es cierto que ellos son parte de la familia.

Debéis asumir el mando. Hay muchas cosas que son necesarias de cara a preparar a vuestro cuerpo para que pueda acomodar la energía multidimensional. Yoga, estira­miento, respiración y algas y hierbas como suplementos a vuestro cuerpo, sirven para que se pueda crear el espacio que necesita esta energía para actuar. La vibración de la inteligencia multidimensional necesita un cuerpo y, tal vez, parte de vuestro trabajo sea este tipo de preparación.

Debéis cuestionar las energías que quieran trabajar con vosotros. En la Tierra se considera de mala educación cues­tionar a un dios o una diosa, igual como se considera de mala educación que un niño cuestione a un adulto. «A los niños se les debe ver pero no oír». Como hijos de los dioses aplicáis el mismo principio sin cuestionároslo. Os sugerimos que cuestionéis todo —incluso aquello que deci­mos nosotros— porque no sólo tenéis el derecho de cuestio­nar, tenéis la obligación de hacerlo. Esta es la llave para la soberanía. Debéis estar en posesión de vuestro cuerpo y debéis controlar las manifestaciones de la realidad.

Aprended a crear espirales que salgan de vuestro plexo solar y lleguen hasta las visiones de las diferentes personali­dades que existen. Encontraréis que las espirales os conectarán con vuestro propósito. No juzguéis desde vuestro pun­to de vista tridimensional a las personalidades vuestras que veréis porque el juicio crea trampas y ataduras en la reali­dad y así se repite el mismo tema en diferentes disfraces una y otra vez. Muchos de vosotros acordasteis ir más allá del enjuiciamiento en este viaje y es importante que lo mantengáis.

Vuestras personalidades multidimensionales pueden inco­modaros en vuestra evolución. Sois vuestra propia luz y vuestra propia sombra. Claro que estáis jugando el juego de estar separados. Pero también jugáis ahora a ser miem­bros de la Familia de Luz y a ser buenos chicos. Nosotros mantenemos que hay equipos —el equipo de las camisetas blancas y el de las camisetas oscuras— y sólo os gusta veros en el equipo de las camisetas blancas. Os recordamos que el Creador Original crea a todos los equipos y si vosotros pertenecéis al universo del Creador Original, también per­tenecéis a todos los equipos.

Vuestro estado natural de ser, y hacia lo que estáis evolucionando, es un carácter multidimensional que es ca­paz de traer la paz al planeta y llevar esta paz también a otros mundos. Recordad que la paz supone tomar una decisión en lo que respecta a las normas que rigen vuestra vida. Algún día habrá muchas memorias que se deberán integrar e ideas que aparezcan de repente. Os daréis cuenta de que estáis compuestos de capas y capas de vosotros mis­mos y que están vivenciando las cosas y, sin embargo, hay una parte vuestra que está segura de que nada está pasando. Estas capas de la realidad están comenzando a romperse y fragmentarse y vosotros estáis descubriendo nuevos aspec­tos de vuestras habilidades y de vuestra expresión. El truco consiste en atrapar estas cosas —de emplear más tiempo en averiguar qué es lo que estáis descubriendo a lo largo de estos años.

Habéis venido aquí para cambiar las probabilidades de la Tierra. Con vuestro cuerpo hacéis muchas más co­sas de las que sois conscientes. Llegará el día en que os daréis cuenta de repente de adónde vais cuando dormís una siesta, cuando os quedáis adormilados y cuando os acostáis por la noche. Hace mucho tiempo que se necesitaba un gran entrenamiento para desarrollar esta habilidad. Hoy os inunda continuamente la luz y cuanta más haya en vuestro cuerpo, más se estimula la reorganización de vuestra identi­dad mayor. Debéis mantener un fuerte sentido del Yo —el ser que sois ahora— durante todo este proceso. Debéis man­tener una sensación de amor y bienestar con respecto al vehículo que habéis creado.

¿Acaso pensáis que la Tierra está atravesando este cam­bio sin que nadie se beneficie? Hay millones de seres que están esperando que la Tierra se vuelva más luminosa para ellos poder venir aquí con amor y tener acceso a lo que hay y cambiar el curso de los acontecimientos. Para poder lle­gar a este punto tan importante, todos tienen que darse cuenta y sentir quiénes son. Se está enviando energía a la Tierra para crear una revolución y un cambio desde lo más profundo. Esto forma parte del diseño de estos tiempos y conforme se juntan las partes, comenzaréis a saber, a recor­dar y a sentir. Y, de repente, ya no habrá nada que sea igual que antes.

Las memorias que están despertando dentro de voso­tros pueden provocar reacciones físicas porque este revue­lo afecta a las células de vuestros cuerpos físico, mental, emocional y espiritual y hay que entenderlo. Estáis crecien­do hacia algo nuevo y estáis construyendo el marco para ello. Os animamos a que ajustéis vuestro cuerpo mediante el método que más os apetezca. Puede ser Shiatsu, masajes, rolfing, rehirthing o cualquier otro método a través del cual obtengáis acceso a todos vuestros cuerpos —mental, físico, espiritual y emocional—. Podéis utilizar estas técnicas para mover la energía más allá de un posible bloqueo. Os reco­mendamos que bebáis grandes cantidades de agua, aprove­chéis el tiempo para respirar y oxigenaros, que tonifiquéis vuestros músculos y practiquéis expresar el sonido indefi­nido a través de vuestro cuerpo. Debéis mantener vuestro cuerpo activo y vivo. Debéis dedicar un tiempo a comu­nicaros, a meditar tranquilamente y a escuchar aquello que os habla desde dentro. Integrad vuestros descubrimientos en la estructura de vuestra vida y aclarad, a lo largo de este camino, qué es lo que queréis.

Podéis jugar como niños con todo esto y pasároslo estupendamente. No obstante, debéis comprender que a un nivel más profundo estáis explorando y practicando el arte del chamanismo —la habilidad de entender y estar en mu­chos mundos—. El chamán no vive en un solo mundo. Vosotros cambiáis cuando aprendéis a evocar la ayuda de otros mundos e intercambiáis energía de forma creativa mediante la armonía y la cooperación. Siempre debéis re­gresar a vuestro hogar —vuestro Yo en la Tierra— como una identidad fuerte y única que está descubriendo el des­pliegue de las relaciones existentes entre todo lo que hay.

Os están probando para averiguar vuestra consistencia, fiabilidad y estabilidad, porque en los próximos veinte años os pasmarán las anomalías que aparecerán desde otras di­mensiones. Varios portales dimensionales están abiertos y tienen «goteras» y se están moviendo y cambiando cosas que antes estaban separadas. Podría ser que descubráis obje­tos, criaturas y creaciones y sucesos que no deberían estar aquí. Podríais descubrir qué criaturas que se daban por extinguidas vuelven a aparecer, qué animales pueden desa­parecer sin dejar ni rastro y que diferentes variedades de vegetación podrían aparecer en todo el planeta. Pertenen­cias personales —cosas que os pertenecen— podrían desapare­cer en un momento dado, deslizándose por alguna ranura. Estas serán algunas de las anomalías que ocurrirán cuando empecéis a reconsiderar quiénes sois en relación a todo lo que existe.

Nunca ha sido tan fácil influenciaros con pensamientos negativos como ahora. ¿Por qué? La respuesta está en que la gente está creando más negatividad que nunca. ¿Vuestros periódicos os animan a ser alegres o negativos? Las altas frecuencias energéticas que están llegando a la Tierra, provocan el desplome de los reinos astrales que están tan so­brecargados con pensamientos de miedo que ya no pueden soportarlo más.

El desplome de los reinos astrales, con su propia explo­sión de población, está densificando definitivamente al pla­neta. La gente está más asustada y tiene la sensación de llevar una carga más pesada. Los pensamientos tienden a apegarse a la negatividad y esto quiere decir que sentís más veces miedo que alegría, más preocupación que superación, confianza y calma divina. Sin embargo, esto es un proble­ma de elección. ¿Qué queréis elegir? ¿En qué vais a centrar vuestra atención?

Claridad es el nombre de este juego. Si os ponéis a dis­posición sin tener claro a qué, es muy fácil que atraigáis energías inadecuadas para vuestra vibración. Esto no quiere decir que estas energías sean malas; simplemente significa que no están sincronizadas con vuestra intención vibracional; cosa que, tal vez no esté tan clara para vosotros.

Si vuestra postura no es firme con respecto a vosotros mismos, se presenta la confusión porque estas energías no son integradoras. Vuestras emociones son las que crean la calidad de vuestra experiencia y también las formas de pen­samiento que las acompañan. Actuar como si fuerais felices y estar perfectamente bien todo el tiempo no es la solu­ción. Debéis permitiros pasar por las experiencias emocio­nales y aprender de ellas. El mal humor y las energías a las que os aferráis, se convierten en costumbres y en patrones de conducta que pueden crear grandes dificultades. Os po­dríais convertir en lo que nosotros llamamos «ganchos cós­micos», una puerta abierta a cualquier energía no cualifica­da. Sabiendo que el Creador Original está en todas las co­sas, esto puede crear un verdadero dilema.

Tened en cuenta que vuestro proceso de autodescubrimiento en relación con todo aquello que existe, todavía se está desplegando. Cuando la realidad y las ideas comiencen a emerger a través de vosotros, seréis capaces de vivir con mayor intensidad, amor, compasión y comprensión la gran dualidad y polarización que caracterizan un aspecto de la existencia. La clave está en disfrutar el viaje de descubri­miento y encontrar la joya que contiene.

Vosotros sois como portales y vuestras emociones son las protectoras que determinan qué clase de energía puede entrar en el plano terrestre en estos momentos porque vosotros sois los porteros de otras dimensiones. Tenéis que amaros a vosotros mismos porque sois la base de operación en esta realidad. El cuerpo físico que ocupáis es vuestra estación de base. La historia completa de vuestro cuerpo físico os ha traído a este preciso punto de conciencia en el cual os dais cuenta de que sí sois significantes. Vuestro cuerpo es vuestro medio de transporte, vuestro «Merce­des», algo que no se puede negociar, por lo menos no en esta ronda. Vosotros definís vuestras fronteras, sois voso­tros los que decís: «Esto está bien y aquello no. Esto me gusta y aquello no». Aprended a funcionar sin culpabilidad y a amaros a vosotros mismos confiando en que todo lo que habéis creado contiene una oportunidad para crecer espiritualmente.

Cada uno de vuestros pensamientos se convierte en una forma viva. Es como si fuerais pasteleros preparando la masa y formando galletas. Cada vez que pensáis algo, se descarga una forma de pensamiento a la existencia. Esta forma de pensamiento trabaja con vosotros y cobra vitali­dad en el colectivo de la masa de formas de pensamientos. Lo que ponéis en marcha es lo que vais a vivir, tanto si es bueno como si es algo enfermizo. Vosotros sois los creado­res. Tal vez ahora seáis capaces de comprender la importan­cia de lo que ponéis en marcha mediante vuestros pensa­mientos básicos y vuestras creencias. No vale la pena ser celoso o energetizar el odio, el desquite o cualquiera de estas cosas porque cuando las dotáis de vida, ellas vuelven para perseguiros y para que, de este modo, vosotros podáis vivir personalmente vuestra fuerza creativa.

Si amáis vuestro cuerpo y os amáis a vosotros mismos, llegaréis a ciertas conclusiones que determinarán vuestra disposición. Sois los dueños en lo que respecta a la disposi­ción de vuestras moléculas cuando las células de vuestro Ser proclaman vuestra intención.

Nosotros os estamos enseñando las reglas de los due­ños. Tenéis que volveros lo suficientemente fuertes para poder soportar un encuentro con vuestro ser multidimensional. Si la vibración de vuestra intención es clara y pode­rosa, nada que no sea adecuado para vosotros ni siquiera puede ser magnetizado por vosotros. Recordad que cada uno de vosotros crea su propia realidad basada en la ver­sión personal de sus creencias.

Las energías se alimentan de vuestra fuerza vital —la energía kundalini que mora en la base de vuestra espina dorsal y sube por todo vuestro cuerpo físico—. Muchas veces la gente sólo se acerca al entendimiento de la kundalini a través del deseo sexual. Recordad que esta fuerza que se llama deseo sexual puede crear vida. A su manera, vuestra pasión os impregna y hace que creáis vida. Esta fuerza, incluso si no tenéis conciencia de su vitalidad y propieda­des creadoras de vida, puede ser absorbida y chupada de muchas maneras diferentes. Vuestra responsabilidad consis­te en elevar la kundalini a través de todos vuestros chakras, primero a través de los que están en vuestro cuerpo y lue­go a través de los que están fuera de él, y en usar esta fuerza para crear. Esta vitalidad os da el valor, la gracia y la con­fianza de utilizar vuestra habilidad de jardinero para plan­tar cosas con vuestra mente.

Muchas veces ocurre que gente que está poseída ve cómo sus propias formas de pensamiento vuelven hacia ella. La aparición de un desorden psíquico implica que la persona ha enviado con intención algo a otros para molestarles; ambas partes están involucradas en la creación de este pro­ceso. La suma total de cualquier viaje de evolución supone la integración de todas las cosas que hayáis hecho y la acep­tación de la sombra y de la luz. Tenéis que asumir la res­ponsabilidad de lo que estáis creando y ¿de qué otra forma se puede asumir la responsabilidad sino a través del saber?

Cuando una energía quiere haceros saber que está ahí, hará a veces cosas para que os deis cuenta de que no estáis en vuestro estado normal de ser. Para que vosotros notéis la presencia de una energía, ésta puede exagerar algo para así reclamar vuestra atención. Podéis decir: «Oye, está bien, sí que estás ahí. Lo he entendido. Siento tu presencia. Ya no hace falta que utilices métodos extremos». La energía aprenderá a modificarse cuando se fusione con vosotros. Debéis mantener vuestras líneas de comunicación abiertas. No penséis que sólo porque esta energía no aparece ante vosotros en la tercera dimensión, no entiende cuando os comunicáis con ella.

Los animales son expertos dentro de los reinos de la multidimensionalidad y de la fusión. Traspasan las dimen­siones. Puede que en algún momento hayáis visto a un ani­mal o pájaro y en el momento siguiente haya desaparecido. A ellos les preocupa mucho la calidad de la vida —mucho más que a vosotros—. Cuando la calidad de vida es cuestio­nada, emigran automáticamente a otra realidad. Se mar­chan a otros dominios de la existencia porque ellos están programados para sobrevivir.

Los animales son inteligentes y flexibles y tienen mu­chas más aventuras que los humanos. No tienen que cons­truir centros comerciales y cementerios ni tampoco tienen que ver la televisión o ir al cine para distraerse con formas superficiales de entretenimiento. ¿Creéis que los animales se aburren? ¿Creéis que los animales se preocupan de qué hacer? Tienen muchas, muchas aventuras que vosotros no seríais capaces de entender, aunque algún día las compren­deréis.

Los insectos y las ranas, por ejemplo, abren vías dimensionales con sus sonidos. Otros, puede que viajen con el sonido. Todo sueña, viajando a muchas realidades. Para vosotros es más fácil comprender el concepto de «so­ñar» porque sabéis que cuando estáis dormidos, vais a otro mundo que también existe. Todo existe porque está interconectado y no importa si la memoria está abierta o no.

Los escarabajos, gusanos y ranas saben que van de una realidad a otra. Van a otros mundos pero, sin embargo, están aquí mismo en este mundo.

Hay un número mayor de insectos en este planeta que cualquier otra clase de animales y ocupan menos espacio. Mantienen el equilibrio porque sin los insectos vuestro pla­neta no podría existir. Los insectos son seres multidimensionales y actúan como guardianes invisibles de muchos mun­dos. Algunos de los dioses creadores se parecen a insectos, tanto en su aspecto como en su carácter. Hay gente que ha fotografiado y ha tenido encuentros con seres que son mi­tad humanos y mitad insectos. Los dioses creadores se han duplicado y han asumido muchas formas para estar aquí como representantes silenciosos de su propia especie.

Los insectos trabajan con vosotros de una manera que ahora no podéis ni imaginar. Pensáis que aterrizan acciden­talmente sobre vosotros pero la verdad es que están che­queando vuestra frecuencia electromagnética. Para los in­sectos vosotros no tenéis el aspecto que conocéis de voso­tros mismos. Sois un campo de fuerza y en él hay partes que son muy atractivas para los insectos debido a los feromones (olores) que despedís. Tal vez os podéis familia­rizar con su identidad cuando os dan un pequeño picotazo o mordisco.

Muchas formas de vida se volverán conscientes y entra­rán en este plano de la existencia. Seguramente querréis meterlas en un parque zoológico. Para ellas, vosotros estáis dentro del zoo, como si estuvierais en una prisión, encerra­dos detrás de rejas. Os quieren ayudar y quieren que recu­peréis la comunicación entre especies. Están esperando a ver si conseguís relacionaros con algunos animales en parti­cular o con algunas especies. Si demostráis vuestro recono­cimiento de la inteligencia que hay en todas las formas de vida, comenzaréis a cualificaros como embajadores o repre­sentantes diplomáticos de vanas especies. La vida, de ver­dad, se volverá extraña.

Cuando una rana croa, el sonido crea una apertura a otra dimensión para el reino animal —especialmente para insectos pero también para otros miembros del reino ani­mal—. Las ranas y los insectos mantienen la frecuencia y tienen ciertas habilidades. Cuando las ranas croan en el silencio del día o de la noche crean un momento armónico y giratorio. Las energías del entorno pueden meterse en este sonido y experimentar, con bastante facilidad, lo que significa ser otra forma de vida.

Todos los animales están mucho más afinados con múl­tiples realidades que los humanos y ellos os pueden enseñar cosas de estas realidades. Algunas personas se pueden fusio­nar con animales y explorar el reino animal y descubrir lo que significa estar en la Biblioteca Viviente.

Hay muchas formas muy inteligentes de vida que pue­den manifestarse a través de la fusión con los reinos animal y vegetal. De esta manera pueden observar vuestra reali­dad. Las formas inteligentes de vida quieren fusionarse aho­ra con vosotros, las tarjetas de la Biblioteca Viviente. La forma de acceder a la Biblioteca Viviente a través de los humanos es bastante diferente que a través de una ardilla, por ejemplo. Sois muy complejos. Dentro de vosotros hay una enorme cantidad de información. Y, cuando os prepa­réis para fusionaros con otras formas sensibles de la existen­cia, seréis capaces de traer la paz a vuestro planeta. Podréis introducir una magnífica elevación, una nueva manera de ser, una nueva forma de rezar. Parecerá como si fuera algo que sale de vosotros y, sin embargo, sabréis que es mucho más que eso. Debéis comprender que hay una gran inteli­gencia en todas las formas de vida y que la experiencia de toda vida os espera. Abrid vuestro Ser emocional y utilizad la fuerza vital del amor como llave para vuestra propia evolución espiritual.


Ejercicio energético

Ponte cómodo, respira unas cuantas veces profundamente, relájate y deslízate en el momento. Visualízate junto a un grupo de gente que amas y en el que confías. Os habéis reunido para abrir un portal de luz para encontraros con otros mundos. Imagínate una columna de luz, procedente de lo alto, penetrando en tu cuerpo y en el grupo. Sobre esta columna de luz viajan muchas energías que crean una aper­tura o un portal a través del cual se pueden encontrar otras realidades.

Envía tu intención a la apertura de este portal y anun­cia tu presencia. Haz saber a todas las energías y realidades que, para fusionarse contigo, es necesario que tu versión de la frecuencia amorosa, tal como la entiendes en este mo­mento, sea igualada.

Visualízate junto al grupo formando, cogidos de las ma­nos, un círculo alrededor de esta apertura. Estáis llenos de alegría y encantados de lo que habéis logrado juntos; siente la unidad que os permite avanzar.

Ahora, junto con el grupo, pasa por el portal de luz. Sube y localiza el punto donde vuestro portal puede co­nectarse con otros portales de vuestro planeta. Observa cómo os movéis hacia, otros portales dimensionales formando círcu­los de luz. Enlaza tu luz con todos los portales que percibes. Emite la idea y ordena que todas las energías que quieran entrar en el plano terrestre deben adecuar su frecuencia a la que tú estas descubriendo y manteniendo ahora; la frecuen­cia del amor.

Visualízate a ti mismo y al grupo cómo abarcáis al mun­do entero pues los vientos os han dispersado. Estáis creando círculos de luz y sintiendo cómo otros círculos de luz se unen a los vuestros. Siente cómo la frecuencia del amor te sostiene y cómo te encanta ser parte de ella.

Conforme viajas por este mundo, creando estos círculos, siente las otras energías que te ayudan. Siente más allá de tu planeta. Siente quiénes somos nosotros. Siente cómo la energía pleyadiana se fusiona y envuelve tu sistema de chakras. Deja que nuestro amor se adecue a la frecuencia de amor tal como la entiendes actualmente. Permítete sentir durante unos breves momentos cómo las energías que honran vuestra existencia, te ayudan, te nutren y te quieren. Nosotros ama­mos la esencia de vuestro Ser.

Imagínate ahora un portal que poseemos en vuestra galaxia y desde el cual nosotros trabajamos. Como amigos pleyadianos, nosotros actuamos como porteros y vigilamos las fre­cuencias que pasan. Permítenos que te abramos ahora el por­tal para que el amor de otros sistemas se filtre a través de él. Siente cómo se filtra este amor, conforme se abren los porta­les de vuestro planeta. Imagínate rayos de luz dorada, siente cómo todas las células de tu cuerpo hormiguean. Siéntete abrazado y rodeado por esta luz. Deja que esta luz entre en el planeta y recuerda a todos aquellos que la encuentren, que hay otra manera de vivir. Haz que recuerden la nueva heliografía, el nuevo ideal.

Visualízate ahora con la personalidad que estás intentan­do descubrir y entender delante de un espejo. Observa cómo tu cuerpo físico esta cambiando. Fíjate cómo se mueven las moléculas conforme el amor te transforma. Sujeta bien este amor pues es tu riqueza y tu valor. Tú eres este amor en forma viva. El amor que estás destinado a sujetar es la clave para unir diferentes fracciones de energía —hacer que estas energías se expresen con una nueva creatividad en vuestro universo.

Visualízate ligero, moviéndote a través de olas de ener­gía y portales que se abren. Imagínate en tu forma humana catapultado, con el compromiso del amor, hacia la primera línea de la existencia. Respira y, al inspirar, siente la fre­cuencia del amor a tu alrededor. Está a tu disposición en cualquier parte de tu cuerpo y tú decides qué quieres hacer con ella. Siente cómo te llena ahora con una serenidad ple­na. Visualiza a tu planeta rodeado de amor y cómo este amor fluye a través de ti cuando mantienes esta frecuencia sobre los portales que hay alrededor de vuestro planeta.

Ahora, dondequiera que estés, imagínate como una espi­ral que gira y se mueve. Haz que se acelere el movimiento giratorio, haz que se mueva más y más deprisa y une ahora este movimiento giratorio con tu cuerpo, estés donde estés. Siente cómo irradias este amor y cómo toca a cada forma de vida —todo aquello que fue creado—. Siente cómo lo despren­des, tocando todas las cosas, vayas donde vayas. Visualiza cómo se acelera el movimiento giratorio más y más y cómo tus conocimientos son cada vez más claros.

Mantente en esta energía durante un tiempo. Siente este amor—búscalo, conócelo, compártelo, interésate por él, quié­relo y entonces será tuyo—. Confiamos en que sepas que vas cambiando a tu mundo con cada pensamiento expresado. Te agradecemos que estés dispuesto a donar pensamientos de amor y paz a la Tierra. Esto afectará a toda la existencia.

8 EL REGALO DE LOS DIOSES


La experiencia orgásmica envía energía sanadora y rejuvenecedora a vuestro cuerpo.


El portal de la Biblioteca Viviente dentro de vuestro cuer­po está en los genitales y si aprendéis a usarlo sirve como entrada a los archivos del tiempo. Por regla general, los humanos se juntan y se unen en cuestión de minutos. Mu­chas veces, los humanos no se toman el tiempo para ex­plorarse a nivel sexual porque el placer sensual está, a veces, asociado con el dolor. Muchos de vosotros lleváis impresos un sentimiento de vergüenza por buscar el placer. Recor­dad, conforme se va desplegando la historia, que os ha sido dado el regalo de los dioses.

A nosotros nos resulta muy interesante saber cuántas escuelas de pensamiento proclaman aquí en la Tierra que la cima del logro es poder ir más allá de la sexualidad. Tened cuidado con ideas que os apartan de la esencia íntima de quiénes sois. Estas ideas y conceptos suenan sublimes; sin embargo, os alejan de vuestro ser terrenal y de la riqueza de vuestra forma física. Vuestras secreciones y misterios son regalos que deben ser explorados con dignidad, gracia, reverencia y respeto en el marco de una relación íntima y comprometida.

Nuestra intención es provocar en vosotros una reinter­pretación de la sexualidad. Por favor, comprended que vais a ser realineados y movidos en todas las áreas de considera­ción conforme la Tierra va cambiando. No debéis tener miedo a estar solos —tenéis la capacidad de manifestar la unión más profunda dentro de una relación que vosotros deseáis.

La sexualidad alinea vuestro cuerpo con un estado de sanación y abre portales a las estrellas. La sexualidad, en una relación íntima y amorosa, puede ser muy profunda y transportaros a otros mundos, revitalizar vuestro cuerpo y hacer que recuerde sus patrones ideales.

La expresión sexual ofrece la exploración de los reinos, tanto físicos como espirituales. Hace falta un equilibrio. Vosotros estáis en un cuerpo físico que, en esencia, llegó a existir gracias a la expresión sexual de vuestros padres. Sentíos cómodos con vuestra energía sexual; honrad y acep­tad esta fuerza vital que fluye a través de vosotros. Noso­tros queremos veros vivos, enriquecidos y queremos que comprendáis el vehículo que sois.

En vuestro planeta se os ha mantenido ignorantes en lo que se refiere al sexo. Para vosotros es un asunto puntual y que, en el mejor de los casos, os da placer, pero en verdad es un asunto bastante cósmico. Un patrón energético os co­necta con y atrae inmediatamente energías invisibles cuan­do hacéis el amor con otra persona. Los dioses y diosas están muy enamorados de vuestras hormonas —hasta tal punto que os comían vivos cuando estabais en un estado específico de secreción hormonal—. Tal vez no os guste esta información porque os hace más responsables de vosotros mismos. Esta información os obliga a mirar lo que habéis hecho con vuestra vida. Lo ideal sería que no juzgaseis lo que habéis hecho y dónde habéis estado, y lo ideal sería que aprendieseis de lo que recordéis en esta vida o en otra.

Debéis perseguir el ideal de utilizar vuestra expresión sexual para regeneraros en lugar de degeneraros. Hablar de sexualidad supone hablar de hormonas. La sexualidad exci­ta el núcleo de vuestras células, y los filamentos codificados de luz se entrelazan. Como con un imán, las energías se sienten atraídas y se enfilan en la misma dirección. Cuando sentís deseos sexuales y comenzáis el baile que dispara las hormonas dentro de vosotros, todo vuestro cuerpo se ali­nea en una sola dirección. Cuando vosotros, junto con otro individuo, os alineáis, sois como los polos norte y sur. En general, las células de vuestro cuerpo se mueven cons­tantemente como la multitud que se mueve en todas las direcciones en la Grand Central Station o cualquier otro lugar. Pero durante la actividad sexual es como si alguien tocase un silbato y todo el mundo se volviese para mirar en la misma dirección. Cuando llegáis a una verdadera unión con otra persona, durante la actividad sexual, hacéis que la energía de todas vuestras células se alineen en una sola di­rección. Vuestro cuerpo se convierte en un imán. Cuando vosotros, junto con otra persona, llegáis a un elevado esta­do de fuerza electromagnética, tiráis el uno del otro para crear un equilibrio entre vosotros. Cuando os convirtáis en expertos en este tema no hará ni siquiera falta que os to­quéis. Podéis crear esta red de amor entre vosotros y, a través de este campo de fuerza, vuestro cuerpo interno puede elevarse e ir a otros mundos.

La mayoría de vosotros sois muy selectivos con lo que se refiere a la comida. Debéis también ser selectivos con la forma de placer que admitís para vuestro cuerpo. Daos el permiso de descubrir el placer, de hablar de él y de sentir­lo. Mirad vuestro cuerpo —desnudadlo y observadlo en todas las posiciones para descubrir lo divino que hay en cada arruga y cada hendidura—. Recordad que cuando ha­bláis de un coche tampoco decís: «Oh, no mires el maletero». Aceptáis todo el coche tal cual. Cada parte del coche sirve como conjunto y os permite viajar. Lo mismo sucede con vuestro cuerpo.

Nosotros pensamos que la sexualidad es uno de los regalos más excitantes que se os ha dado y queremos guiaros a lo largo de este viaje para que os lo paséis lo mejor posible durante vuestra estancia en la Tierra. Amaos a vosotros mismos y amad a la Tierra porque sois la misma cosa y esto incluye cada parte de vuestro cuerpo. Debéis hablar del sexo. Asumid el compromiso de aceptar cada parte de vuestro cuerpo y de atraer a un compañero/a que honre cada parte de vuestro cuerpo. Aseguraos que vuestra pareja está dispuesta a explorar vuestra fuerza divina.

Es importante que os hablemos del sexo. Nuestros ante­pasados fueron los responsables de alejaros de vuestra pro­pia sexualidad y os empujaron para que la malinterpretarais. La sanación aparecerá cuando comprendáis esta fuerza vital que llamáis sexualidad y cuando comencéis a comprender vuestras propias prioridades vitales. Es uno de los puntos claves que tiene que ser sanado en este planeta.

Tenemos algunas sugerencias para vosotros. Tienen que ver con la manera de juntaros con un compañero/a y de honrar a vuestro cuerpo y al cuerpo de vuestro compañe­ro/a cuando exploráis los misterios. Recordad que estáis explorando la cantidad de energía que sois capaces de soste­ner entre vosotros y cómo esta energía os puede transpor­tar a algún lugar.

Cuando se mueven las hormonas de la atracción vivís un intercambio de energía entre todos vuestros chakras y los de vuestra pareja. Vuestras energías se fusionan. Si ele­váis la energía, en lugar de mantenerla en vuestros genitales, podéis incrementar el flujo energético y trabajar con una nueva conciencia. Aprended a hacer subir la energía a tra­vés de vuestra columna vertebral y a través de todo vues­tro cuerpo sin llegar al orgasmo. Puede que durante el acto sexual experimentéis el colapso del tiempo.

Cuando compartís la energía sexual con vuestra pareja, os abrís para que otras fuerzas puedan fusionarse con voso­tros. Para las energías externas, poder fusionarse así duran­te vuestra experiencia sexual es una parte especial y excitante de la Biblioteca Viviente. Hubo un tiempo en el que se consideró el mayor honor que se fusionase un dios o una diosa con una pareja durante su experiencia sexual. La ex­periencia más elevada era fusionarse con un ser altamente evolucionado que te honraba y que llevaba la vibración del amor, y convertir así la experiencia sexual en una experien­cia dimensional. ¿Cuánta gente conoces que primero eleve su vibración antes de hacer el amor? Hay gente que se embriaga o se droga o hace cualquier otra cosa para conse­guir el valor de hacer el amor. Vosotros tenéis que enun­ciar las reglas y las condiciones en lo referente a vuestra sexualidad, a los reinos no físicos para que se os acerquen sólo aquellos que son adecuados.

Sed claros con las energías que quieren trabajar con vosotros. Pedidles que se ajusten a vuestra disponibilidad. Vosotros establecéis las reglas —para los Pleyadianos, todos los extraterrestres, para los dioses y diosas—. Asimismo, decidís diciendo: «Escuchad, estoy aprendiendo de voso­tros. No entiendo nada. Quiero conoceros. Estas son mis reglas. Sólo voy a hacer el amor con alguien a quien quie­ro. Yo honro a mi cuerpo. Honro a la Tierra. Para mí lo más importante es la integridad. Si te puedes ajustar a mis valores, te doy la bienvenida y te enseñaré cosas sobre la sexualidad humana». Este es el procedimiento.

¿Verdad que habéis aprendido a reconocer las vibracio­nes pleyadianas? Si otro tipo de energía apareciese os da­ríais cuenta. Pero, tal vez, aún no habéis aprendido a reco­nocer a otras energías y, por lo tanto, no sabéis quiénes pueden ser. Los reinos más elevados no están exentos de decepciones. ¿Cómo sabéis en la Tierra que la persona con la que habéis trabado amistad es una buena persona? Seguís vuestra intuición. Queremos que utilicéis las mismas habili­dades de percepción cuando se trata de los reinos no físicos. Os sugerimos que mantengáis vuestros valores y que seáis muy claros en lo referente a vuestra disponibilidad cuando exploráis el trabajo y el juego con entidades que están bus­cando a un humano para que les asista a tomar forma. De­béis reiterar estos valores y vuestra claridad una y otra vez. Honrad vuestro cuerpo, honrad al cuerpo de vuestra pare­ja y haced el amor sólo cuando hay amor de verdad —ésta es la clave—. La energía sexual de vuestro cuerpo es vuestra fuerza vital. Es la fuerza del dios o la diosa que reside en vosotros porque contiene el secreto de los secretos —es la fuerza creativa.

La mayoría de los humanos utiliza su sexualidad de manera que les degenera en lugar de regenerarles. Hace mucho tiempo, la Diosa estaba totalmente afinada con las fuerzas naturales y creó entonces un tipo de vibración de la cual se alimentaban estas fuerzas de la naturaleza. Recordad que todas las cosas están interconectadas —no hay nada sepa­rado y todo está conectado con todo—. Lo que vosotros hacéis ahora aquí afecta a todo el globo.

Heredáis la heliografía de cada persona con la que ha­céis el amor, así que no sólo tenéis que preocuparos de lo vuestro sino también de las historias del otro. Cuando vuestro cuerpo se junta con otro, se remueven vuestros chakras y se mueve la kundalini. Si la kundalini sólo se mueve en vuestros dos chakras inferiores y no en todo el cuerpo, se pueden producir «enganches» en el campo áurico de la otra persona y al revés. Esta es la razón por la cual es tan importante ser selectivo con quien hacéis el amor. Ase­guraos, si decidís hacerlo, de que haya una unión y un compromiso de trabajar las cosas porque ahora, que el tiempo se acelera y también se acelera la energía, podéis coger cualquier cosa de otra persona.

Os aconsejamos eliminar todos los viejos apegos en lo que respecta a vuestro cuerpo. Visualizad cómo se limpia y es bendecido y cómo se eliminan todas las energías sexuales de relaciones anteriores. Haced todo lo que podáis para eliminar amorosamente las relaciones sexuales anteriores y que significaban mucho en vuestra vida. Dejad de hablar del pasado y no energeticéis más a parejas anteriores. De­jad que todo esto se vaya. Si seguís hablando de gente con la que habéis tenido una relación hace años, seguís energetizando sus formas de pensamiento en vuestro campo áurico, sobre todo si habéis tenido una relación sexual con esa persona. Esto os inhibe de vivir un nuevo «ahora».

Es como si instalaseis un imán en vuestra puerta para atraer la energía de esa gente aunque haga veinte años que hayáis tenido contacto con ella. Circuláis con su energía. Puede que ya ni siquiera son aquello que recordáis, pero podéis recrear vuestra experiencia con ellos. Estos tiempos están llenos de trucos. Hace veinte años las cosas eran muy nostálgicas. Ibais por ahí con la radio puesta —domingueros que se tomaban una Coca Cola o se emborrachaban, se iban a la playa e iban de bar en bar—. La vida era como una gran avenida, una gran fiesta. Las cosas han cambiado. En­tonces teníais tiempo para soñar despiertos y fantasear. Pa­saba mucho tiempo entre que formulabais un pensamiento y éste se materializaba. Hacían falta eones para que se mate­rializase lo que deseabais. Este ya no es el caso. Ahora, cuando pensáis en algo, tropezáis con ello cuando cruzáis una habitación. Así de rápidas ocurren las cosas ahora. De­béis ser selectivos. Debéis tener conciencia de la burbuja de tiempo en la que os movéis. El tiempo está colapsado y hay un cambio en la manera de ver las realidades.

Cuando utilizáis un «kleenex», lo cogéis, os sonáis la na­riz y lo tiráis. Esto no se puede hacer con las personas — usar y tirar—. El proceso no es tan sencillo y rápido. Si tenéis una relación sexual con otra persona, estáis unidos a esta persona. Cuando se juntan dos cuerpos, aunque sea por una sola noche, se fusionan vuestros campos áuricos. A lo mejor no sabíais esto hasta ahora.

El sexo es algo maravilloso. Es uno de los regalos más gloriosos que tenéis, como seres humanos, para descubrir vuestra identidad. No obstante, tenéis que aprender a usar­lo. Nadie os ha enseñado las ramificaciones energéticas que tienen lugar cuando dos personas hacen el amor. Tal vez queréis celebrar algún que otro ritual o alguna ceremonia con el fin de eliminar la energía de otras personas de vues­tro campo energético. Un ritual con humo es una buena manera de limpiar el campo energético. En todas las iglesias se hace. Muchas instituciones religiosas utilizan incienso o cualquier tipo de humo para limpiar la energía. El humo es multidimensional. Al utilizar humo, estáis dando un paso para limpiar, aclarar y eliminar la energía de manera que no haya ningún apego a ella. A lo mejor os interesa limpiar vuestro cuerpo y vuestra casa con humo.

Cuando os queréis desprender de las personas, necesi­táis energía de la misma manera que necesitáis energía para uniros a ellas. No podéis utilizar el método «kleenex» y tirarlas; tiene que haber un final. ¿Cómo se hace esto? ¿Y sobre todo, cuando las personas en cuestión no quieren colaborar? Debéis trabajar con la energía de estas personas a nivel etérico. La bendecís con amor, la soltáis y le pedís que salga de vuestro campo. Debéis darle las gracias por la lección que habéis compartido.

En este momento es mucho más intenso hacer el amor y os lo decimos por si no os habéis dado cuenta hasta ahora. Y si no hacéis el amor, probablemente es un mo­mento especial en vuestro desarrollo. Pero si hace mucho tiempo que no habéis hecho el amor, nos gustaría pre­guntaros: ¿de qué os estáis escondiendo y qué creencias tenéis con respecto a vosotros mismos que os hacen creer que ya no estáis cualificados para hacer el amor? La expe­riencia orgásmica envía energía sanadora y rejuvenecedora a vuestro cuerpo. Muchas veces puede provocar un alivio emocional muy intenso y os inundan los sentimientos.

El sistema endocrino suelta toda clase de hormonas y sustancias químicas. Algunas de estas sustancias deben ser diseminadas, otras, sin embargo, deben quedarse en vues­tro cuerpo. Cuando se quedan dentro de vuestro cuerpo, éste las absorbe y se eleva a otro estado. Sois más autóno­mos, sabéis más. Cuando la fuerza vital se dirige conscientemente hacia fuera, en forma de semen, se usa para im­pregnar. Al igual que a las mujeres se les ha vendido la idea de que no pueden prevenir un embarazo cuando no quie­ren tener hijos, a los hombres se les ha vendido la idea de que el proceso de eyaculación es la única manera de tener un orgasmo. Es un proceso que se puede retener y los fluidos se pueden distribuir por todo el cuerpo. Es una forma más elevada de sexualidad y que se practica en el Este desde hace siglos. Si los hombres eyaculan cada vez que tienen un orgasmo, pierden su fuerza vital en una de las versiones de la realidad.

Si eres hombre, puedes aprender a tener una relación sexual reteniendo el esperma y no eyaculando. Hay técni­cas que se pueden aprender. Presionar el perineo, esta pe­queña zona entre el ano y los genitales, retiene la fuerza vital dentro del cuerpo y el orgasmo cambia. Los humanos han sido engañados a tener solamente orgasmos genitales, experiencias muy localizadas, en lugar de tener una expe­riencia que implique a todo el cuerpo, una experiencia cós­mica. Cuando os paréis a pensar en el número de cuerpos que tenéis, también seréis capaces de daros cuenta de que podéis tener una experiencia orgásmica en todos estos cuer­pos. Así que, al reconsiderar y redefinir el tipo de placer que deseáis, podéis empezar a vivir diferentes maneras de recibir placer y saliros del área genital.

El esperma es una fuerza catalizadora de la existencia y cada vez que un hombre libera esperma, agota, hasta cierto punto, su cuerpo. Lo ideal sería que un hombre sólo eyacu­lase cuando quisiera, es decir, cuando deseara procrear o vi­vir esta experiencia. Os han sido dadas algunas ideas que os mantienen en un estado vibracional muy bajo, ideas que más bien degeneran en lugar de rejuvenecer. Primero, os han contado que el sexo es algo malo. Luego se han creado instituciones que os perdonan cuando hacéis estas cosas ma­las. Tenéis estas dualidades que van y vienen. Muchos hom­bres y mujeres, especialmente en el mundo occidental, no saben ni siquiera hasta qué punto están convencidos de que el sexo es algo malo. Esta convicción es una capa espesa que cubre todo su comportamiento y hace que pasen por la experiencia sexual a toda prisa ya que, si están haciendo algo malo, no quieren que se les pille al hacerlo.

Hay un punto adecuado, un punto de equilibrio. No hay que sentir ni vergüenza ni culpabilidad después de una experiencia sexual. Es por esto que insistimos en que es esencial tener una profunda unión amorosa con vuestra pareja. El amor que sentís por ella suele evitar, por regla general, el sentimiento de vergüenza y culpabilidad. Sin amor aparece, frecuentemente, la vergüenza y la culpabili­dad y los estragos, que a nivel emocional pueden ser muy grandes.

Hay muchas cosas que se pueden explorar en la zona genital de los hombres y de las mujeres. Los orificios que tenéis, ofrecen diferentes puntos de acupuntura que se pue­den activar. Esto tiene muy poco que ver con la penetra­ción genital.

El puro hecho de mirarle a los ojos al otro, intercam­biando filamentos de ADN, puede provocar una formida­ble excitación. Esta es una conexión desde el corazón a los ojos del alma —el corazón del alma—. Claro que podéis cerrar los ojos; sin embargo, un fuerte contacto con los ojos cambia la experiencia. Puede que también os apetezca trabajar con vuestros chakras, tocando especialmente el chakra corazón del otro. Poned la mano sobre el chakra corazón del otro y mantened vuestros corazones abiertos. Todos los puntos comienzan a recobrar vida si os estimu­láis con vuestros ojos, utilizáis los chakras y activáis los puntos de acupresura de la zona genital. Cuando tocáis estos puntos se produce una respuesta química que os per­mite tener un orgasmo que asciende por todos los cuerpos. Esto hace que subáis la escalera del conocimiento y que os acerquéis a la divinidad. También implica el permiso de explorar los cuerpos del otro para sentiros completamente libres con la forma y la expresión de vuestros cuerpos. Esta es la siguiente avenida.

Explorad quiénes sois, clarificad lo que buscáis y per­mitid que el tiempo que dura la expresión de vuestra sexua­lidad, sea un tiempo de alegría. El sexo no tiene nada que ver con una hazaña; tiene que ver con el compartir y con la unión más íntima que existe. No es simplemente un «qué bueno ha sido». Tiene que ver con la intimidad, con la fusión con otro, manteniendo la propia identidad. Tiene que ver con ayudar y ser ayudado porque será esencial mantener vuestra propia identidad y redescubrir lo que es el placer y la alegría. Vuestro cuerpo entonces comenza­rá a recordar.

Tal vez seáis capaces de cambiar vuestro enfoque mien­tras hacéis el amor para no llegar inmediatamente al clímax. Divertíos, llegad al punto justo antes del clímax, sostened la frecuencia, bajad hasta un cierto punto y volved a subir una y otra vez. Tomaos todo el tiempo que queráis. Si honráis este proceso podéis pasaros horas porque esto crea una profunda intimidad y la experiencia durará mucho más. El rejuvenecimiento o la regeneración ocurre cuando compartís horas y horas de intimidad, con los ojos abiertos y aprendiendo cómo hacer que vuestro cuerpo haga lo que vosotros queréis que haga.

Un orgasmo no es un suceso local. Hay gente que, con sólo hacerles cosquillas en sus orejas, tienen un orgasmo. Hay gente que, con sólo cosquillearles sus muñecas tienen un orgasmo. Podéis tener un orgasmo durante el sueño. Podéis tener un orgasmo cuando estáis fuera de vuestro cuerpo. El orgasmo es un tema muy malentendido. Pensáis que es un suceso local, limitado a la zona genital. No es así. Es un acontecimiento cósmico que ha sido interpretado como una cosa puntual para que vosotros no os enterarais. Es una pulsación continua de lo divino —del placer y de la conexión con el pulso divino de la existencia—. Por esto puede ocurrir en cualquier parte. Si estuvieseis realmente afinados con vuestra sexualidad, un bocado de una comida deliciosa podría haceros experimentar un orgasmo si fue­rais así de libres. Es la más alta apreciación de lo divino en todas las cosas.

Masturbarse no tiene nada de malo. Es una práctica estupenda si aprendéis a honrar vuestro cuerpo y a estimu­lar cierta sensación en vuestro cuerpo. Debéis masturbaros sin proyecciones, sin sentimientos de vergüenza y sin atraer una variedad de desconocidos hacia vuestro cuerpo me­diante vuestro pensamiento. Tiene sus trucos, como todo. Es una forma artística, pero no se debe practicar solamente para aliviarse. Utilizar la masturbación como medio de aliviar la tensión debería haceros pensar. Si no os habéis masturbado jamás, ¿Cómo podéis esperar hacer el amor con alguien y querer que el otro conozca vuestro cuerpo cuando ni vosotros mismos lo conocéis?

Cuando sentís deseo de expresar vuestra energía sexual, puede que penséis: «Bueno, si decido practicar el arte de la masturbación, esta vez será solamente para aliviar la ten­sión. Quiero disminuir la tensión». Si es esto lo que sentís, pensad: «De acuerdo, ¿Cómo voy a manejar esta acumula­ción de energía? Pues en lugar de utilizar mis viejos patro­nes de masturbación y eliminar el exceso de energía y sen­tirme aliviado por un momento, pienso que esta vez voy a ir en busca del oro y sentirme un poquito incómodo. Voy a sostener esta energía. En lugar de masturbarme, me senta­ré en algún lugar tranquilo y utilizaré cristales, practicaré técnicas de respiración y me meteré en la columna de luz». Atraed la luz mediante el ojo de vuestra mente y sentid cómo inunda vuestro cuerpo.

Esto os ayudará enormemente porque queréis aprender y evaluaros a vosotros mismos y saber dónde están vues­tros límites. Queréis una mayor relajación y una visión más amplia, sin embargo, lleváis vuestra energía de forma continuada solamente hasta un cierto nivel. Al retener vues­tra energía sexual, comenzaréis a utilizar vuestro plexo so­lar, corazón, garganta y tercer ojo. Vuestro chakra corona se abrirá y pensaréis: «Ah, me estoy volviendo más listo. ¿Cómo es que me estoy volviendo más inteligente?» La respuesta es: porque estáis utilizando vuestra fuerza vital de manera diferente en lugar de seguir simplemente una rece­ta. Vosotros tenéis sólo una receta para lo que llamáis sexua­lidad: es vuestra fuerza vital. Y hay muchas maneras de usarla.

Una cosa es querer explorar vuestra sensualidad y tener experiencias orgásmicas porque queréis sentiros bien y en­tender la sexualidad y, a través de ella, comprender quiénes sois. Otra cosa es sentiros «cachondos» (para utilizar vues­tros términos) y sentir todo este aumento de energía sexual

para luego simplemente masturbaros y aliviar la tensión y llegar al clímax. La sexualidad es una ofrenda sagrada que os brinda vuestro cuerpo, algo íntimo y sensual. Os ayuda a entender esta fuerza interna que os proporciona el placer.

Hoy en día hay mucha gente que practica el celibato porque se da cuenta de que el tipo de actividad sexual que han experimentado les quitaba energía. Esto puede haber ocurrido porque, tal vez, mantuvieron relaciones sexuales sin amor, sin compromiso y sin una conexión espiritual con el otro que les uniese. Como ya hemos dicho, vuestros cuerpos electromagnéticos y vuestros campos áuricos se fusionan. Hay un ir y venir telepático. «Tú me perteneces». «Yo te pertenezco», que está en juego a nivel etérico.

Si estáis pasando un período de celibato, ¡maravilloso!, porque lo que estáis haciendo es contener la energía. Cuan­do tenéis una experiencia sexual y no estáis completamen­te integrados en vuestros sistemas de chakras, ésta resulta muy agotadora. Aunque sea muy excitante, la energía sólo funciona a nivel del primer y segundo chakra. Y hay que tener en cuenta que trabajan sólo con el filamento uno y dos de vuestro ADN.

Cuando dejáis de practicar el sexo, puede que os sintáis sexuales. Os apetece, pero estáis aprendiendo a contener esta energía y dejáis que ella circule por vuestro cuerpo en lugar de hacer el amor y aliviar la tensión. Cuando esta energía circula por vuestro cuerpo vosotros estáis dándole un valor más alto al cuerpo porque la energía os puede en­señar de repente que valéis más y que podéis hacer más cosas de las que jamás hubierais pensado.

Lo ideal no es evitar el sexo o trascenderlo. Lo ideal es valorar vuestra sexualidad —darle un nuevo valor a la pro­pia esencia de lo que hace vuestro cuerpo cuando experi­menta el sexo y un estado orgásmico—. Habrá mucha más libertad de experimentación con la expresión sexual. ¿Re­cordáis los años 1960? ¿Quién podría olvidarlos? Las muje­res tiraron sus sujetadores y los pechos estaban de moda. A lo largo de los últimos quince años, incluso treinta años, las mujeres se están sintiendo más cómodas con los temas del nudismo y el «topless». Os habéis explorado sexualmente y las cosas que tenían que ver con el sexo se han comenza­do a cultivar y a desarrollar.

En los últimos años se ha producido una retirada de los temas sexuales, un miedo a la sexualidad. La gente vuelve la espalda a la sexualidad: «No entiendo esta fuerza. Me junto con alguien y, momentáneamente, hay una sensación exci­tante. Es como si me estuviera comiendo cien helados sin aumentar ni un solo kilo. Pero luego ya no me encuentro tan bien». La honestidad e intimidad y el compromiso son partes esenciales para tener experiencias sexuales satis­factorias. Hay que permitirse ser vulnerable y abierto a los ojos del otro; entonces es cuando la actividad sexual contie­ne una mayor vibración. Exactamente igual que en los años 60, que hubo mucha experimentación como resultado de una mayor entrada de energía, ahora habrá mucha experi­mentación con la sexualidad en los años 90 involucrando asimismo la exploración espiritual.

Practicar el celibato está bien, siempre y cuando esto no signifique que para vosotros el sexo sea algo inadmisible. Está bien, cuando se trata de contemplar y reconsiderar las experiencias sexuales. Es decir, que estáis colocando la sexua­lidad temporalmente a un lado porque la estáis malentendiendo y, al apartaros de ella, tal vez la podéis observar. Si alguna vez habéis escalado una montaña sabéis perfecta­mente que no es lo mismo contemplarla desde la cima que desde el valle. Esto es lo que les está pasando a algunas personas. Están viendo la montaña pero no sienten que estén privándose por no estar en la cumbre. Están efectuan­do una reevaluación de lo que implica la sexualidad, de lo que es el amor, de quiénes son ellos mismos y qué valores están estableciendo.

La sexualidad es uno de los aspectos más íntimos de vuestra vida. Sin embargo, la mayoría de la gente de este planeta practica el sexo sin ninguna intimidad. Es una fun­ción. Es como ponerle aceite al coche: «Necesito hacer el amor, venga». Lo hacen las mujeres igual que los hombres. Nuestra discusión siempre ha sido que la razón de apartaros del sexo sin miedo, está en que podríais descubrir que la sexualidad es un portal que lleva a una mayor conciencia. La misma fuerza vital que empleáis para crear bebés, puede ser utilizada para emprender un viaje mágico hacia otros reinos de la existencia. Llegará el momento en que se pue­dan detectar los filamentos del ADN en el iris de vuestros ojos. Cuando os juntáis sexualmente con otra persona y os miráis a los ojos, os podéis transportar a otras realidades. También podéis utilizar la respiración y la imaginación para hacer circular la energía. Las energías son similares a la fuerza que propulsiona una «lanzadera del espacio» a su órbita para circundar vuestro planeta —la energía que pro­pulsiona a los así llamados vehículos espaciales y los pone en marcha—. La energía de la expresión sexual os puede liberar y poneros en marcha.

Hacer el amor es un acontecimiento especial que se debe planificar. Al mismo tiempo debe ser muy espontá­neo pero, dentro de la espontaneidad, debe haber una apre­ciación del inherente ritual.

El amor es el ingrediente que hace que se junten dos cuerpos sin importarle si estos dos cuerpos son masculinos, femeninos o masculino y femenino. El cuerpo fue diseñado para tener una pareja masculina o femenina. Esto es muy obvio —las polaridades se encuentran—. Es una cuestión bio­lógica aunque nosotros queremos decir que no hay nada malo cuando dos vibraciones iguales se atraen. Es lo que están trabajando y aprendiendo sobre sí mismas; no tiene sentido juzgarlo. La experiencia final se hace cuando hay amor, cuando los ojos están abiertos y cuando hay un compromiso. Entonces podéis comenzar a viajar.

La sexualidad recobrará un valor completamente dife­rente y será una de las fuerzas más poderosas a discutir conforme los cambios de la Tierra sean más pronunciados. Cuando vuestra sociedad se desintegre vais a querer re-evaluar todo. Vais a querer estar juntos, a querer asumir compromisos y a tener una pareja en la cual podáis confiar. Cuando os deis cuenta de la extensión de la vida y cuando comprendáis cómo se está acelerando todo, experimenta­réis una agradable sensación de rejuvenecimiento. Las pare­jas que elijáis serán personas que conocéis y habéis conoci­do desde hace miles de años.

En la mayoría de los casos, abrirse a la intimidad les resulta más fácil a las mujeres que a los hombres, simple­mente porque las primeras aceptan mejor sus emociones. Como humanos, siempre estáis buscando las vibraciones del éxtasis, del amor y del contacto que se produce cuando se expresan las emociones. No podéis tener acceso a la fre­cuencia sexual del éxtasis y del amor sin sentimientos pues­to que la sexualidad es sentimiento. Hay mucha gente que está buscando esta frecuencia desesperadamente y ni siquie­ra sabe que la está buscando. En su ingenuidad sólo saben buscar la expresión sexual.

Si sois mujeres, podéis ayudar a vuestra pareja masculi­na a abrirse, a aceptaros a vosotras mismas y a vuestro propio cuerpo. Podéis establecer los haremos para que se­páis para qué tipo de hombres estáis disponibles. Magneti­zaréis a este tipo de hombres porque estarán dispuestos a aprender y a cambiar. Las vibraciones masculinas, en gene­ral, están muy confundidas en estos momentos porque no saben con seguridad cuál es su identidad. Se darán cuenta que tienen que atraer a aquellos que estén dispuestos a ayudarles a integrar los cambios. Cuanto más estable sea el amor por vuestro cuerpo y cuanto más seguras estéis con respecto a lo que queréis y deseáis, más fácil será la tarea para los hombres. Demasiadas mujeres han estado calladas durante demasiados años y se han conformado con tener una cita los sábados por la noche. Las mujeres no han creado reglas a las que los hombres se hayan tenido que atener. Gracias a la activación de la energía de la Diosa y la comprensión de la forma femenina completa, tal como fue diseñada, se está creando un nuevo modelo. Las mujeres tienen que aprender a hablar de sus sentimientos y deseos para poder crear un nuevo patrón de experiencias. Esto les facilitará a los hombres el abrirse a sus centros de sentimientos, a vivir sus emociones, a elevar su energía sexual a través de sus chakras y a estar más cómodos en la intimi­dad de lo que jamás hayan podido imaginar. Hará falta tiempo. Las mujeres han estado tan encerradas en su silen­cio y los hombres en su ausencia de sentimientos que los cambios no se pueden producir de un día para el otro. Debéis tener paciencia los unos con los otros. Tened com­pasión por todas las personas y por lo que están pasando. Tenéis muchas cosas para compartir y para enseñaros los unos a los otros.

Uno de los grandes tabúes de vuestra sociedad ha sido el sexo oral. Hemos dicho que la sustancia del poder femeni­no es la sangre, pues la sustancia del poder masculino es el esperma. El esperma lleva una enorme cantidad de infor­mación, mientras que la sangre puede ser comparada con un elixir de sanación, una fuente de vida; ambos ofrecen revitalización y rejuvenecimiento. Compartir estas sustan­cias dentro de una relación íntima y amorosa es compartir los secretos más profundos de vuestro poder. Supone el máximo de fusión de vuestras identidades para que podáis recordar quiénes sois y por qué estáis juntos en esta vida.

Cuando las mujeres se den cuenta de los misterios de la sangre, muchas harán cosas muy creativas y extravagantes con ella. Aprenderán a darse cuenta de que no es una cosa horrible, fea, mala y maloliente sino que tiene muchos misterios. Jugarán creativa y respetuosamente y sin sentido de vergüenza con esta sustancia para ver qué se puede hacer con ella. Lo mismo se puede decir del esperma.

Cuando ingerís estas sustancias creáis una unión muy profunda. Es como beber o infiltrar los secretos y la esen­cia de los individuos de los que proceden. Una vez más queremos insistir en que sin el ingrediente amor, nunca podréis vivir este estado exaltado de plenitud.

Cuando hay amor y confianza, compartir, ingerir y utilizar estos fluidos abre las puertas a las memorias más profundas de unión e intimidad. Iréis más allá de lo que se denomina secreto. La mayoría de la gente no es capaz de mantener este estado durante mucho tiempo. Se pueden acercar y pueden vivirlo; no obstante, no son capaces de completar la siguiente fase de intimidad que va más allá de lo físico.

La intimidad que procede del compartir es muy pro­funda. Lo que vosotros estáis viviendo y lo que se revela es muy profundo. Hace falta amor y mucha preparación para poder utilizar estas sustancias apropiadamente. Vuestra in­tención debe ser muy clara cuando experimentéis con estas cosas y se os abrirá una nueva vía para viajar.

Sugerimos a las parejas que vayan a hacer el amor que tengan una intención en torno a su actividad sexual. Esto no le quita la espontaneidad. No significa que tengáis que organizaros, estructurar un planeamiento y fijar de ante­mano la cita y pasar por diversas etapas antes de juntaros. Cuando desarrolláis una intimidad, la actividad sexual no sólo ocurre cuando las hormonas se mueven. La expresión sexual sucede continuamente. Cuando vayáis al mercado podréis hablar de vuestra sexualidad. No hace falta ence­rrar esta experiencia en el dormitorio o en la ocasión en que tomáis una copa o en ciertas cajitas de actuaciones. Estaréis impregnados de esta energía. Forma parte de lo que os hará entender vuestra divinidad. ¡Esto es esencial!

No podréis comprender lo que significa ser un dios o una diosa sin la experiencia sexual, por lo menos no com­pletamente. Esto es así porque sois humanos y es parte de cómo fueron diseñados vuestros cuerpos. Todas las criatu­ras de este planeta tienen alguna manera de expresión sexual —un método de excitarse y de reproducirse—. Vosotros no podéis comprender cómo dos moscas cuyas antenas se tocan, se excitan mutuamente. Las criaturas de la Tierra —plantas y animales— se estimulan a la vez y se disparan a estados elevados de actividad sin reproducirse.

Mantened esta imagen. Es necesario para vosotros que comprendáis vuestra sexualidad y que no la temáis.

No eliminéis la sexualidad de vuestra vida porque tengáis mie­do a la propia fuerza vital que hay en vosotros.

Si os juntáis en parejas será más fácil hablar de y descu­brir libremente la sexualidad. Llegará un momento en que os sentiréis muy cómodos con el tema. Nadie cuestionará el punto de vista moral porque no podréis atender este tipo de enseñanza si no entendéis de qué va la cosa. Esta­mos hablando de sexo espiritual.

Os esperan muchas cosas en el terreno sexual. Por una parte, debéis manteneros abiertos en esta materia, a la vez que revisáis vuestras creencias actuales en torno al tema del sexo. Asimismo, debéis explorar todas las limitaciones que creáis tener. La sexualidad se os presenta como un derecho de nacimiento y es vuestra herencia como humanos. Se trata de un regalo de los dioses.

Ejercicio energético

Respira hondo y relájate. Imagínate cómo una luz llena de partículas inunda tus pulmones y se mueve por todo tu cuerpo. Encuentra este lugar dentro de ti donde estás afina­do con tu atención y localiza esta parte tuya que observa quién eres. Ahora, viaja con la energía, que absorbes me­diante tu respiración, al interior de tu cuerpo hasta un ni­vel subatómico. Llena este espacio de luz.

Simultáneamente siente la energía que te rodea mientras estas sentado muy quieto concentrándote en tus ideales. Vi­sualiza doce chakras que florecen con color y luz, girando dentro y fuera de tu cuerpo. Siente la energía que fluye en­tre tus chakras y centra tu atención para abrir los códigos sexuales, los misterios y secretos almacenados dentro de tu Ser. La cualidad transformadora del oro te ayudará.

Escucha atentamente para poder discernir cualquier so­nido que resuene en tu cuerpo. Sigue a estos sonidos y vi­sualízate tumbado encima de una mesa hecha de oro de veinticuatro quilates. Quédate con la imagen que aparece, sea la que sea. Observa la mesa y fíjate en todos los detalles. Siente tu cuerpo tumbado ahí, encima de la mesa dorada, absorbiendo el calor del oro. El oro es un conductor princi­pal. Imagina cómo la mesa dorada transmite códigos de impulsos eléctricos a cada célula de tu cuerpo. Estás en paz con todo mientras estás ahí, tumbado en esta mesa. Tus guías y tu Yo Superior están ahí, a tu alrededor, supervisando y vigilándote. Estás muy relajado, en un lugar que hay dentro de tu cuerpo, donde hay un espacio muy profundo. Estando en este espacio y tumbado en la mesa dorada, puedes sentir la luz dorada y ver las pulsaciones eléctricas cómo se mue­ven a través de un espacio bien iluminado en tu cuerpo.

Las cuatro esquinas de la mesa, que tiene una forma rectangular, sirven de puntos de anclaje y a través de las cuales entra la energía. Mantén tu atención en esta conciencia subatómica y vive la transferencia de energía eléctrica al nivel subatómico. Es como si se moviesen de planeta a plane­ta. Estas son las sacudidas eléctricas que se mueven entre los átomos. Sientes calor y hay un sonido que te estimula y te mantiene en un estado de ensoñación. Te cautiva la vi­sión de este espacio dentro de tu cuerpo y es como si estuvie­ras observando una tormenta eléctrica sobre una gran cam­piña.

La luz y el resplandor de la energía eléctrica recargan las partículas más pequeñas de tu cuerpo y, de este modo, reco­bran vida y recuerdan su identidad, haciéndote saber que tienen su propia conciencia. Siente cómo te mueves a través de tu cuerpo, saludando a los átomos que están despertando. Siente cómo tu cuerpo ordena a tu disponibilidad, tu inteli­gencia y tu deseo que trabajen en colaboración con cualquier dirección que tú propones. Date cuenta de lo ilusionado que estás con este descubrimiento de las infinitas posibilidades que se presentan. Relájate aun más y ten confianza, entréga­te al proceso que te está reorganizando, ofreciendo un mayor significado y propósito a tu ser sexual y sensual. Deslízate sobre un mullido cojín de memorias, visualízate valorado y observa cómo se refleja tu valor y tu apreciación de los demás. En este momento de entrega, visualiza aquello que traerá un nuevo significado a tu vida y que contribuirá algo al planeta, moviendo a mucha gente. Siente la continua y suave estimulación eléctrica y cuando te vayas a dormir esta noche, sueña que estas de nuevo sobre la mesa dorada via­jando a la visión transformadora del valor sexual.


9 VIAJAR POR LOS TÚNELES DEL TIEMPO


La Biblioteca Viviente de la Tierra os faci­litara un cambio vibracional para compar­tir y fluir con la energía. La naturaleza, el parque majestuoso de la Tierra, os enseñara como fusionaros y emerger en los túneles del tiempo.


La Biblioteca Viviente de la Tierra os facilitará un cambio vibracional para compartir y fluir con la energía. La natu­raleza, el parque majestuoso de la Tierra, os enseñará cómo fusionaros y emerger en los túneles del tiempo.


El tiempo es una construcción. Aquí en la Tierra habéis vivido bajo la suposición de que el presente es una conse­cuencia del pasado. Nosotros decimos que el presente tam­bién puede ser consecuencia del futuro. El tiempo tiene muchos portales y ambos, el pasado y el futuro, tienen su propia validez e importancia. Todo esto forma parte del «ahora» que se está expandiendo continuamente. El pasado, en su versión del «ahora», sigue influenciando el «ahora» continuo. Estos «ahora» continuos siguen creciendo y ma­durando al igual que sus contrapartidas futuras. Vuestra misión incluye cambiar vuestro pasado, ya que procedéis del futuro, para crear un presente distinto.


El tiempo está colapsando sobre sí mismo. Ahora mis­mo os parece que el espacio implica una distancia —algo que os separa— Cuando penséis en un amigo que está en otra parte del mundo, hay un espacio entre vosotros. El colapso del tiempo supone una caída de las fronteras de control de frecuencia que definen el mundo en el que funcionáis. Pero dado que vuestro Sol está recogiendo rayos cósmicos y los energetiza en vuestro sistema solar, todo se acelera. Esto supone que haya más posibilidades en el «ahora» y destru­ye las fronteras del tiempo tridimensional que determina el escenario de los sucesos. La estructura del tiempo tridimen­sional os encierra y os aísla de vuestro ser psíquico, este ser que va más allá del tiempo. Vuestro ser psíquico sabe co­sas que están más allá de lo que aparece en el tiempo que vivís actualmente.


Estáis gobernados por ciclos y ritmos. La Luna supone una influencia muy importante en el diseño del pulso de la vida. Vosotros construís y definís el tiempo mediante los ciclos lunares, los giros de la Tierra sobre su eje y las rota­ciones de la Tierra alrededor del Sol. La Luna, por supues­to, en su órbita alrededor de la Tierra, actúa como un compañero celestial de la Tierra durante los viajes cíclicos de ésta. Antes de la aparición de la electricidad y durante miles de años, se vivió y se definió la vida mediante estos ritmos. La gente podía observar cómo pasaba el tiempo. El día se convertía en noche y la noche se convertía en día. La gente podía observar las estaciones, y el tiempo se basaba en algo que podía ser verificado. Con la electricidad se produjo la ruptura de estos ritmos porque podía haber luz aunque ya hubiese oscuridad. La gente comenzó a utilizar el tiempo de manera diferente porque el hecho de poder funcionar con luz aunque hubiese oscuridad, supuso una manera radicalmente diferente de ver el día de veinticuatro horas pues la luz eléctrica proporcionó más momentos de expansión.


Con la invención de las computadoras hubo otro cam­bio importante en la percepción. El tiempo se condensó de tal manera que en milésimas de segundos, billones de seg­mentos separados de tiempo pudieron ser vivenciados gra­cias a una máquina. El segundo no pudo ser dividido por el ojo humano. Más y más gente comenzó a trabajar con computadoras y éstas, poco a poco fueron volviéndose mu­cho más rápidas.


Al principio, cuando la gente trabajaba con computa­doras, su concepto del tiempo cambió por completo y sólo se podía manejar una determinada cantidad de distorsión. Ahora que la gente está entrenada a trabajar con com­putadoras, su percepción alterada del tiempo se pasa de una generación a otra y el tiempo se acelera aún más. No obs­tante, una computadora es una manifestación tridimensional que sirve de espejo del colapso y de la distorsión del tiem­po, y la gente alimenta la psique colectiva con estos resulta­dos. Esto permite a personas como vosotros entrelazar las cosas y percibir la realidad desde un punto de vista psíqui­co significante —un punto diferente en el tiempo—. La divi­sión del segundo y la invención de la computadora hicie­ron aparecer el «boom» tecnológico de este siglo, cambián­dolo todo por completo y acelerando vuestra conciencia hacia inimaginables probabilidades. El segundo y el mo­mento contienen continuamente más eventos.


Debido a que el tiempo está colapsando, la estructura tridimensional ya no se encuentra en su sitio. Suceden más cosas en cada instante preparándoos para un rompimiento psíquico. En gran medida, en estos momentos, todo parece un juego. Hay montones de energías a vuestro alrededor en la vida cotidiana, invitándoos a verlas y a reinterpretar vuestras creencias básicas sobre la realidad.


Todos compartís la convicción de que el tiempo se puede medir con un reloj. Todo el mundo está de acuerdo en que el tiempo sí existe. Nosotros decimos que es una construcción. De hecho cada «x» años tenéis que ajustar vuestro tiempo de Greenwich Mean Time debido al tiem­po que falta o al que sobra. Una de las cosas que cada uno de vosotros podéis cambiar a vuestro favor, es vuestra percepción del tiempo. No permitáis que los demás defi­nan vuestro tiempo y dejad de decir «no tengo tiempo». Al colapsar el tiempo, puede que tengáis la sensación de que se os está acabando. Cuando mandáis el mensaje de que se está acabando el tiempo a vuestro cuerpo, para vuestro cuerpo realmente se acaba; es como si hubieseis puesto en marcha un cronómetro. Hay mucha gente que está corriendo como loca porque siente el colapso del tiempo y no sabe cómo interpretarlo. Recordad de vivir el momento, el «ahora» que se expande continuamente, para descubriros a vosotros mismos y para mantener el equilibrio. Esta es la dirección que aportan los rayos cósmicos —una revuelta inicialmente caótica, una reorganización de vuestras percepciones y con­ceptos referente al mundo en el que vivís.


El tiempo tiene ahora una variable. Ya no puede ser medido por relojes. Podéis cambiar, doblar y mover el tiempo. Al colapsar el tiempo, la psique colectiva del plane­ta se ve bombardeada por nuevos conceptos, ideas, inven­tos y alternativas en cada momento. Las probabilidades del momento se están despertando y expandiendo gracias a vuestra experiencia de autorrealización. Puesto que habéis conseguido una afinidad para conectar con inteligencias extraterrestres, el planeta comienza a cualificarse colectiva­mente para acoger una mayor inteligencia y responsabili­dad. Aunque os parezca que vuestro mundo apeste debido a tanta corrupción, por favor, tened en cuenta que ambas polaridades están sucediendo al mismo tiempo. Aquellos que llevan la luz son cada vez más poderosos y dentro de algunos años os sorprenderá la fuerza de esta gente, ya que ellos son vosotros. Una creencia que tenéis en común, es la de pensar en una nueva versión de la realidad en la cual la gente puede expresar su libertad con respeto, armonía y cooperación y en la cual la Tierra y cada forma de vida —animales, plantas, minerales y humanos— son valorados.


Recordad que los Guardianes del Tiempo guían vues­tro universo por una ruta determinada y que pueden mo­verse a través de lo que podría llamarse «fronteras del tiem­po». Ellos crean trozos o segmentos de vuestro universo que permiten que éste se conecte. Las energías se mueven e un segmento a otro y hay ciertos fragmentos que se mantienen separados —uno de ellos es el tiempo tal como lo conocéis vosotros—. Recordad que la energía está en todas las cosas y que vosotros sois parte del Creador Original. El Creador Original ha emprendido un viaje de separación para poder comprenderse mejor. Es por ello que los Guar­dianes del Tiempo mantienen el universo separado para mantenerlo vivo.


Los mayas se llamaban a sí mismos Guardianes del Día. Nosotros los llamamos Guardianes del Tiempo. Está claro - que están asociados con el sistema pleyadiano. Son maes­tros en entrar y salir de sucesos temporales. También son maestros creando cerrojos temporales —separan las cosas para que los sucesos puedan estar directamente en frente de vosotros y debido a los cerrojos temporales, no los veáis—. Los cerrojos temporales no permiten a vuestra conciencia percibir la simultaneidad del tiempo.


Los mayas hicieron el trabajo de base, en lo que se refiere al tiempo, para las cosas que están sucediendo ahora. Los egipcios han hecho otro tipo de trabajo base, los incas y los americanos nativos hicieron otro, aún distinto. Cada civilización ha jugado su parte para crear los eventos ence­rrados en el tiempo que están listos ahora para abrirse en este núcleo o segmento de la existencia en el cual vosotros existís. La civilización de la Atlántida es otra que construyó toda una red de información para este momento presente. Recordad que todo es continuo y que las civilizaciones no se acaban nunca. Pensáis que la Atlántida fue destruida y que ya no existe y por lo tanto tiene que haber existido en un pasado. Esta es una versión de la realidad. Pero la ver­dad es que hay una civilización atlante que no fue destruida jamás —una civilización atlante que resolvió sus propios dilemas, encontró soluciones y no tenía ninguna necesidad de autodestruirse por el mal uso de la energía—. Algo pare­cido sucederá con vuestro mundo. Así, algunas versiones encontrarán soluciones y entrarán en la Edad de Oro, a la vez que otras serán destruidas.


La Atlántida o cualquier otra civilización puede existir en el futuro. Las civilizaciones son continuas —es decir, están fuera de las limitaciones del tiempo—. En efecto, la versión atlante del futuro, aquella que encontró sus propias soluciones, desea asistir a la energía atlante del pasado por­que todo es la misma energía y es una versión reencarnada del Ser. El propósito de volver al pasado consiste en sanar y enseñar el uso correcto de la energía. Las civilizaciones que tienen bastante éxito en todas sus versiones siempre vuelven —si queréis expresarlo así— para ayudar a las versio­nes de sí mismas que no tuvieron las mismas oportunida­des o no encontraron las soluciones. Por una civilización exitosa se entiende un colectivo consciente de su propósito y el efecto que ejerce sobre la gran red de la existencia.


Los Guardianes del Tiempo que dirigen los eventos son como bolas de luz con rayos que viajan a diferentes realida­des y en diferentes direcciones. Los Guardianes mayas del Tiempo fueron capaces de anclar en la Tierra una informa­ción que tuviese sentido para generaciones futuras puesto que ellos eran multidimensionales. Podían viajar hacia de­lante y hacia atrás y hacia los lados en el tiempo y su civilización se basó en los viajes a través del tiempo. Deja­ron muchas pistas de esta historia enterrada a lo largo y ancho de México. Su ahora se volvió más significativo por­que su propósito era hacer crecer «ahoras» que beneficiaran «ahoras» fuera de su ahora. Los mayas quisieron crear el paradigma, la descripción de lo que va a ocurrir, los ciclos por los que pasará vuestra Tierra y los ciclos de tiempo basados en portales cósmicos. Los ciclos de la Tierra en relación al Sol, la Luna y otros planetas de vuestro sistema solar, tienen un efecto importante sobre vuestro cuerpo físico electromagnético. Los mayas comprendieron que la Tierra está ligada a un sistema de rotación mucho mayor que exclusivamente el del sistema solar. Este sistema de rotación estaba basado en diferentes divisiones numéricas. Los mayas crearon y definieron el tiempo de vuestro siste­ma en base a su conocimiento de que sois parte de un ciclo mucho mayor.


Existen muchas versiones de mayas —muchos grupos diferentes de Guardianes del Tiempo que vinieron a traba­jar, a jugar con el tiempo tridimensional en diversas conjun­ciones—. Los mayas ciertamente no aparecieron por prime­ra vez en la época que se os está haciendo creer. Estuvieron en vuestra Tierra muchas veces antes de esta época, hace miles y miles de años. En realidad, les resulta sencillo mo­verse hasta la perfección del universo como les es fácil hacerlo hasta sus comienzos. Su tarea consiste en asegurar que todas las piezas del universo funcionen y que se desva­nezcan cuando haya llegado su momento. También vigilan para que no se produzca un colapso prematuro. Sentid la conexión que existe entre vosotros y estos Guardianes ma­yas del Tiempo y abríos a las claves que han preparado para que las descubráis.


Los cerrojos del tiempo funcionan de la misma manera que lo hacen los mecanismos de ajuste de la luz que tenéis en vuestras casas. Podéis encender y apagar la luz cuando queráis. Desde el punto de vista electromagnético, la conciencia tiene una pulsación que indica su presencia sin im­portar qué es. Hay conciencia en todas las cosas y según cómo se junte, despide una señal única y definitiva.


Existen quienes saben cómo poner el cerrojo del tiem­po a la conciencia. Cambian la frecuencia moduladora de tal manera que, si otros chequean la existencia para averi­guar dónde o cómo se combinan y juntan ciertas energías, no podrán encontrarlo. Debido a los cerrojos del tiempo, colocados en los portales de aquí y porque los túneles del tiempo son poseídos, aquellos, que están ahí fuera en el cosmos, no pueden encontrar la Tierra. La luz de su exis­tencia fue borrada. Para que no se pudiera encontrar la Tierra, se puso en su lugar un espectro electromagnético diferente, uno que es totalmente inofensivo y que no regis­tra el tipo de conciencia que tiene la Tierra. La Tierra fue escondida —puesta en cuarentena.


El propósito de los mayas era venir a este planeta y establecer un paradigma para el futuro. Hay diversas civili­zaciones que, mediante la conciencia colectiva, mantienen los portales energéticos abiertos. Se puede atraer hacia el planeta un número limitado de energías, que sostengan o ayuden a otras realidades. Sin embargo, se tiene que prepa­rar y entrenar a una civilización para que sea capaz de an­clar esta columna de luz. Donde hay luz, hay información.


El pueblo maya era una de estas civilizaciones. Hoy en día, la cultura balinesa es una de estas civilizaciones. Estas culturas existen en algunos rincones de la Tierra. Hay co­munidades, dentro de estados o zonas urbanas, que operan con gran armonía, cooperación, reciprocidad de ayuda y creatividad. Los mayas fueron un experimento para in­fluenciar el futuro y cultivar este planeta que había sido muy oscuro durante un largo período de tiempo.


Los mayas sabían cuál era su propósito. Sabían cuándo iban a desaparecer, de la misma manera que los tibetanos previeron la invasión de su país y escondieron muchos de sus documentos y artefactos más importantes años antes de que vinieran los chinos provocando aparentemente una matanza atroz. Puesto que los mayas eran los Guardianes del Tiempo, pudieron evacuar la Tierra, sabiendo que ha­bían cumplido su propósito. Este es uno de los secretos más importantes de los mayas —ellos conocieron la fecha y el momento.


El calendario maya indica con precisión los ciclos de los cielos y de los infiernos. Los mayas conocieron su fecha de salida y se prepararon para el final. Mirado desde su punto de vista, ellos fueron transportados a otra dimensión física. La verdad es que los mayas todavía viven y existen; de hecho, florecen.


Los mayas supieron que iba a llegar el momento en que tendrían que dejar el planeta. También supieron que iba a llegar el día en que su conocimiento, sus claves, iban a ser desenterrados y descubiertos por la Familia de Luz, es de­cir, por vosotros. Os podemos decir que ya hay gente que ha descubierto estas claves. Los mayas conocieron toda la historia de su propósito y supieron por qué habían venido a sembrar las pistas para el futuro que es el «ahora».


Los mayas están abriendo los cerrojos del tiempo para que vuestras claves de conciencia puedan moverse a través de ellos. Dado que son los Guardianes del Tiempo, son los que están abriendo muchos cerrojos del tiempo situados en todo el planeta.


Tal vez os extrañe cómo se ha podido esconder ante vosotros estos secretos —cómo se os ha podido controlar y aislar de tal manera—. Si todas estas otras criaturas y realida­des existen, ¿por qué no las habéis encontrado hasta ahora? La razón es la red y los cerrojos del tiempo que rodean esta red en la cual existís. Vuestra civilización ha estado encerra­da, durante la mayor parte del tiempo, en la red primaria que domina los túneles del tiempo. Vuestro túnel ha sido encerrado en la tercera dimensión.


Hay muchas otras maneras en que este túnel en parti­cular podría ser desarrollado: se podría construir una sola vía principal o se podrían haber explorado varias rutas más pequeñas; similar a las numerosas calles que conducen a vuestras ciudades, pueblos o vecindades. Si sólo existe una vía hacia dentro y hacia fuera y ésta se encuentra cerrada, el comercio se inhibe y no puede entrar en este túnel del tiempo y, además, está completamente aislado de todas las influencias ajenas. En vuestra realidad, los gobiernos dictan sanciones contra otros países, casi siempre como medidas punitivas, para aislar y boicotear un país; de la misma ma­nera operan los jugadores del tiempo en los túneles del tiempo.


Cuando se abran las vías —se levanten los cerrojos del tiempo— las realidades emergerán, se fusionarán y cambia­rán y vosotros estaréis muy conectados con vuestra identi­dad superior. En los años venideros os tenéis que preparar para esta infiltración de conocimiento. Os encontráis en un viaje acelerado preparándoos para la apertura de los cerro­jos del tiempo y la fusión con vuestra identidad.


Los cerrojos del tiempo evitan que las civilizaciones o realidades se mezclen. Cuando se abran y vosotros podáis entrar en este nuevo mundo, tendrá lugar una fusión de muchas realidades. Si esto se hace con madurez y sabiendo cómo se utiliza la luz, puede ser un momento muy elevador.


Todo el tiempo es simultáneo. Alrededor de cada pla­neta hay capas de redes energéticas que permiten que sea experimentado desde diversos enmarques del tiempo. Para poder entrar en un cuerpo planetario hay que descubrir sus portales o aperturas que conduzcan a las realidades del pla­neta en el que existe vida sensitiva. Podéis aterrizar en un mundo y éste os puede parecer completamente vacío si no entráis por un portal adecuado. De modo que alguien po­dría volver a aquella Tierra que existió hace doscientos o quinientos años —estas realidades se dan.


Capas y capas de redes circundan los mundos. Cuando estas redes se cambian y se mueven, se crean diferentes realidades y diferentes energías. Cuando vosotros mováis o cambiéis las redes y paséis a través de un portal, seréis capaces de entrar en mundos del pasado, del presente y del futuro simultáneamente.


Los portales son mecanismos protectores que se colo­can alrededor de los planetas. La posesión, creación o fabri­cación de un portal es una tarea tremenda. Hay que soste­ner una frecuencia energética para mantener el portal abier­to. Hay muchos portales en la Tierra. Hablaremos de algu­nos. Existe uno en el área de México/América Central. Otro en el Sinaí y aún otro en el Tibet. Estos son tres portales mayores a través de los cuales las energías entran y salen del planeta. Las antiguas calaveras de cristal se encuen­tran o se descubren muchas veces en áreas de portales. Las personas que son dueñas o guardianes de un portal suelen tener también la habilidad de acceder a los túneles del tiem­po. Aquellos que vivían en el Tibet podían ver el futuro y percibir que iban a ser invadidos, de modo que hicieron los preparativos para los tiempos que iban a venir. Podían ver para qué iban a ser usadas sus semillas —el esperma de los monjes tibetanos—. También pudieron ver que tenían que irse al exilio y por qué debían esconder sus artefactos.


El portal del Oriente Medio ha sido una de las aperturas más importantes de este planeta. El triángulo de las Bermudas, el portal de la antigua era atlante, también sir­vió como portal al planeta. Pero ahora, estas energías son caóticas y confusas y estos portales no son accesos seguros. Uno podría quedar enganchado ahí debido al conflicto y caos que hubo en estas zonas. Otros portales se encuentran en las Islas de Pascua, el monte Fuji, el monte Shasta, el lago Titicaca, las líneas Nazca y Uluru.


Hay gente que puede leer y viajar por los túneles del tiempo y hay otra que no puede hacerlo. Se están forman­do imperios de conciencias para tomar posesión de dife­rentes facciones de la existencia a lo largo y ancho del cosmos y del universo. Si tienen la habilidad de viajar por los túneles del tiempo, obtienen un increíble conocimiento de las probabilidades y cómo insertarse en las variables de los portales electromagnéticos. Si no se viaja con conoci­miento a través de estos túneles, muchos eventos pueden abalanzarse ciegamente sobre lo que se llama tiempo, mo­viéndose de un lugar a otro como el oleaje de la marea, pulverizando la existencia. Sobre estos eventos no parece que preocupe mucho a través de qué portal o probabilidad entran; tocan a todos sin designio. Aun así, vosotros sabéis que todos los acontecimientos suceden sincronizadamente y obedecen a un orden mayor y forman parte de un plan significante —un verdadero espectáculo producido por la Diosa.


Para poder establecer una nueva línea del tiempo y toda una red nueva, hacen falta hechos que anclen esta red pero estos hechos tienen que ser de primer orden, tienen que producir una implosión tan profunda, que afecte a toda la existencia. Si no es así, la red no tiene dónde engan­charse. Aquellos que poseen la línea del tiempo hacia la Tierra, la han mantenido segregada, y tampoco han permi­tido el libre comercio; no permitieron que hubiese un ir y venir en esta línea del tiempo. Hay algunos que están cons­truyendo redes secundarias y terciarias en el futuro. Una red secundaria es un segundo tejido que sirve para desviar la energía del principal túnel del tiempo. La red terciaria es una vía que se utiliza en caso de que falle la segunda red.


Las líneas del tiempo, es decir, los tejidos del tiempo y los tubos que se apoyan sobre éstos, están todas engancha­das a hechos de primer orden. Sin un hecho de primer orden, uno no puede engancharse al tejido del tiempo. En otras palabras, las redes secundarias y terciarias tienen que ser enganchadas a hechos de primer orden para que otras líneas del tiempo puedan usarlas como ancla. La división del átomo fue un hecho de primer orden. La división del segundo también lo fue, así como la Convergencia Armóni­ca fue un hecho de primer orden. Hechos de primer orden pueden ser casos públicos o privados y son hechos que afectan drásticamente al curso de la historia. De modo que, para anclar una nueva línea del tiempo en este planeta, tiene que estar ocurriendo un acontecimiento masivo.


Vuestro túnel del tiempo ha sido penetrado desde fuera por estas redes, o sea, desde el futuro. Cuando uno construye redes secundarias o terciarias y quiere meterse en un túnel cerrado, tiene que encontrar un acontecimiento de primer orden. Si no se encuentra un hecho de primer or­den, no hay dónde engancharse. Es como pescar. Uno pue­de echar el anzuelo al lago. Si nada pica, es que no hay un hecho de primer orden.


Un hecho de primer orden es algo que ocurre y que se registra en la red principal de los túneles del tiempo como un momento crítico y fundamental en torno al cual gira la totalidad de la realidad. Es un evento que supone un cam­bio para el área en el cual ocurre. La Convergencia Armó­nica fue un evento dirigido e impulsado desde el futuro. Un evento que fue enviado desde el futuro al pasado, y que luego fue reorganizado en el presente para crear un agujero a través del cual las redes secundarias y terciarias pudieron ser construidas y pudieron encontrar un enganche en el planeta. ¿Cuál fue el enganche? Si estas redes necesitan un hecho de primer orden para poder engancharse ¿Cuál fue el hecho que lo permitió? ¡La conciencia de la gente!


Hay seres que están especializados en estudiar hechos de primer orden en ciertos sectores de la existencia. Conocen la desviación con la que se puede sustituir un tiempo espe­cífico sin alterar todo el tiempo —cambian subtiempos en torno a un hecho—. Son los que están especializados en hacer que sucedan hechos paralelos en mundos distintos. Crean vórtices geométricos, cogiendo eventos de primer orden de distintos sistemas estelares y de diferentes galaxias, los enganchan y crean nuevas vías de comunicación. Es algo magnífico cuando uno se libera del «tiempo» de la Tierra.


Los principales túneles del tiempo se están reconstru­yendo actualmente para, de este modo, ofrecer una mayor entrada de energía a vuestro planeta. Nosotros ayudaremos a construir la red subyacente para que, cuando se produzca un suceso de primer orden, se puedan conectar las redes y todo en la Tierra cambie. Cuando esto suceda, cambiará el conjunto del tiempo. Y, de alguna manera, se producirá un agujero gigantesco en el tejido de vuestra existencia.


Hace mucho tiempo, cuando otras civilizaciones descu­brieron y desarrollaron estos túneles, existían millones de mundos que no fueron utilizados con sabiduría. Hay espa­cios que funcionan como bolas de caos puesto que se die­ron demasiados agujeros en el tejido base de su realidad. Es exactamente la misma lección que estáis aprendiendo en lo que se refiere a vuestro medio ambiente —maltratadlo, polucionadlo y veréis cómo se empañará y cómo desaparecerá su original vitalidad—. Toda la existencia es vital y existir en todo lo que hay y, además, embellecerlo, en lugar de usarlo y destruirlo, se convierte en una tarea mayor. Se dan universos enteros como éste, que ahora mismo se están trabajando y limpiando. ¿Vosotros pensáis que tenéis polu­ción en la Tierra? ¿Podéis imaginaros todo un universo polucionado y caótico porque todas sus líneas del tiempo están desconectadas? Podríais salir de vuestra casa para ha­cer la compra y al volver encontraros que ya no está por­que se ha deslizado por un agujero. En su lugar existe ahora otra realidad. Es la locura.


Un día todo esto se hallará integrado. Vuestro reto es cómo integrar la conciencia de aquellos que para empezar, crearon esta trampa debido a una falta de respeto por la creación. No honraron el tejido, se pasearon por los túne­les del tiempo e hicieron lo que les dio la gana. Estamos jugando un juego muy peligroso, pero, tal como lo vemos nosotros, cambiar los hechos es importantísimo. Tampoco queremos decir que todo esto dependa exclusivamente de nosotros. Operamos bajo la dirección de nuestros maes­tros, los Guardianes del Tiempo. Desde una perspectiva más amplia, nosotros os estamos demostrando la tremenda responsabilidad que supone solicitar conciencia. La tarea de hacer malabarismos con las leyes de causa y efecto en medio de los túneles del tiempo es, de verdad, pasmosa.


Las bibliotecas se encuentran en una versión cerrada e inactiva de la red primaria. Las bibliotecas son vigiladas. Hoy en día no es nada fácil entrar en una biblioteca, sobre todo desde el futuro. Por eso se están construyendo los subyacentes túneles del tiempo. Hay muchos seres que, para poseer ciertos territorios o para tener una mayor in­fluencia sobre ellos, juntan determinadas líneas del tiempo. Juntan tantas líneas del tiempo como les es posible o, al contrario, evitan tantas como puedan, dependiendo de su propósito.


Desde un determinado punto de vista, hay seres que poseen túneles del tiempo o así lo creen. Están reconstru­yendo los túneles principales y organizando nuevas áreas de existencia. Una vez construidos estos túneles, habrá mu­chas formas de inteligencia que podrán ir y venir y los su­puestos dueños de estos túneles podrán determinar a qué fuerzas se les permite entrar. Este es el problema que le espera a la Tierra y tiene que ver con el hecho de que aparecieron tantas formas de vida utilizando la especie hu­mana para sus experimentos. Se están construyendo líneas del tiempo secundarias y terciarias y en caso de que la secundaria sea atacada, hay otra línea del tiempo que sigue abierta.


Cuando se hayan establecido y construido los eventos secundarios y terciarios, habrá una mayor apertura en los túneles del tiempo. Esta apertura permitirá a muchos seres atravesar los canales supuestamente aprobados oficialmen­te. Se encontrarán con un movimiento subterráneo y con puertas que se abran simultáneamente en muchas direccio­nes. Los mayas, maestros embaucadores del tiempo, han dejado buen número de pistas para que juguéis a este juego.


El calendario maya bien vale la pena de ser tenido en cuenta puesto que marca el fin de una época durante el solsticio de invierno de diciembre del año 2012. Los Maes­tros del Juego observan y esperan a ver qué haréis cuando aparezcan las especulaciones. El concepto de «fin de una época» significa que se completa un ciclo. No significa el fin de la Tierra. Un tema específico, muy importante para el crecimiento espiritual, se termina como se puede termi­nar un espectáculo en Broadway y os quedan menos de veinte años para finalizar la representación acordada.


Cuando se haya recorrido este último tramo de tiempo se asistirá a un cambio dimensional en este planeta. Aque­llos que ahora pueden acomodarse a cambios dimensionales ya entran y salen de la cuarta, incluso la quinta dimensión. Durante los próximos veinte años predominará una nueva frecuencia en este planeta y una versión de vuestro mundo será catapultada a un nuevo ciclo y otra a la destrucción y un fin absoluto.


En el nuevo ciclo habrá una explosión de energía proce­dente de la Biblioteca Viviente y se disparará un floreci­miento increíble de todas las formas de vida. No podréis acceder a la Biblioteca Viviente hasta que hayáis asimilado todo esto. Tendréis la sensación de que hay una parte de vosotros que se extiende, se alarga y observa cómo mane­jáis vuestra recién adquirida conciencia. También vosotros podréis atisbar cómo otros manejan sus creaciones aunque, tal vez, no seáis capaces de entender las formas de vida de otra Biblioteca Viviente. Puede que los mundos de otra Biblioteca Viviente sean muy diferentes porque su saber está almacenado en formas geométricas y esto os puede parecer un parque cósmico vacío. Recordad que un parque sólo cobra vida cuando hay gente. La Biblioteca Viviente de la Tierra os facilitará un cambio vibratorio para com­partir y fluir con la energía. La naturaleza, el parque majes­tuoso de la Tierra, os enseñará cómo fusionaros y emerger en los túneles del tiempo.


Nosotros hemos descubierto que los hechos proceden del futuro. Los acontecimientos pueden saltar desde el fu­turo o desde el pasado. Es un juego continuo. Estamos aquí para ayudar a cambiar el pasado y el presente de las Pléyades, nuestra versión del «ahora». Todo se está haciendo para reorganizar y reestructurar una apropiación tiránica que ya existe en el futuro. La verdad es que vuestro pasado está acercándose velozmente a nuestro presente y, aún así, noso­tros hemos ido al futuro para cambiarlo.


Eventualmente podréis percibir un juego completamente diferente de vuestra memoria porque cambiaréis el pasado del universo. Así están las cosas. Os hemos dicho que veni­mos de vuestro futuro y que hemos vuelto para cambiar el pasado. Somos muy listos. Estamos cambiando la historia del universo entero al crear un universo paralelo. Así son los universos paralelos —planes que mueven los mecanis­mos del tiempo de su sitio al cambiar la memoria y cam­biar los hechos—. Podéis hacer lo mismo en vuestra propia vida personal. También vosotros podéis cambiar vuestro pasado. Debéis ser flexibles cuando aprendáis a jugar este juego.


Ejercicio energético

Sitúa tu atención en tu respiración y síguela conforme entre en tu cuerpo; visualiza cómo tus pulmones se llenan de luz. Observa cómo tu torrente sanguíneo absorbe esta energía cargada y la distribuye en tu cuerpo. Con cada exhalación, siente cómo tu cuerpo se relaja más y déjate ir. Mientras sigues respirando, visualízate rodeado por doce energías que aumentan tu bienestar. Siente una sensación de seguridad y comodidad al examinar su presencia. Mira directamente a los ojos a cada una de las energías y después cambia tu enfoque y lee los campos energéticos.
Visualiza cómo filamentos y rayos de luz salen danzando desde tu cuerpo y observa el tirón familiar en tu estómago y tu corazón. Tu cuerpo comienza a vibrar al reconocer a los doce guías que te ofrecen una visión de otro «ahora». Permítete ver el tiempo y la realidad que cada uno de los guías representa y vive los doce con toda su vitalidad. Deja que tus memorias vuelen alto y date cuenta de cómo las líneas del tiempo te muestran el camino como si fueran mapas de realidades. Sigue los filamentos de luz que salen de tu chakra corazón y observa cómo se centran al juntarse con el campo energético de cada guía. ¿Dónde estás? Siéntelo y observa.
Tal vez estés oyendo el dulce sonido de una suave lluvia o, tal vez, el gemido de un viento gélido en una carretera desolada. Puede que haya una jungla, un bosque tropical, picos cubiertos de nieve, desiertos, ríos, océanos y llanuras. Cada rincón de la Tierra contiene memorias y pistas miste­riosas de ti. Deja que las líneas del tiempo se metan profun­damente en un «ahora» diferente. Vive la Tierra desde estas doce líneas del tiempo y pide que te enseñen cuál es la más significativa para tu entendimiento y tu relación con las es­trellas. Siente la red de luz que es la rejilla vital que conecta la existencia, viva en cualquier parte. Ahora imagina la red de líneas transportando inteligencia, vida que busca vida. Visualiza la Tierra, esta gema azul y blanca suspendida en el espacio, celebrando en su propio reino del tiempo, una joya que sirve de parada en medio de estos grandes túneles del tiempo. Observa la Tierra desde el espacio y siente el tirón de los tiempos que piden ser recordados. ¿Son hechos pasados los que estás rememorando? Maravíllate de todo ello confor­me tus conceptos del tiempo y del espacio de la Tierra se desmoronan en la red de luz.
Mira ahora, a través de las líneas energéticas que cruzan el espacio, un poco más allá de la Luna. ¿Qué dicen los postes de señalización? Deja que tu espíritu absorba la vita­lidad de este momento, rindiendo homenaje a la Tierra y a ti mismo por las ilimitadas oportunidades que se pueden expresar y explorar. Dale las gracias a la red de luz, esta gran fuerza de la existencia con la que todos aprendemos a jugar este juego.


HABLAN LOS CIELOS

Vosotros mismos habéis elegido un momen­to y una familia, un linaje sanguíneo con el que habéis nacido para presentaros con las oportunidades que considerasteis idóneas para esta vida.


Antes de entrar en esta realidad solicitasteis un trozo de tiempo —el momento de vuestro nacimiento—. En el instan­te preciso de vuestro nacimiento, las estrellas, los planetas, la Luna y el Sol tenían una configuración específica. Cuan­do salisteis del útero de vuestra madre, la energía de las es­trellas y de los planetas le dieron a vuestra carne una im­pronta, sin importar dónde estabais, simplemente por el hecho de que, en aquel momento, la energía también estaba tocando la Tierra. Aquel instante contenía ciertas probabi­lidades, oportunidades específicas y retos determinados. El lenguaje de las estrellas explica vuestro mundo de una ma­nera que os resulta útil para comprender el cuadro mayor. Todo está en relación geométrica con todo lo demás y crea así un patrón energético. Vosotros mismos habéis elegido un momento y una familia, un linaje sanguíneo con el que habéis nacido, para presentaros con las oportunidades que considerasteis idóneas para esta vida. Vosotros determi­nasteis estas experiencias de acuerdo con aquello que nece­sitabais aprender, basado en lo que habíais creado, crearéis y estáis creando simultáneamente en otros lugares.

Los cielos os hablan de vuestro propio esplendor majes­tuoso, desplegando su historia a través de vosotros. Los planetas emiten sus propias fuerzas vitales en forma de olas electromagnéticas que crean ciclos en los cuales una serie de logros significativos, diseñados en forma de retos y vic­torias, definen épocas o edades específicas. Estos ciclos, si se entienden, beneficiarán automáticamente al planeta. Estos ciclos han sido ignorados y trivializados para manteneros en la ignorancia, causándoos la pérdida de la sensación de autorrealización que acompaña al sentido de la vida. Una de las causas por las que se perdieron las enseñanzas de los ciclos, era la disputa sobre la astrología y el repudio de la misma. Os han dicho que estudiar astrología es un «sin sentido», cuando la verdad es que la astrología y la astrono­mía son los lenguajes del universo. En su forma más autén­tica, la sabiduría de los cielos traduce el macrocosmos al microcosmos, y os da crédito en un trozo significativo de la existencia.

En 1993 pudisteis experimentar lo que llamamos la Ola de la Marea Galáctica de Luz y que fue traducida gracias a un alineamiento planetario que creó una vía energética. Cada planeta de vuestro sistema solar tiene su propio cam­po de conciencia que pulsa e irradia rayos de energías como si fueran «autovías» de información. Cuando los pla­netas se alinean en una relación geométrica específica, crean complejos energéticos porque sus fuerzas independientes se fusionan. Desde vuestro punto de vista parece que se sola­pan los planetas cuando forman una conjunción, si bien esto no es así. Sus vías energéticas se fusionan aunque estén bastante distanciados en la profundidad del espacio. La ener­gía procedente de un planeta se conecta con la energía de otro.

La Ola de la Marea Galáctica de Luz se puede entender gracias a los dos planetas Urano y Neptuno que formaron una conjunción en tres ocasiones distintas: en febrero, agos­to y octubre de 1993, alineando y energetizando al signo de Capricornio a los 18 y 19 grados. Cada planeta tiene su propia identidad, su campo de influencia. Cada planeta es un ser sensitivo, una fuerza inteligente por sí misma. Cuan­do estas dos formas inteligentes se juntaron en el cielo, transmitieron un rayo combinado a la Tierra y afectaron a aquellas partes del planeta que están bajo la influencia de Capricornio. Saturno es el planeta que gobierna a Capricor­nio y representa forma, estructura, autoridad, limitación y tiempo. Entre otras cosas, Saturno rige las rocas, piedras y cristales. Debido a la unión de estos dos planetas en Capri­cornio, las piedras de la propia Tierra se mistificaron, elec­trizaron, energetizaron y cambiaron.

A nivel planetario, la energía de esta conjunción os está llevando hacia una apertura del centro del sentimiento, ofre­ciendo una solución al creciente caos. Por eso, cuando se desmorone un sistema, utilizad vuestros sentimientos para seguir adelante. Sin sentimientos, especialmente sin el senti­miento del amor, estáis condenados. Vais a vivir senti­mientos en vuestro plexo solar que removerán vuestra alma. Una vez que se conecten con los hilos de la compasión estos sentimientos a vuestro corazón, seréis capaces de de­terminar la realidad mediante otras fuentes que no sean la mente lógica. Caminaréis con pies de plomo por la reali­dad. Se liberará la energía bloqueada, en forma de memo­rias no reconocidas y no resueltas, de los chakras inferiores. La energía liberada subirá al corazón, a la garganta, al tercer ojo y al chakra corona —el cuarto, quinto, sexto y séptimo punto de distribución energética de vuestro cuerpo—. Este proceso unirá a la humanidad y veréis que tenéis más cosas en común que cosas que os separan. Recordaréis vidas pasa­das y las viviréis de forma continua y simultánea. A mu­chos de vosotros os producirá confusión porque os retará a procesar las memorias y comprensiones que inundarán vues­tra conciencia.

Se supone que esta apertura de los centros energéticos sirva de solución. En el mejor de los casos, creará un vórti­ce caótico que hará que se desmorone vuestra realidad y vosotros ya no sabréis con certeza qué es real. Cuando se instale la confusión y la incertidumbre, comenzaréis a po­ner en entredicho la fe ciega que habéis tenido en diversas instituciones vuestras. A estas dudas les suele acompañar una depresión y algunos de vosotros pasaréis por ella. Otros dirán: «¡Qué bien! Me he quitado un peso de encima. ¡Soy libre! Esto es magnífico».

Los que tenéis interés en versiones alternativas de la rea­lidad vais a ir creciendo en número de forma insospechada. Vais a ver cómo vuestros comentarios normales, cuando os vais de compra, por ejemplo, se convertirán en conversa­ciones profundamente metafísicas o tratarán de la presencia de extraterrestres. El espíritu os impulsará a decir cosas que no hubierais dicho antes jamás. Debéis estar abiertos a esto y a la apertura de la gente de cualquier entorno. Puede que miembros de vuestra familia den una vuelta de 180 grados. No todos, pero sí algunos, verán la luz. A lo mejor pensa­bais de ciertas personas: «Aquí no hay nada que hacer».

Este ya no será el caso.

Os sorprenderá que personas de vuestro entorno se quiten el velo y se activen porque no tiene nada que ver la cantidad de tiempo que os habéis pasado dedicados a estos temas o el número de cintas que habéis escuchado o la cantidad de libros que habéis leído. Cuando el espíritu lla­ma a vuestra puerta, se disparan los códigos y el despertar ocurre de repente. Lo que a algunos de vosotros os llevó veinte, treinta o cinco años aprender, otros, a lo mejor, lo aprenden en un momento. Es que no lo vais a aprender, lo vais a saber. Así que preparaos para ofrecer y buscar conse­jo y aprender puesto que aprendéis muchísimo cuando en­señáis. La gente os sirve de espejo y mientras enseñéis y expliquéis cosas, ella os enseña algo sobre vosotros mismos, os muestra vuestros patrones, y os hace ver de qué manera se aprende. El momento del despertar es una experiencia similar al «tsunami» y crece en magnitud con cada segundo que transcurre.

El responsable de la rápida mutación, que tendrá lugar en la especie humana, será el flujo de la energía cíclica. Vosotros, tal como existís en este momento, estáis cam­biando o mutando debido a esta energía y vuestras células empiezan a ser algo diferente a lo que eran. Una alteración a nivel celular os catapultará a una metamorfosis en la dimensión espiritual. A raíz de los cambios de la Tierra se producirá finalmente el cambio de la conciencia que es necesario para volver a instalar la cordura, el propósito de la vida y el sentido de la existencia para las vidas que habi­tarán aquí en la Tierra.

Hay una serie de ciclos naturales en la vida de los hu­manos en los cuales sube la kundalini. Como humanos, os alimentáis de una corriente eléctrica que está enroscada en la base de vuestra espina dorsal y se llama la energía de la serpiente. Es lo que más se acerca a la energía del Creador Original. Vosotros utilizáis vuestra energía kundalini para procrear y no tenéis ni idea de que se puede utilizar esta energía y que gracias a ella se puede cambiar vuestra visión de la realidad. En el mundo occidental no habéis llegado a daros cuenta de esto porque hay seres que sustentan el poder, y no quieren que cambie el «status quo» de vuestra sociedad de consumo.

La mayoría de las veces, la kundalini se mueve de la base de la columna vertebral hasta el segundo chakra —de la identidad y supervivencia hasta la creatividad y expre­sión sexual— y no se mueve más. Alrededor de los cuaren­ta, con Urano en posición opuesta, o crisis de mitad de la vida como se denomina comúnmente, este planeta empuja esta energía hacia arriba. Dado que Urano tiene un efecto tan poderoso sobre la conciencia colectiva, en este mo­mento, la kundalini subirá de forma continua sin importar la edad. El «status quo» de la energía electromagnética cós­mica tiene que ampliarse en la raza humana.

Antes de acordar entrar en el plano físico, repasáis con mucha atención los detalles de los parámetros de vuestras probabilidades más atrevidas. Elaboráis heliografías y luego esperáis a que se abra un espacio, la ventana electromagné­tica perfecta, para entrar en la realidad física. Esta ventana supone un alineamiento de energías dirigido por los cuer­pos celestiales que os permite viajar a vuestros códigos genéti­cos. Algún día, la lectura de las cartas astrales revelará una correspondencia entre el alineamiento de los planetas y las configuraciones del ADN. Actualmente hay doce Casas en el zodíaco y también hay doce filamentos del ADN. Estos doce filamentos del ADN se podrán ver eventualmente en el iris del ojo y seréis capaces de leer el propósito genético en el iris. Si dividís el iris en doce casas, como la rueda en la carta de nacimiento, cada casa corresponderá a un lugar determinado del cuerpo, igual como hay una impresión astrológica determinada de energías planetarias y estelares en el momento del nacimiento. Gracias al reflejo produci­do en el ojo, los doce filamentos del ADN revelarán even­tualmente sus códigos genéticos del propósito y de la inten­ción, tal como están almacenados en la sangre. Muchos supuestos misterios serán revelados, liberándoos de más engaños. A través de los ojos os asomáis a las ventanas del alma y en ellos ocurren las grabaciones e intercambios más profundos de la especie humana.

Hace mucho tiempo, la astrología y la astronomía eran una misma cosa. Cuando la parte izquierda del cerebro asumió una mayor actividad y apareció el plan de crear un ego falso o científico para desviar a los humanos de sí mismos, las verdades fueron ridiculizadas. La leyes antiguas se convirtieron en el blanco de las burlas y a vosotros os han mandado de vuelta al planeta para volver a despertar y honrar a estas verdades.

La Luna es un satélite que fue construido. Fue construi­do y anclado fuera de la atmósfera de la Tierra para mediar y controlar; una supercomputadora u ojo gigante en el cielo. Ejerce un efecto sobre todas las formas de vida en este planeta, mucho más allá de lo que vosotros podéis comprender. En vuestra historia hay referencias a dos lunas que circundan la Tierra. No se oye mucho sobre este tema pero sí hay gente que sabe de esto.

La Tierra debe ser poseída por aquellos que la habitan; sin embargo, esto no es así. Vosotros tenéis dioses ajenos, energías creadoras que evitan que vosotros, como especie, podáis reinar libremente sobre vuestra kundalini. La in­fluencia de la Luna, la computadora satélite más importan­te, afecta a todo lo que hay en la Tierra. En estos tiempos hay rayos poderosos, transducidos por Urano, Neptuno y otras fuerzas que cruzan el espacio en forma de olas de fotones. Esto está provocando una sobrecarga del circuito que os ha mantenido en la ignorancia y que ha hecho que vosotros, como humanos, no tengáis el mando sobre vues­tro planeta.

¿Por qué estáis encerrados en una fórmula prescrita de tiempo, una fórmula que es irrelevante en cualquier otro lugar? ¿Cuál es el significado del «doce» en este proceso de mareaje y división? ¿Quiénes seríais sin todo esto? Estas son las cuestiones que nos gustaría que os planteaseis. Las respuestas, naturalmente, tienen que ver con vuestras ex­pectativas de vida y con la kundalini. ¿Sabéis que vuestras expectativas de vida podrían ser mucho mayores y que vuestra sociedad podría honrar el proceso de acumulación de sabiduría gracias a la experiencia? En circunstancias idea­les, la experiencia de la kundalini alrededor de los cuarenta —en una sociedad estructurada para alimentarla— supondría un proceso de maduración del individuo. Ahora mismo os consideráis mayores de edad a los veintiuno. Por favor, sed conscientes de que atravesáis numerosos ciclos energéticos que pasan por vuestro cuerpo para aportaros nuevas visio­nes de madurez. El hecho de ser conscientes de este proceso es la clave para vuestro desarrollo. Supone un reto estar continuamente dispuesto a asumir más responsabilidades y no sentirse sobrecargado por ellas.

Ha habido muchas batallas por la Luna. Partes de la Luna se utilizan y partes de ella se poseen. Las fuerzas que más bien os ayudarían a crecer en lugar de limitaros, tienen preparado un plan para insertar gradualmente programas de influencia sobre la Tierra, que entrarán en acción en el momento en que ellas ocupen la Luna. Los programas de la Luna han sido, durante eones, de gran limitación para los seres humanos. Los cuentos que relacionan la luna llena con la locura, la enfermedad y las hemorragias son bastante certeros. La Luna crea ciclos repetitivos y vosotros respon­déis a ellos. Vosotros sabéis que la televisión os influye en gran medida. Con la Luna sucede lo mismo. Lo que pasa, es que no habéis sido capaces de sintonizar con los progra­mas de la Luna para aprender cómo apagarlos. ¡No podéis hacerlo! Otros la tienen que apagar por vosotros o reprogramarla, cosa que está sucediendo ahora.

En este momento, la Luna está muy controlada. La locura y la manía afectan gravemente a algunas personas a causa de la Luna. Extraterrestres y otros seres tienen mu­chas bases en la Luna y los seres de la Tierra tienen, en última instancia, muy poca influencia. Son los extraterrestres quienes realmente dominan todo esto. Vuestra tecnología, aunque esté avanzando rápidamente, no puede ni siquiera empezar a compararse con la biotecnología de los viajeros sensitivos del espacio. En este juego sois novatos y os falta una clave de vital importancia porque vuestros sentidos y la esencia de vuestro mundo físico estructura la realidad de una manera determinada. Vosotros traducís constantemen­te información y, como en la interpretación de un sueño, la condensáis en las fronteras físicas y ahí os encontráis que cada vez podéis explicar menos las cosas. Todo es pensa­miento —una arquitectura mental— con un equipo de cons­trucción en muchas realidades.

El Sol es el gobernador de vuestro sistema solar y es el asiento de la inteligencia que gobierna este particular espa­cio ocultado por vosotros. El Sol se extiende hasta vuestros dominios y lee vuestras vibraciones cuando toca vuestra piel. Está íntimamente conectado con cualquier aspecto de la vida que conocéis. Es una fuerza inteligente que alimenta toda vuestra existencia y crea el medio ambiente que os permite desarrollaros. El Sol tiene mucho interés en vues­tra evolución porque cuando vosotros evolucionáis devol­véis todo lo que hagáis al Sol cuando éste os toca.

En muchas culturas se venera el Sol como la fuerza inteligente que gobierna este mundo, como un dios. Os sorprendería saber quiénes y qué habitan el Sol. El Sol es una ilusión. Mundos altamente evolucionados pueden disfra­zarse, gracias a la fuerza de la luz, como soles para prote­gerse de invasiones y penetraciones. Para algunos, el Sol es un lugar de gran aprendizaje, mientras que para otros sim­plemente supone una iniciación que han de pasar para ir más allá y al otro lado del mismo. No es simplemente una forma gaseosa ardiente, como dicen vuestros científicos.

La ciencia ha arruinado en gran medida vuestras inter­pretaciones de la vida. Ha eliminado toda la diversión, vitalidad, ilusión y misterio de la vida. La vida se ha con­vertido en algo muy mundano y aburrido, como si fuera un «sin sentido». ¿Vosotros os podéis imaginar al Sol como algo «sin sentido»? Pensad en esto por un momento. Sin embargo, actualmente hay una campaña de miedo y negatividad en contra del Sol. La gente ya no se siente conectada a la naturaleza porque la ciencia ha declarado que la natura­leza no es segura. Las sospechas acerca del Sol, de la natura­leza y de la Tierra han contribuido a la presente crisis: la falta de respeto y de cuidado hacia vuestro hogar. En­tre la comunidad científica existe una profunda crisis por­que hay creencias conflictivas —gracias a Dios, mejor dicho, gracias a la Diosa.

Dentro de vuestro sistema el Sol y la Luna son los astros que más influencia ejercen sobre vosotros. El Sol genera su propia luz. El Sol, a su vez, ilumina a la Luna. La Luna es un subsatélite del Sol, girando, como una com­putadora, en su órbita alrededor de la Tierra. Fue construi­do y mantenido por muchas generaciones de dioses. Los cuerpos celestes se construyen en forma de asteroides, lunas y planetas y es a través de estos astros que los rayos de inteligencia, las ondas de radio y los rayos gamma, son transmitidos desde una estrella al Sol y después a la Tierra. A su vez, estos rayos leen vuestras acciones y las devuelven al Sol, a la Luna y a todo el sistema radial —en este caso, las Pléyades.

Si sois capaces de moveros a otro lugar y observar desde otro punto de referencia el sistema solar y el cielo, veréis que la Tierra y las estrellas y todo, en general, cam­bian de una forma dramática. Uno de los sistemas con los que vosotros giráis, es el sistema de las Pléyades y cuyo sol central se llama Alcione. Vuestro sistema solar está situado en el borde de la espiral galáctica.

Podríais trazar una línea desde la Tierra hasta Alcione intentando conectarla con el Sol central. Y, una vez que hayáis llegado a Alcione alguien os puede decir: «Hay otro Sol central alrededor del cual también giramos». Así que vosotros trazaréis otra línea hacia él. Luego, aún otro, os dice: «Hay muchos soles centrales por aquí». Y vosotros iríais de aquí para allá, dibujando estas líneas. Vuestro uni­verso alberga billones de galaxias y vosotros os encontráis en una de ellas. Si vosotros trazaseis todas estas líneas, apa­recería una forma geométrica. Estamos simplificando mu­cho todo esto. Las cosas realmente no son tan simples; pero estamos creando una imagen sencilla para vosotros para ayudaros a comprender. Si dibujáis líneas y las conectáis energéticamente desde un Sol central a otro, estáis conec­tando un colectivo de inteligencias. Este colectivo de inteli­gencias se parece a lo que vosotros llamáis el lugar del Creador Original, aunque tampoco esto es así. Podría ser un lugar de uno de los dioses creadores o representantes o el hogar de un experimento de los Maestros del Juego.

Imaginad que un ser inteligente, que opera a través de muchas dimensiones de la existencia, está hecho de soles centrales que apuntan hacia su supuesto cuerpo desde todas las partes de vuestro universo.

Todos los mundos están gobernados por soles. El creci­miento está orientado hacia estos soles. Vuestro Sol es el que os permite tener luz y la luz os permite ver los reflejos de vosotros mismos en el mundo externo. ¿Qué podríais reflejar sin el Sol? ¿Qué veríais?

El Sol es el gobernador, el rey de este sistema en parti­cular tal como lo percibís vosotros. Es el punto sensitivo de vuestro particular lugar en el espacio. El Sol lee a sus criaturas y, a la vez, las alimenta con lo que necesitan. De modo que, si tenéis amor por vosotros mismos y por la Tierra, los rayos solares entienden perfectamente vuestro estado de conciencia. Cuando tenéis miedo de la Tierra, los rayos solares también entienden y os empujan hacia estas experiencias.

Cuando la intensidad en vuestro planeta se acelera, se emite como un mal uso de la energía y el Sol lo lee. El Sol es el centro del corazón sensitivo. Permite y activa vida porque toca y lee todas las cosas. No podéis esconder quié­nes sois porque los rayos solares leen vuestras vibraciones. Hay gente que intenta esconderse del sol yéndose bajo tie­rra para mantener sus actividades en secreto.

Daos cuenta de la conciencia del Sol cuando se asoma a su dominio. Toca todos los puntos con diversos ciclos de luz, chequeando y viendo lo que pasa en cada grieta y escondrijo. Siente y retorna la energía a sí mismo y luego toma las decisiones con respecto a su propia expresión. Aprende cómo corregir equilibrios y desequilibrios dentro de sus propias creaciones. El Sol está cambiando y sus múl­tiples fuerzas están «cocinando» cambios fenomenales enviándolos a todos los aspectos de vuestro Ser. Hay planes que contienen planes y que, a su vez, contienen más planes. Debéis comprender que el mayor plan de oportunidades siempre está disponible para vosotros si así lo deseáis.

Habrá un tremendo aumento de actividades solares; la energía del Sol explotará y arderá, emitiendo una masiva cantidad de rayos gamma. A veces el Sol es muy suave y dócil, como un bebé. Pero también tiene períodos volátiles con una actividad semejante a un millón de volcanes que están, todos a la vez, en plena erupción. Pero si tenéis la conciencia apropiadamente sincronizada, podéis pasar por toda esta actividad y entrar en el dominio que existe justo detrás de esta particular ilusión. El Sol es una ilusión que está profundamente engarzada en la esencia de cada faceta del sistema solar y en cada parte del ADN del universo. En la heliografía global y en el diseño de las creencias básicas existe el decreto de que ciertas ilusiones serán perceptibles y otras no. El Sol es una presunción básica acordada que emerge en muchas realidades y que, de hecho, permite que se fusionen las realidades.

Cuando los rayos del sol cambien, activados por la conciencia de los habitantes de la Tierra, y, cuando libere explosiones solares, las regiones polares se verán afectadas. Estas explosiones serán como explosiones atómicas o sacu­didas eléctricas que se expandirán a lo largo de muchos millones de millas en el espacio. Los polos de la Tierra que, en definitiva son imanes, atraerán esta energía. Ellos atraen la energía procedente del espacio al planeta. Debido a esta fuerza magnética la envían, o alrededor del ecuador, o ha­cia el núcleo de la Tierra. Cada polo acoge la energía solar, la lleva a su centro y crea un enorme cilindro de energía vibratoria. Cuando esta energía vibratorial se mueve y se sacude para acomodarse, debe alinearse con la red de la Tierra, la cual, a su vez, está anclada en los polos. Esta red es algo que decretasteis vosotros y, hasta cierto punto, todas las energías que se fusionan o que emergen de vues­tra versión de la Tierra se configuran según esta red de creencias.

Claro que hay muchas cosas que están desequilibradas y por esto los polos se están recolocando para que la red pueda acoger mejor a esta energía. El actual alineamiento de los polos no sirve como base eléctrica o pararrayos, tal como sería necesario para evitar un fuego. Los polos ac­túan como un pararrayos que atraviesa la Tierra, pero la actual configuración provoca un cortocircuito en todo. Así que, para evitar una destrucción completa, tiene que haber un cambio. Los polos se recolocarán como ya lo han hecho en numerosas ocasiones anteriores cuando el equilibrio de la Tierra estaba en peligro. Desde el punto de vista espacial, habrá sólo un ajuste menor. Sin embargo, desde vuestra perspectiva, este ajuste parecerá bastante importante.

La energía solar está creando una nueva vibración y ésta no acomodará a las energías molestas y desorganizadoras. Para poder ser admitidas en el «club», las energías tendrán que tener una cierta frecuencia de amor. El Sol está dicien­do: «¡Basta! Os vamos a volver a alinear. A ver qué podéis hacer esta vez».

Sólo aquellos que tienen una conciencia clara podrán albergar esta energía en sus cuerpos. Los que tienen pensa­mientos negativos sentirán esta energía directamente como veneno; sus pensamientos volverán y crearán caos en sus cuerpos. La solución consiste en tener pensamientos claros y cuerpos limpios que sean capaces de aceptar esta energía por completo y sin miedo. Cada vez que vosotros os expo­néis a esta fantástica dosis de energía, vuestra intuición, vuestro potencial psíquico y vuestra habilidad de descodifi­car el ADN, se verán aumentados. Todas estas habilidades se multiplicarán miles y miles de veces. Esta es una de las maneras en la que el Sol os responde. Por lo tanto, confiad en que el Sol os lea. Debéis tener una energía honesta, abierta y de acuerdo con el astro y con todos los elementos de vuestro entorno.

La inteligencia se diseña a sí misma en forma de luz. Lo diremos una vez más: la inteligencia se diseña a sí misma en forma de luz. La inteligencia de vuestro Sol es la que man­tiene a vuestro sistema solar en su campo energético. Ac­tualmente os están llegando efectos de más allá de vuestro Sol. Es casi, como si los efectos de vuestro Sol hubiesen sido incapaces de penetrar lo que está sucediendo aquí en la Tierra, y por eso, otros soles vienen en su ayuda. Vuestro Sol produce las explosiones solares que atraen a los rayos cósmicos para anclarlos en este sistema solar. Imaginaos el Sol como un imán gigantesco. Las explosiones solares son como tentáculos que agarran a los rayos cósmicos. Y éstos son explosiones solares que ocurren en algún Sol central de algún lugar muy distante de vuestra galaxia. Ilusiones: ellas son los medios de control en vuestro mundo. Existe un grupo selecto de seres no necesariamente interesado en la elevación de la humanidad. Hay seres que comprenden que, en estos momentos, está ocurriendo una mutación de la humanidad y que el Sol tiene una gran parte de responsa­bilidad en este proceso. Para poder contrarrestar esta muta­ción o cambio de la raza humana, ellos crean una imagen que provoca miedo del Sol. Grandes masas de gente están siguiendo obedientemente las sugerencias de la autoridad. Hay gente que acepta con tanta facilidad estas fantasías que son capaces de crear un cáncer de piel exponiéndose sola­mente a los rayos solares cuando van desde su garaje a su coche.

Ha habido una conspiración en contra del Sol, como si los diseñadores de vuestro mundo se hubiesen equivocado y cometido un error cuando lo pusieron en vuestro siste­ma solar. Esta es la idea que os ha sido impuesta como seres humanos. Y como seres humanos —sólo para demostrar lo necios que sois y cómo se os puede controlar— os creéis todo lo que leéis. Porque aparece impreso, vosotros os lo creéis.

Si las plantas son lo suficientemente listas para trabajar con el Sol y pueden producir una bóveda de energía, prana y oxígeno que os mantiene vivos, ¿no creéis que tomar el sol también es bueno para los humanos? ¿Pensáis que el sol sólo es bueno para las plantas, pero que daña a los huma­nos?

Nosotros decimos que el Sol es algo grande. Existen estudios que han demostrado que cuando se introdujeron los filtro solares, el número de casos de cáncer de piel em­pezó a aumentar. No hay nada malo en el Sol. De hecho, el agujero de ozono os permite una mayor receptividad de rayos solares. Pero algunos dicen: «No miréis al Sol. Es malo. Quemará vuestro ojos». Nosotros decimos que ha­brá un cambio en la estructura de vuestros ojos. Se produ­cirá una mutación en el nervio óptico que permitirá un nuevo tipo de visión y que abrirá aquello que os mantiene pegados a la tercera dimensión. Podéis estar seguros de que nadie cometió ningún error cuando se puso el Sol en vues­tro cielo.

Algunos de los agujeros de la capa de ozono han sido más grandes en el pasado que ahora. Los agujeros fluctúan: no obstante, esta fluctuación no está causada por lo que dicen los científicos. Estos agujeros de la capa de ozono permiten que diferentes cualidades y experiencias del espec­tro de luz y radiación puedan penetrar en la atmósfera de la Tierra. Cuando una gran masa experimenta esta diferen­cia en el espectro, tiene lugar una respuesta química en lo más profundo del cuerpo humano y éste empieza a cam­biar. La luz radiada afecta al cuerpo humano. La verdad es que la radiación de esta luz altera el cuerpo a nivel sub­atómico. Aquellos de vosotros que comprenden esto, po­drán mantener el equilibrio durante este cambio natural. No todo es tan natural; no obstante, en su mayor parte, es un evento que está pensado para beneficiaros. Se puede dar un aumento de inteligencia evolutiva en la especie en muy poco tiempo y, gracias a la cual, ésta se volverá más fuerte.

Los agujeros en la capa de ozono permiten que la ener­gía radiada entre y acelere el proceso. Cuando os encontréis en el futuro con acontecimientos cósmicos, celestiales, ya habréis estado expuestos a esta energía. Lo que se os está dando ahora es una dosis homeopática.

La mayor fuerza, de cualquier sistema, radica en el Sol de este sistema, ahí donde la conciencia colectiva del Sol se demuestra por sus rayos solares. Así que, cuando una for­ma de inteligencia viaja por los diversos sistemas estelares, los rayos de luz pueden ser leídos. Una vez que las energías son capaces de emitir la frecuencia de la luz desde su hogar, esta luz puede ser leída por cualquiera porque es transmiti­da dentro de un cierto espectro de rayos. Desde enormes distancias en el espacio, otros pueden traducir y leer ciertos espectros. Pueden entender quién vive, en qué Sol y cuáles son sus predilecciones y especialidades de la existencia. Del Sol pueden venir muchos beneficios. El Sol contiene la ma­yor sabiduría chamánica.

Conforme os enfrentáis a los retos de la vida que tienen que ver con el enjuiciamiento y la separación, adquiriréis, con suerte, una mayor conciencia de vuestro propio impac­to sobre la vida y seréis capaces de soportar más luz. Esta luz que os estáis ganando individualmente, produce, por la propia esencia de su existencia, una fusión con energías similares dentro de la conciencia colectiva y le parecerá a otros una estrella o un Sol. Vuestro planeta comunicará, en forma de luz, su cambio de conciencia y su reconocimien­to del espíritu. De este modo, la Tierra se convertirá en una estrella en el horizonte de otros mundos. Este hecho atraerá otros mundos hacia vosotros. Ellos podrán leer la energía de la luz de vuestra Tierra y sabrán quiénes sois vosotros.

Al principio estaba el sonido. Todo empezó con el sonido y en el sonido reside un enorme poder que abre puertas a otras realidades, porque una energía puede mo­verse de un sistema a otro mediante el sonido. Cuando utilizáis el sonido podéis obviar, con bastante facilidad, la mente lógica y cambiar de canal con la intención y el claro deseo.

El desarrollo del ADN reorganizado se expresa más allá de la lógica a través del sonido. Este le permite a la materia, como información que se formula a sí misma dentro del cuerpo, encontrar la expresión de su conoci­miento fuera del cuerpo. Podéis hallar un estado de felici­dad si os entregáis a la expresión del sonido, sobre todo cuando cantáis o entonáis un sonido. Esta felicidad está basada, en muchos niveles, en la sensación y el saber que no estáis limitados y que existís como seres de luz sin fron­teras.

Permitid que el sonido pase por vuestro cuerpo, no sólo cantando una nota específica, sino que un conjunto de sonidos toque vuestro cuerpo como si fuera un instrumen­to. Estos sonidos van más allá de la mente lógica. A veces podéis estar luchando y peleando porque habéis intelectualizado un concepto pero no podéis anclarlo por completo en vuestra experiencia emocional. Al entonar un sonido, vues­tro intento inteligente es transmitido por el sonido como una ola que lo transporta. Muchas formas de inteligencia pueden comunicarse con las células de vuestro Ser, circun­dando las resistencias de vuestra mente lógica, e ir directa­mente, a través de vuestro cuerpo, a vuestra mente su­perior.

Cuando entonáis un sonido se produce una transmisión no verbal hacia el exterior. Algo que está más allá de las palabras. Entonar puede conectaros con un caudal de infor­mación y las ideas se aclaran repentinamente. También pue­de activar vuestra creatividad —vuestro impulso de hacer algo, de actuar—. O, también puede suceder que, de repen­te, tengáis la sensación de que os estáis librando de una gran carga. La mayoría de la gente se siente muy revitalizada después de una entonación de sonidos. Se siente ligera, como sí se hubiera quitado algo pesado. Vuestro impulso os hace entonar automáticamente los sonidos que más necesita vues­tro cuerpo para equilibrarse y alinearse.

No se ofende a nadie con el mensaje que se envía me­diante el sonido. La gente no suele tomarse el hecho de entonar un sonido de forma personal, pero sus cuerpos sí reciben un mensaje personal. Por ejemplo: si nuestras pala­bras os ofreciesen algo que va dirigido directamente a voso­tros, podríais decir: «Caramba, estoy en el punto de mira. Me están apuntando a mí». Sin embargo, si utilizamos el sonido, os podríamos enviar la misma energía y vosotros seríais capaces de integrarla porque es más neutral. La men­te lógica no cubre su propia interpretación de la energía porque no puede traducirlo como crítica o error. La mente lógica dice entonces: «No sé lo que es esto. No me preocu­pa». Es el lado intuitivo que absorbe la energía y el mensaje enviado a través del sonido.

Os proponemos que os juntéis semanalmente en un grupo para entonar sonidos. Esta práctica debería formar parte de vuestros rituales y de vuestro entretenimiento y parte de vuestro encuentro con los demás. Entonar sonidos es muy útil para eliminar energía atascada. Después os sen­tiréis ligeros y elevados. Os alinea y devuelve a vuestro cuerpo el equilibrio.

Determinados tonos corresponden a determinadas par­tes de vuestro cuerpo y las afectan de manera específica. Hay sonidos que afectan vuestra vista, vuestras papilas gustativas o vuestro oído. En general, tienen que ver con todos vuestros sentidos y también con los órganos. Los antiguos sabían muy bien que un simple sonido podía reor­ganizar la estructura corporal. El cuerpo produce, en un momento dado, el sonido más apropiado. ¡Confiad!

Mucha gente que hace terapias corporales ya empieza a tener el valor de entonar un sonido mientras trabaja con un cliente. Para algunas personas esto es simplemente de­masiado. Nosotros aconsejamos a terapeutas de métodos corporales: «Seguid vuestro impulso. Cuando estéis traba­jando en una zona del cuerpo de una persona donde la energía simplemente no quiere moverse o no puede ser penetrada, enviad un sonido hacia esta zona para tener acce­so al tema en cuestión». La persona que está encima de la camilla no necesariamente está diciendo: «No te dejaré en­trar en mi cuerpo». Pero sí hay patrones del campo energético tan enmarañados que puede haber zonas del cuerpo que no permitan que vuestras manos o energías penetren. El sonido provoca la apertura.

En vuestro entorno hay constantemente sonidos. Si, por ejemplo, queréis escuchar el sonido de vuestro cuerpo, podéis taparos los oídos con los dedos y permaneced quie­tos por unos minutos. Escucharéis vuestro sonido interior. En los altos del Himalaya, los monjes y lamas reciben un entrenamiento basado en la privación sensorial. Se les pone en cuevas sin luz y se les aísla completamente de cualquier sonido exterior. En este aislamiento, ellos tienen que utili­zar sus sentidos para desarrollar la capacidad de ver en la oscuridad, de manifestar y de oír y reconocer la canción y el sonido específicos de cada uno. Cada chakra tiene su propio sonido y éstos corresponden al universo que hay en vuestro interior.

Si escucháis muy atentamente, descubriréis que hay so­nidos que os hacen vibrar constantemente. Hay una charla continua planificando siempre qué es lo que va a pasar a continuación. También hay sonidos externos de vuestras familias que os distraen. No mantenéis el silencio suficiente para daros cuenta de que, continuamente, se están enviando sonidos hacia vosotros para cambiar vuestros cuerpos. Cuan­do vosotros mismos producís el sonido con instrumentos o cantos, equilibráis el ajuste porque trabajáis desde dentro y no sólo desde fuera. Así es cómo se os está afinando ac­tualmente.

A las culturas se les dio toda una serie de sonidos con los cuales pudieron funcionar y sostener la frecuencia de equilibrio en este planeta. Los extraterrestres o inteligencias ajenas a este planeta, visitaron y establecieron civilizaciones indígenas en las diferentes partes del globo. Muchas veces sucedía que un maestro tenía dos o tres experimentos en diferentes momentos. Podía trabajar en tres o cuatro luga­res diferentes, ofreciendo a sus civilizaciones recién brotadas, juegos de creencias ligeramente diferentes y luego dejar que estas tiernas plantas evolucionasen con estas creencias para ver a dónde llegarían con ellas. Se ofrecieron instrumentos y artesanías creativas para establecer los paradigmas de qué podían expresar los sonidos en esta civilización en parti­cular.

Energías específicas viajan sobre tonalidades específicas. Vosotros sabéis que, cuando cantáis una canción, las dife­rentes notas se combinan para expresar la melodía de la canción. La Tierra vibra a una frecuencia de 7.8 hertz. Cuando el cuerpo humano sea capaz de vibrar en la misma frecuencia se produce una increíble apertura psíquica y de conciencia. La resonancia de la Tierra, esta energía elec­tromagnética, está basada en la tonalidad completa de todos los sonidos disponibles y anclados en este planeta. El soni­do combinado de todas las culturas, anclado desde hace eones en el planeta, es lo que ha mantenido el planeta vivo y ha creado una frecuencia electromagnética de equilibrio. La Tierra está pasando por unos cambios tremendos por­que ahora se la está bombardeando con estos increíbles rayos cósmicos y la mayoría de las culturas indígenas ya no están emitiendo sonidos. Se está realineando a la Tierra y se están expresando nuevos patrones de tonalidades electro­magnéticas.

Existen sonidos que pueden provocar el deterioro o la regeneración de los órganos del cuerpo. Sonidos armónicos activan el cuerpo y le sanan. La sanación se produce me­diante la intención, pero también existen ciertas frecuencias de sonido que recuerdan al hígado que funcione según su heliografía geométrica nata. La geometría es la forma de inteligencia que toma cuerpo cuando el sonido se aleja del Creador Original. Vuestros cuerpos están llenos de geome­tría puesto que todo procede de esta esencia geométrica.

Una combinación de sonidos, notas y acordes, se pue­den tocar para mejorar las condiciones del hígado, de las tiroides y del corazón y para regenerar a todos estos órga­nos. El cuerpo entero puede ser afinado, igual como se afina un piano. Como veis, el cuerpo funciona según una heliografía y absorbe el sonido. Tiene una heliografía per­fecta y funciona automáticamente según ésta. Vosotros no tenéis por qué saber cómo crece el cuerpo desde la infancia hasta su estado adulto. En la heliografía de la existencia hay una parte que tiene el propósito de crecer y mantener al cuerpo en forma.

La heliografía del cuerpo está cambiando, alterando el propósito del mismo. Cuando se utiliza el sonido para re­cordarle que debe moverse hacia la salud, se producirán mejoras y habrá numerosas experiencias de regeneración. Pronto tendrá lugar una gran revisión referente a vuestras creencias sobre la degeneración del cuerpo.

Cuando asistís a eventos de masas y os encontráis en una gran multitud, deberíais prestar mucha atención a cómo os afecta el sonido. Muchos de vosotros evitan mezclarse con grandes multitudes porque les produce dolor de cabe­za. Os habéis vuelto mucho más sensibles. Podéis leer ener­gías y sentir lo que hacen. La gente, muchas veces, se va a ver espectáculos de gran masa para entretenerse de una ma­nera o de otra. Con esto contribuyen a crear grandes olas de sonidos incómodos sin saber lo que éstos hacen con sus cuerpos. Así se crean formas de pensamiento y gracias al sonido y a la emoción, aquéllas se plasman de una manera determinada.

¿Qué provoca el grito de guerra? ¿Habéis andado algu­na vez sobre brasas? Cuando se anda sobre las brasas se debe gritar fuertemente. Este sonido se utiliza para abrir puertas para que vosotros podáis pasar. Las fuerzas milita­res que provocaron el derrumbamiento de los muros de Jericó utilizaron el sonido para crear una columna, invisi­ble para el ojo, pero con un efecto sonoro de estampida. El sonido es mucho más importante de lo que vosotros po­déis comprender actualmente. El sonido crea vida o muer­te, salud o enfermedad.

Mucha gente aún no ha descubierto que el hecho de compartir un sonido durante el acto de amor supone una llave para entrar en las profundidades. Cuando entonáis juntos un sonido podéis sentir el giro y la apertura de vuestros chakras. Cuando se hace el amor y se comparte un sonido —y no solamente los gemidos usuales—, la energía sexual se distribuye mejor. El sonido hace que la energía se mueva más allá de los genitales, dispersándose por las célu­las del cuerpo y despertando memorias que os unen más con aquello que realmente sois. Recordad que la totalidad de vuestro Ser se compone de luz y de sombra. Por favor, no os avergoncéis por la sombra; ella añade belleza y com­prensión a la luz. No juzguéis y no os incomodéis.

Gracias al sonido y a una predisposición a experimen­tar con la energía sexual, podéis encontrar varias formas multidimensionales de vuestra pareja. Individuos limpios que juegan con la energía sexual y la entienden apropiada­mente, desvelarán su Ser multidimensional al mostrar expe­riencias sexuales simultáneas en muchas realidades que pue­den aparecer en el «ahora».

Podréis experimentar de mil maneras con vuestra expre­sión sexual. Claro que hace falta un poco de rendición para dejar que vuestra pareja proyecte un sonido en vuestra vagina. Nosotros diríamos que hacerlo supone un auténti­co paso hacia delante. Pensadlo por un momento. Ambas partes tienen que tener una tremenda capacidad de entrega y soltura. Uno de vosotros puede decir: «Oye, tengo una idea. ¿Qué te parece entonar un son?» ¿Pensáis que los niños primero hablan de las cosas cuando hacen locuras? ¡No! Simplemente, las hacen. Juegan y luego se parten de risa de lo que han hecho. Es muy importante trasladar con confianza estas cualidades inocentes, juguetonas y creativas a la experiencia sexual. Vuestros corazones deben estar abier­tos para poder explorar completamente la sexualidad, pues­to que la conexión más profunda con ella pasa por vuestro corazón.

Llegará un tiempo en el que los niños se unirán para emitir sonidos silenciosos gracias a su singular capacidad telepática. Utilizarán sus mentes para crear sinfonías en otras dimensiones de la existencia. Usarán el sonido tanto interna como externamente para crear armonías que servirán de escudos de luz a todo el planeta. Cientos de miles de niños se unirán y se les conducirá hacia este proceso de creación de imágenes colectivas. Cuando los niños lleven a cabo este tipo de entonación silenciosa, podrán establecer y anclar una enorme cantidad de identidades geométricas que go­bernarán y protegerán, en forma de fuerzas de pensamien­to psíquico, la Tierra en el futuro. Puede que estas identi­dades geométricas sean los Yoes Superiores de lo que voso­tros llamáis reptiles —los Yoes Superiores de muchos extraterrestres o formas divinas que parecen ser físicas y etéricas—. La geometría está más allá de ellos, y más allá de ella, está el sonido. El sonido es el gobernador de la existen­cia. Los Maestros del Juego emplean el sonido, la luz y la geometría como herramientas básicas y se preguntan qué haréis cuando descubráis las herramientas de la verdad.

Muchos despertarán con el uso del sonido. Se realizarán importantes descubrimientos y, además, se producirá una serie de impactos energéticos gracias a él. ¿Os podéis imagi­nar lo que pasará cuando cien mil individuos sean impulsa­dos a cantar un sobretono y permitan ser tocados, armo­niosamente, como si fuesen un instrumento de la conciencia? Todo procede del sonido. Este supone la energía primaria que se utiliza para crear. ¡Al principio era el so­nido!

Ejercicio energético

Ponte cómodo. Siéntate derecho y con tu columna vertebral alineada. Una cuerda imaginaria te mantiene erguido. Cál­mate. Respira una cuantas veces profundamente y visua­liza tus doce chakras girando como planetas irradiando luz. Capta con tu imaginación otras partes del universo donde sientes que haya una versión de ti mismo ocupada en la misma tarea. Siente cómo tu conciencia va subiendo por tu sistema de chakras y visualiza doce soles que forman una escalera que pasa a través de ti. Sube por esta escalera de luz y manda todo lo que sabes ahora a cualquier otra parte tuya. Envía tu esencia del despertar, de compañerismo, com­promiso y amor. Sube a través de estos doce soles hasta el universo. Dibuja en tu mente un colectivo de seres cósmicos planetarios y las formaciones geométricas. Conforme subas la escalera siente cómo otras partes tuyas se están comunicando contigo. ¿Qué te envían? ¿Qué sientes y qué oyes? Ábrete para recibir amor y ayuda de estas otras partes tuyas y visualiza los doce soles como capas de luz que te transmiten este saber. Suelta tu versión de ti mismo; conviértete en un receptor y permítete reconocer los efectos de esta luz y ener­gía. Siente la diferencia en tu conciencia. Por unos momen­tos, elimina la imagen de tu cuerpo y permite que tus molé­culas se mezclen y se fusionen con tu entorno.

Al fluir esta energía a través del Ser colectivo a la Tie­rra, estás siendo utilizado como un transductor. Esta energía se mueve a lo largo y a lo ancho de la red produciendo los cambios necesarios. Esta energía viaja hasta el centro de la Tierra. Visualiza a los antiguos guardianes de la información en forma de estructuras cristalinas midiendo cientos de me­tros y que, en ese momento, reciben de ti una enorme espiral de energía. Ahora, da un giro y salta de la gigantesca espiral para crear tu propia espiral de identidad. Mantente comple­ta mente quieto y siente cómo esta espiral gira y gira a tu alrededor. Observa cómo tu cuerpo se regenera y rejuvene­ce. Date cuenta del movimiento giratorio desde la punta de tu dedo gordo hasta la punta de tu pelo. Siente las moléculas nuevas que han sido mezcladas con tu cuerpo.

Respira profundamente y nota tus doce chakras comple­tamente alineados y dispuestos a trabajar con plena capaci­dad. Respira una vez más profundamente y verbaliza tu nombre; siente el sonido de quién eres en esta realidad. Date cuenta de que el sonido de tu Ser es vital y único. Ama a quien has creado; hónrate y cuídate. Actúa como si tu ser físico fuera la cosa mas preciosa que hayas tenido jamás. Ahora, dibuja una suave sonrisa en tus labios y reconoce tu potencial ilimitado. Comprométete con la vida.


LA INICIACIÓN DE LA TIERRA

 
La actual es una época de decadencia de la civilización y el despertar a una forma com­pletamente nueva de conciencia. Esto no se había anunciado jamás en vuestra historia.


Nosotros hemos subrayado vuestro valor y el de la Tie­rra. Ella es vuestra madre, os siente y conoce vuestro nom­bre. En su búsqueda de la comprensión, ha permitido que se usara la energía de mala manera e incluso ha perdido su verdadera identidad al dejar que los humanos la violasen y abusasen de ella. Para que la Tierra pueda dar el salto nece­sario que afectará a todo este universo, hace falta una lim­pieza y que se produzca una sanación —una iniciación.

Durante una iniciación hay que pasar por el centro del infierno —hay que pasar por aquello que parece que te quiere destruir y limitar—. La verdad es que os tenéis que enfrentar a lo que teméis. Si estáis sumergidos en aquello que teméis, agarraos a la imagen de lo que sois cuando estáis completos y felices y transmutad la energía del mie­do, aprendiendo algo sobre vosotros mismos. Cuando vues­tro campo energético deja de sostener el miedo, aquello que teméis ya no tiene fuerza para destruiros. Una inicia­ción es la conclusión de una serie de tests que os conducen a la maestría dentro de una parte de la existencia. La Tierra está pasando por un proceso de iniciación y también os guiará a vosotros.

La Tierra está en un momento álgido de una crisis de identidad. Ha habido reuniones y encuentros de organiza­ciones que pretenden proteger el medio ambiente y que actúan como si una tirita aún pudiese arreglar las cosas a tiempo. ¡No! Ya no se pueden arreglar los diques puesto que los ladrillos se están partiendo, haciéndose pedazos y cayéndose. ¿Qué es el dique? El dique son todas las ideas, estructuras y sistemas de creencias que contienen las aguas de la conciencia. Queridos amigos, vosotros estáis hechos de agua.

La Tierra está pasando por unos cambios bastante tu­multuosos. Después de haber estudiado las historias de la Tierra y de otros muchos mundos, nosotros vemos esta probabilidad como algo inevitable debido a la extrema po­laridad de la Tierra. Podéis estar seguros de que cuanto más polucionáis y destruís este planeta, más energía hará falta para sacudir y limpiar las cosas. Un gran número de seres humanos que no funcionan con amor para sí mismos y para el planeta, se marcharán rápidamente después de haber sufrido una exposición a los rayos que llegarán a la Tierra. Esto forma parte del cambio electromagnético de la civili­zación. Al morir, el vehículo humano transporta la conciencia a otros reinos.

Debéis daros cuenta de que sois seres espirituales y te­néis que enraizar este saber en la aplicación práctica de vuestro «ahora». Conforme la Tierra avance en su propia experiencia, una multitud de seres sin un cuerpo físico, estarán sentados en las gradas etéricas, observando el des­pliegue de la ley de causa y efecto. Esta es la única manera de que puedan aprender la lección de valorarse a sí mismos y a la existencia del planeta. Estos observadores sentirán las emociones colectivas de aquellos que participen en el acon­tecimiento en la Tierra. De esta manera participarán y, tal vez, al mismo tiempo os infundan un poco de compasión ya que sois compañeros en todo esto.

Algunos de vosotros queréis pretender que los cambios en la Tierra no se están produciendo. Sin embargo, sí están ocurriendo, pero no hay nada que temer porque son parte del proceso del gran cambio. Cada uno de vosotros crea su propia realidad y su oportunidad de evolucionar. En algún nivel de la conciencia, todos los que estáis en el planeta en este momento, conocéis los planes porque el potencial de la Tierra está almacenado en todas las heliografías. Aunque a muchos de vosotros os sorprenda estar en este lugar de alboroto y transformación, y os preguntéis cómo habéis llegado hasta aquí, todos estáis eligiendo permanecer aquí. La verdad es que no tiene mayor importancia si os quedáis en el planeta y cambiáis vuestra vibración o si os marcháis, para sentaros en las gradas, para ver el espectáculo desde ahí. En algún nivel, en alguna vía de la existencia, participa­réis y aprenderéis.

Tened compasión y neutralidad y comprended que el dolor puede ser un maestro poderoso. Si hoy sufrís, no tenéis por qué sufrir mañana. Y, ciertamente, no tenéis por qué estar sufriendo dentro de una o dos semanas pues­to que las células de vuestro cuerpo cambian continuamen­te. Sois vosotros los que os estáis repitiendo una y otra vez debido a vuestros pensamientos, creencias e imaginaciones.

La crisis de sanación no ha hecho más que comenzar y la fiebre está subiendo. Entre 1994 y 1999 el caos irá aumen­tando. Durante este período habrá un gran movimiento que creará miedo y confusión en el planeta. Al mismo tiempo, se producirá una gran fusión del ser multidimensional al abrirse los campos energéticos del espacio para que fuentes de inteligencias puedan viajar fácilmente. Viajarán a través de vosotros y emergerán en vuestros dominios.

La actual es una época de decadencia de la civilización y el despertar a una forma completamente nueva de conciencia. Esto no se había anunciado jamás en vuestra histo­ria. En la memoria de algunas personas y en la propia superficie de la Tierra, están registrados los cambios de grandes masas de terrenos —el hundimiento de lo que lla­máis el continente de la Atlántida debido a un cataclismo—. En su tiempo, esta masa de tierra llamada la Atlántida era una entidad autóctona.

La comunicación e interrelación global que tenéis hoy en día es completamente diferente de lo que existió durante la del período atlante. Claro está que todas las sociedades se vieron afectadas, de una manera o de otra, por el hundi­miento de la Atlántida. Los efectos de lo que sucederá ahora serán completamente diferentes. Hoy en día, tenéis redes de telecomunicaciones, viajáis continuamente y existe un intercambio constante de ideas entre continentes, ade­más de da se unas relaciones entre la gente y una especie de matrimonio entre los diferentes continentes y culturas. To­das estas cosas harán que los efectos del cambio sean mucho más profundos que el hundimiento de la masa de la tierra atlante. La Atlántida no estaba tan integrada ni tan interconectada con el resto del planeta como lo están ahora vues­tros continentes. Hoy en día existe mucho menos aisla­miento y, por lo tanto, os afectáis mutuamente mucho más.

En los próximos diez años serán muy pocos los que se mueran solamente una vez. Hace poco alguien comentó: «Esto es pasmoso. Me estáis preocupando verdaderamen­te». Nosotros le contestamos: «Bien, te queríamos preocu­par». El dijo: «Yo tengo una docena de monos. Tengo cabras. Tengo todo esto. ¿Qué debo hacer? No sé qué salvar, no sé qué llevarme y qué regalar». Nosotros diji­mos: «Escucha, la primera vez que te mudes, coge un gran camión, mételo todo, llévate todo lo que puedas y vete. La siguiente vez que te mudes, a lo mejor tendrás tiempo para meterlo todo en tu coche y marcharte. La tercera vez, a lo mejor, sólo puedas coger lo que puedas cargar sobre tus espaldas y, cuando te mudes por última vez, sólo podrás coger lo que quepa en tus manos». ¿Lo entendéis? Hace falta soltar mentalmente todo aquello que os retiene y vi­vir el momento en paz y con claridad. Estos son, a lo mejor, grandes cambios para vosotros.

Llegará un momento en que las fijaciones materiales ya no tendrán ningún sentido para vosotros. Os preocupará mucho más cuidar vuestra vida que vuestros bienes mate­riales. Aprenderéis a confiar en vuestro centro de senti­miento y permitiréis que os guíe el espíritu a un nuevo hogar, si esto es lo que os hace falta. Para energetizar un nuevo lugar, podéis decir: «De acuerdo, tengo la sensación de que debo mudarme. No sé a dónde ir». Entonces, hay diversas maneras de proceder para energetizar la nueva di­rección. Cada noche, antes de acostaros, podéis deciros a vosotros mismos: «Deseo activar mi nuevo hogar en mis sueños. Deseo soñar con mi nuevo hogar. Deseo recordar mi nuevo hogar y deseo reconocerlo con claridad en la tercera dimensión».

Otra manera de descubrir, chequear y verificar vuestro nuevo domicilio es mediante el péndulo y la radiestesia. Hay personas que pueden ver, gracias al don de la clarivi­dencia, con bastante veracidad dónde estarán los lugares más seguros. Hay muchas maneras de hacerlo. Vuestras vidas se simplificarán por necesidad. Cuanto más os prepa­réis para esta simplificación, más fácil os será. Eliminad las cosas innecesarias y que sólo cargan vuestras vidas con res­ponsabilidades —todas aquellas cosas que no necesitáis—. ¡Ali­gerad! Sentaos sobre la Tierra y sentidla, comunicaos con la Tierra y confiad en la Tierra. Confiad cuando la Tierra se mueva que os moveréis con ella sincronizadamente. Con­fiad en que la Tierra os amará, os avisará y os informará de alguna manera. Confiad en que los insectos os hablarán, igual que los gatos, los perros y los pájaros. Si tenéis esta comunicación y un profundo amor y aprecio por la ener­gía de las vibraciones de la Tierra, ésta trabajará con voso­tros. Recordad, ella os conoce. No importa quiénes sois, ella sabe de vuestros sentimientos e intenciones y res­ponderá.

Cuando aprendáis a confiar en el hecho de que la Tierra trabajará con vosotros, la confianza en vosotros mismos crecerá. Si llega un momento en el que no tenéis nada para comer, os sugerimos que recordéis algo que sí tenéis y que es uno de vuestros recursos más importantes —vuestra imagi­nación—. Está comprobado que la gente puede imaginarse que está comiendo y luego se siente satisfecha. ¿Captáis la idea? Esto exigirá mucha disciplina, pero podéis visualizar la comida delante de vosotros y cómo estáis sentados y estáis comiéndola. Visualizad cómo pasa por vuestro cuer­po, imaginad su sabor y sentid la sensación de plenitud. Esto es una sugerencia, si se da el caso, de que os veáis em­pujados de verdad hasta los límites.

Cuando ocurran todos estos cambios, muchos animales dejarán el planeta. Las vibraciones que aparecerán serán bastante diferentes cuando la gente procese el dolor. Den­tro de cada uno hay un dolor colectivo y este dolor tiene que aparecer en la superficie para desintoxicaros.

Vuestro medio ambiente está tan intoxicado que no podéis escapar. No tenéis ni idea. Sin embargo, muchos de vosotros os sentís estupendamente y os seguiréis encontran­do estupendamente porque vosotros creáis lo que hacen vuestras células. Los demás pueden crearos situaciones tó­xicas. Estas os pueden subyugar y bajar vuestro nivel. O, podéis decir: «Yo creo mi realidad y cuando creo mi realidad puedo aprender de cuanto creo en mi entorno».

Los cambios de la Tierra se identifican con la muerte ¿verdad? En vuestro planeta no sabéis prácticamente nada sobre la muerte. Todos estos cambios proporcionarán gran­des oportunidades para aprender sobre la muerte. A algu­nos de vosotros os parece que, cuando la gente se va o muere, está ocurriendo una desgracia. Parece que algo está fallando y que hay algo que se haya hecho mal. Nosotros vemos lo contrario. Vemos que la gente deja el planeta con un nuevo punto de vista. Tienen mucha suerte porque hay muchos de vosotros que tenéis vuestro corazón abierto y transmitís una unidad de propósito y permitís, de esta ma­nera, que los demás aprendan y se den cuenta de por qué han venido. No todo el mundo ha venido para ver una nueva Tierra. ¿Podréis entender que hay gente que ha veni­do a este planeta para morir en paz, sin tortura ni dolor y para morir con una sensación de liberación?

Actualmente vive muchísima gente en el planeta que acompaña a las personas en el momento de la muerte. Son capaces y están dispuestos a acompañar a los moribundos a los reinos desconocidos. Crean paz para aquellos que se marchan. Volverá a haber una gran comunicación entre los vivos y los muertos. Aquellos que cruzan al otro lado para morir, no perderán nada. Al contrario, ganarán en conciencia. Alguno de ellos puede decir: «He completado un ciclo. Ya no me hace falta cargar con un cuerpo doliente y nunca más tendré que morir con miedo». Hay mucha gen­te que ha venido a la Tierra, en estos precisos momentos, para que se pueda entender la muerte. Se ha enganchado aquí debido a «trampas» del bajo astral y al control de frecuencia.

Para cada uno de vosotros se plantea el reto de ayudar a otros cuando se marchen del planeta. Esto no significa que haya que acabar con la vida. La fuerza vital que sois tiene su propósito y su cometido y cuanto más tiempo os que­déis y os comuniquéis con vuestro cuerpo, más fácil será vuestro tránsito. En el mejor de los casos seréis capaces de aprender cómo morir conscientemente y detener las fun­ciones corporales. No hay nada que temer de la muerte exceptuando las cosas que os imagináis con respecto a ella. Todo funciona según vuestras propias órdenes o las de aquellos a los cuales habéis elegido seguir. Confiad en voso­tros mismos y diseñad vuestras propias experiencias. Atre­veos a crear lo ideal.

Si tenéis miedo a la muerte y al dolor y se os presenta la oportunidad de ayudar a alguien que se marcha, vuestro corazón querrá cerrarse. Puede que penséis: «No puedo hacerlo. No puedo mirar de frente a la muerte. Me asusta demasiado». Mantened vuestro corazón abierto. Dejad que la Diosa haga y os daréis cuenta de que hay una madurez y una oportunidad en la muerte de cada persona. Es verdad, los hechos están dirigidos; no obstante, no pueden ser orquestados sin la correspondiente conciencia. Cuando ha­yáis eliminado los últimos posos del miedo y de incom­prensión, muchos de vosotros seréis llamados para trabajar con los muertos y para ayudar a liberarles. Cuando esto suceda a gran escala os encontraréis con que los muertos vuelven periódicamente.

Cuando os convirtáis en acompañantes de moribundos, seréis capaces de vivir la experiencia de la muerte con ellos y volver después —sabréis cruzar al otro lado y volver—. Os daréis cuenta de que hay muchas energías diferentes que acompañan a cada persona en este viaje. Pedid que un ser conocedor, elevado, sabio y benévolo se fusione con voso­tros y os ayude a entender cómo crear la mejor oportuni­dad que reside en la muerte. Solicitad la habilidad de pasar por la experiencia de la muerte para acompañar a otra per­sona como se hizo en el antiguo Egipto. Llevadla muerta en un barco al otro lado y volved para luego contarles a los demás a dónde fue. Para algunos de vosotros esto será algo esencial y que debéis conseguir en esta década, aquí en el plano terrestre.

Cuando ayudéis a alguien a morir, convertíos en una gran capa y permitid que vuestras moléculas se dispersen. Cuando os hayáis convertido en este gran manto, fusionaos con la persona moribunda y acompañadla. Cread una co­lumna de luz y dejad que la luz se mueva hacia arriba y entonces seguidla y observad lo que sucede. Será algo muy profundo. Durante los últimos veinte o treinta años ha habido muchas reconocidas experiencias cercanas a la muer­te. La sabiduría de aquellos que ya llegaron al umbral de la muerte y volvieron es esencial para la paz en vuestro plane­ta. Los muertos vuelven una y otra vez para hablar con sus seres queridos y para dar testimonio de a dónde los llevas­teis. Habrá otros muchos que parezca que se vayan a mo­rir; verán el umbral de la muerte, volverán y toda su vida será diferente. Esto es lo que se conoce como «experiencia cercana» a la muerte.

Cuando la gente pasa de una dimensión a otra —cuando mueren, como lo llamáis vosotros en el plano terrestre— se puede facilitar este proceso en gran medida, utilizando el sonido. Quizá queráis experimentar con diferentes sonidos. Tal vez queráis entonar algún sonido, hacer sonar al­gún instrumento o cantar. Descubriréis qué es lo más con­veniente. Solicitad ayuda e intuición. Es importante que os comprometáis a seguir vuestras intuiciones. Estas serán las que salvarán vuestro cuerpo. Si os viene un impulso que os dice: «¡Marchaos!», algo os está diciendo que debéis move­ros; algo os está diciendo que debéis iros. ¡Hacedlo! Apren­ded a reconocer vuestras intuiciones y seguidlas.

Uno de los regalos más grandes que podéis dar a vues­tros padres, es ayudarles a marcharse de la Tierra de la misma manera que ellos os ayudaron a venir a ella con el regalo de la vida. Ellos os ayudaron a ser y existe un ciclo que hay que reconocer. Debéis entender la liberación del karma, el soltar. Ellos os dijeron: «Estás aquí. Yo te doy la vida». Vosotros debéis decir: «Estáis aquí. Os ayudo a dejar la vida». La gente tiene niños para completar y cerrar un ciclo. Buscad la alegría que hay en todas las fases de la existencia.

A muchos de vosotros os contactarán los muertos diciéndoos que están atascados y que necesitan ayuda para poder cruzar al otro lado. Puede que hayan estado muertos du­rante meses o años. Pero esto supone otra forma de acom­pañar a los muertos. Podéis decir: «Vete hacia la luz. Vete y busca a tus amigos». Aprenderéis cómo hacerlo porque es algo que está en vuestras células. No es algo para lo cual tengáis que hacer necesariamente un cursillo de formación. Recordaréis cómo se hace.

Es un privilegio estar con una persona cuando se mar­cha del plano terrestre. Tal vez no seáis capaces de viajar con ella hacia la muerte de forma consciente porque para eso es necesaria cierta habilidad. También puede ser que no se os permita acompañar a personas muy cercanas a voso­tros porque, a lo mejor, no querríais volver. Sin embargo, si pensáis que vais a evitar la muerte porque la consideráis insana, os vamos a dar una buena nueva. No se podrá evitar la muerte en los años venideros. Representa un gran privilegio —recordadlo— ayudar a las personas que mueren.

La tarea de un acompañante de moribundos consiste en ayudar a éstos a encontrar el punto del perdón, a permitir que ocurra la liberación, producida por la muerte, sin nin­gún sentimiento de culpa, enjuiciamiento o victimismo. Realmente, es un arte porque mucha gente se abre al per­dón en los momentos finales. Cuando los moribundos se acercan a su creador, el tiempo se disuelve, los momentos se alargan y se convierten en lecciones conmovedoras de la vida y se presenta una gran oportunidad. El mayor perdón siempre tiene que ver con vosotros mismos, porque voso­tros habéis juzgado todo y habéis hecho que el perdón sea necesario.

Podéis ayudar a los moribundos a encontrar la paz en sus vidas, a partir con serenidad y amor, con una sonrisa en los labios. Ayudadles, animándoles a que busquen a sus amigos o parientes u a otros seres que les están invitando a avanzar. Esta es una clave fundamental en la ayuda y en el acompañamiento a los moribundos. Parte de esta experien­cia consiste en que seáis capaces de decir a la persona que se está muriendo: «Eres amado. Eres hermoso. Eres como un recién nacido entrando en otro reino. Libera a todos y todo lo que te supone una carga. Libérate de todo y date cuenta de que has vivido tu vida de la mejor manera posi­ble. Nadie te juzgará. Vete en paz, pon una sonrisa en tus labios y elimina todo enjuiciamiento que pueda haber en ti. Relájate y permite que tu vida cobre sentido en este mo­mento que te estás embarcando en la siguiente fase de tu identidad».

La muerte supone una gran sanación porque al otro lado de la muerte hay vida. Cuando enviáis energía a estas personas que están haciendo el tránsito, hacédselo saber a la Tierra. Ayudad a la Tierra en su proceso y hacedla saber que queréis estar aquí para participar en la transformación. Todo esto supone una auténtica forma de permiso cuando os entregáis a este proceso y dejáis que la Tierra haga lo que es necesario.

Conforme la Tierra continúa su baile de purificación y las sacudidas y los movimientos se intensifican, tendréis la necesidad de juntaros para embellecer las comunidades exis­tentes o crear nuevas comunidades. Cada comunidad cre­cerá y florecerá según las habilidades de sus miembros de sentir y crear formas de pensamiento en comunión. Cada comunidad tendrá que energetizar un codicilo cooperativo para que cada uno aporte comida, un techo, música, movi­miento y sonido. Estas comunidades volverán a un sistema de vida «a la antigua», cuando todos necesitaban a todos. Restablecerá la antigua heliografía de las relaciones huma­nas que es la experiencia de vivir de manera interconectada. Habrá desacuerdos; no obstante, en general, todos tendréis que estar dispuestos a trabajar para energetizar formas simi­lares de pensamientos. Estas formas de pensamiento crea­rán campos energéticos alrededor de los lugares donde vivi­réis y aquellos que llegarán a vuestras puertas se sentirán muy atraídos; vuestras formas de pensamiento actuarán como imanes. Si vuestras formas de pensamiento y vuestra comunidad son fuertes, la unión entre vosotros está enrai­zada y bien energetizada y fortalecida, atraeréis gente con la misma intención. No os preguntaréis quiénes son las cien personas que quieren unirse a vuestra comunidad. Sabréis que si cien personas aparecen para integrarse en vuestra comunidad, es porque habéis establecido formas de pensa­miento que las atrajeron a vuestra comunidad y no a otra.

Si vuestra comunidad está desequilibrada y con grandes tensiones, crearéis todo tipo de energías caóticas. Tenéis que aprender a trabajar juntos y si alguien no es capaz de trabajar en equipo y crea una fuerza descendiente en la comunidad, ésta tendrá que intentar sanar a esta persona, quien tiene que estar dispuesta a ser sanada y debe asumir la responsabilidad de lo que está creando la desarmonía. O, si la persona insiste en crear desarmonía, debe marcharse de la comunidad. No podréis aceptar personas guerreras en los días que os esperan. Gran parte de vuestro trabajo consisti­rá en sanar, ser tolerantes y estar llenos de compasión y leer los símbolos y las señales. Tendréis que permitir que otras personas, y vosotros mismos, viváis lo que necesita mani­festarse para llegar a una profunda comprensión. Cada per­sona que pertenece a una comunidad tiene que hacer su contribución a la totalidad de la misma, de manera que todos aporten su talento. Las comunidades se especializarán en ciertos productos, talentos y habilidades basándose en la conciencia colectiva de la gente. Tal vez os preguntéis: «¿Cómo voy a saber en qué clase de comunidad estaré yo?» Una mano invisible os guiará hacia la comunidad a la que podáis servir y la que os servirá a vosotros según vuestras intenciones, creencias y deseos.

Os sentiréis aliviados cuando pertenezcáis a una comuni­dad y viváis más cerca de la Tierra, respiréis aire limpio y os sintáis con vida nueva. La comida también tendrá una nueva vitalidad. Las risas serán más alegres y las relaciones personales más profundas. Además, cada momento de la vida tendrá un mayor valor. Eventualmente, llegaréis a la conclusión de que la vida es un juego y sólo, si vivís jugan­do, podréis tener éxito en el trabajo. Todo trabajo se reali­zará en beneficio de la comunidad. Serán sanadas muchas cosas. Las comunidades construirán edificios nuevos y se producirá un renacimiento de la cultura de los templos. Por todo el país se señalizarán lugares santos y se levanta­rán edificios sagrados de gran belleza. Debido a los cambios en la Tierra, se abrirán secretos guardados en su interior. Las pirámides, que están salpicadas por este país y que están ahora cubiertas, serán descubiertas y muchas fisuras y ren­dijas revelarán lugares antiguos, enterrados desde hace mu­chísimo tiempo.

La comunidad que sea capaz de manejar sus formas de pensamiento, pasar más allá de las batallas del ego y encon­trar un propósito y una calidad de vida viable, será la que funcione. En algunas comunidades se cuidará el crecimien­to de la vegetación mediante la meditación, el sonido y la intención como forma constante de comunicación con la naturaleza. Los miembros de la comunidad podrán ento­nar sonidos conjuntamente y crear sueños y tocar música. Estas serán las comunidades más apreciadas, aquellas que mejor juegan. Esto no quiere decir que vais a caer en el hedonismo y que vais a olvidar, comer, tomar drogas, beber para olvidar y, encima, creer que éste es el juego. Cuando juguéis, jugaréis conscientemente con la energía, liberándola y dirigiéndola de un modo ingenuo. Vuestra responsabilidad, dedicación y tarea consistirá en hacer que vuestra comunidad sea un lugar magnífico. La interacción dentro de un grupo, libera un gran poder.

Muchos de vuestros talentos, que mejorarán la vida de la comunidad, aún no se han descubierto y aún no os habéis percatado de ellos pues surgirán de vuestro interior.

Vuestros campos energéticos se basarán en el codicilo que haya acordado el núcleo de la comunidad. El grupo central no decidirá nada en secreto pues ya no habrá secre­tos; los días del secretismo habrán pasado. Se establecerá un código de conducta y todos los miembros de la comunidad jurarán regirse por él. Campos energéticos rodearán a todo el mundo y crearán nobleza y sabiduría. Todos, desde el bebé más pequeño hasta el miembro más anciano, y tam­bién los animales, vivirán dentro de estos campos energéti­cos. Como fundadores, vosotros tenéis que tener muy cla­ro lo que funcionará. Si adoptáis ideas muy básicas en lo que se refiere a la armonía y cooperación y sí soñáis juntos, el éxito estará garantizado. Soñar tiene que convertirse en una parte esencial de la vida comunitaria porque a través de los sueños la gente revela su identidad. Gracias a los sueños, podréis detectar energías desequilibradas y podréis intentar devolverles la armonía. La gente que tiene graves dificultades durante la vida despierta, tendrá aún más en el mundo de los sueños. Escuchar los sueños os ayudará a saber quién es quién. Debéis aprender a escuchar y observar sin juzgar y debéis permitir que la intuición os guíe.

Uniréis recursos y compartiréis ideas sobre cómo se debe repartir la comida, la educación, el trueque, el negocio y el ocio y los lugares de meditación. Estableceréis priori­dades y seréis conscientes de que una comunidad fuerte es lo más importante y os percataréis de que cada persona supone un enriquecimiento para el conjunto de la comuni­dad. Si hacéis estas cosas, estableceréis un campo de ideas o un campo de pensamiento. Crearéis inmensas formas de pensamiento que flotarán encima de la comunidad. Aque­llos que se inclinan a leer las formas de pensamiento, serán capaces de reconocer a vuestra comunidad y sabrán, al leer las energías de estas formas de pensamiento, a qué os dedi­cáis. Vuestras formas de pensamiento serán algo así como un telégrafo etérico.

No habrá una sola persona al frente de una comunidad. Todos contribuiréis con vuestro sentido común, vuestros impulsos y vuestra espontaneidad. No podréis esperar que una sola persona lo sepa todo. Es esencial que cada uno de vosotros se valore a sí mismo durante este viaje.

Tenéis que ser capaces de comunicaros con las plantas y los animales cuando vayáis a diseñar vuestra comunidad o lugar de vivienda. ¡Esto es fundamental! Todo esto suena un poco extravagante, pero no lo es. Suena así porque aho­ra mismo no os tomáis el tiempo para hacer estas cosas. ¿Cuándo os habéis sentado la última vez para charlar con vuestro gato o vuestro perro? Todo esto desarrolla vuestra sensibilidad y os ayuda a establecer un nuevo nivel de toma de decisiones y a recibir consejo puesto que los animales y las plantas reciben su sabiduría directamente de la Tierra. Ellos están sintonizados y esperan pacientemente a que os deis cuenta de que os pueden ayudar y aconsejar. Os pue­den mostrar todos sus secretos de sanación y enseñaros dónde están los lugares energéticos. Os pueden enseñar todo.

¡Ellos saben! ¿Sabéis por qué ellos saben? Porque no explo­tan la naturaleza ni la Tierra. Vosotros, los humanos, como especie, os aprovecháis de todo y las cosas se esconden ante vosotros.

Los animales y las plantas serán vuestros guías hacia los reinos de los devas y los elementos, los reinos de la natura­leza que se rigen por fuerzas cuya realidad no es reconocida por la vuestra. Tomaos el tiempo necesario para encontrar la inteligencia de un crisantemo, de un saltamontes, de las hormigas —de todas las cosas—. La experiencia aparecerá en cualquier cosa para todo aquel que quiera conectarse con la Tierra. La sanación de la Tierra se producirá gracias a la comunicación y al intercambio con los habitantes del planeta.

Los derechos al nacimiento cambiarán. El valor de un nacimiento y aquello que hacen las mujeres para traer ni­ños a este mundo, será altamente honrado. A los hombres se les honrará cuando estén al lado de una mujer y de un niño y digan con orgullo y con el correspondiente sentido de la responsabilidad: «Este es mi hijo». Las mujeres nunca más se sentirán avergonzadas por parir. ¿Por qué hay tan­tas mujeres que no tienen un padre para sus hijos? Porque se avergüenzan del proceso y no sienten el honor que hay en lo que están haciendo. Llegará un tiempo en el que un hombre buscará sinceramente la atención de una mujer. Querrá participar de su vibración, para unirse más que cualquier otra cosa, para formar parte del milagro de la vida y para asistir a dar a luz a un niño. Todo cambiará por completo. Vuestra era será vista como la era más bár­bara, en la cual la oscuridad era más oscura que nunca y en la que ni las propias mujeres sabían que estaban escenifican­do el juego patriarcal del nacimiento.

Vuestras comunidades estarán orientadas hacia los ni­ños —hacia aquello que podréis hacer por los niños para crear un entorno sano, amoroso y nutriente—. Aprenderéis de los niños porque ellos se convertirán en vuestros maes­tros. Os instruirán y compartirán con vosotros lo que saben, lo que sucede desde su perspectiva. Durante esta déca­da nacerán unos niños que nosotros llamamos la Familia del Amor. Os enseñarán cosas sobre la energía de la Diosa y sobre el amor como fuerza creadora. Ellos serán porta­dores del resumen de la energía creativa. Nacerán de aque­llas parejas que saben honrar su sexualidad. Los individuos de la Familia del Amor pueden nacer cuando una pareja se une en la más alta vibración de la energía espiritual, con una apertura total de los chakras y con la intención de invitar a una energía a que se encarne.

Muchos de estos niños serán seres altamente evolucio­nados que aprenderán a hablar elocuentemente pocos días o meses después de nacer. Ellos sabrán y recordarán muchas cosas; dirán: «He vuelto». Sabrán andar, hablar, hacer cosas y entender distintos idiomas. Su aspecto será diferente. El período de gestación será más corto. Todo en vuestro cuer­po se acelerará y, por lo tanto, el período de embarazo será menor. Para estos niños, el nacimiento será extático y ellos transmitirán esta misma experiencia a sus madres y se su­primirá el dolor del parto. No causarán agotamiento a sus madres; las elevarán y su conciencia dependerá de la conciencia de sus padres y de cuán elevada pueda ser la vibra­ción masculina en este planeta. Esta vez, está en las manos de los hombres demostrar qué tipo de conciencia del espa­cio podáis invitar a este planeta.

Estos niños serán considerados miembros privilegiados de cada comunidad, presagios de buena suerte. Estarán en­ganchados los unos a los otros de forma telepática a lo largo y ancho del planeta. Cuando entren en una habita­ción, podrán mantener el mismo flujo de creatividad a tra­vés de sus corazones porque su presencia estimulará y ele­vará la vibración de aquellos con los que entren en contac­to. No serán muy altos. Serán azules. Procederán del rayo azul porque serán conciencias pleyadianas y tendrán tareas específicas que realizar. Formarán parte de cada comuni­dad, nacerán en cada continente y en cada tribu. Vendrán aquí para traer la vibración del amor y para enseñaros.

Estos niños serán como un eslabón telepático con la Diosa. Estarán en comunicación directa con ella porque llevarán la frecuencia del amor creativo. Además, acelera­rán la comunicación telepática de todo el mundo, al tiem­po que oiréis y sentiréis lo que están pensando los demás. Esto os disciplinará a estar más alineados y a ser más selecti­vos con vuestros pensamientos. En estos momentos, éste es el reto más importante del planeta. Es necesario que com­prendáis que aquello que pensáis tiene un efecto sobre la realidad. Ahora, muchos de vosotros suponéis que este concepto se basa en la confianza. Sin embargo, pronto se demostrará, como prueba viva, que es así y todo el mundo lo verá.

Estos niños serán prodigiosos. Serán apreciados porque su conciencia será muy valiosa. Será como si tuvierais oro andante entre vosotros. Ellos cambiarán la vibración de todo el mundo y el flujo de la creatividad variará. Cuando ellos emerjan, como valiosos miembros de las familias y sociedades, todas las comunidades se considerarán enorme­mente afortunadas de tenerles entre ellos. Estos avatares del amor volverán. Mostrarán el camino y os comunicarán con todas las comunidades del mundo entero.

Estos niños crearán enlaces telepáticos con sus padres potenciales y, de esta manera, se podrá elegir. Deseamos comunicaros, a cada uno de vosotros, que de verdad podéis elegir. ¿Ejercitaréis esta elección? ¿O bien os deslizaréis en la falta de poder, pensando que no tenéis ninguna influen­cia sobre lo que puede hacer vuestro cuerpo? Estas enseñan­zas son cruciales para los días venideros. Cada uno de voso­tros, como encarnación femenina o masculina de la energía de la Diosa o de Dios, tenéis que aprender la idea de que tenéis poder sobre vuestros cuerpos, sobre el proceso de dar vida, sobre la distribución de la kundalini y que sois vosotros los que decidís cuando un niño puede, a través de vosotros, entrar en esta vida.

No todos vosotros tendréis estos niños tan singulares. Estos niños buscarán a quienes tengan la conciencia y el linaje apropiados. Nacerán en cada pueblo y en cada comu­nidad. Ellos ayudarán a cambiar la vibración planetaria y nacerán gracias a las parejas que tengan una experiencia espiritual y psíquica de la sexualidad. Estos niños serán la encarnación de la vibración del amor y voluntariamente decidirán cargar con la marca de la diferencia. Serán cons­truidos en el propio ADN de vuestros cuerpos y en vues­tros torrentes sanguíneos.

Dependiendo de la elección de conciencia, muchos lu­gares contienen actualmente el potencial de desaparición. Llevaréis a vuestros hijos, antes que a vosotros, a lugares seguros y el espíritu juntará a los niños en todo el mundo. Los niños serán verdaderamente vuestros recursos más apre­ciados, vuestro linaje hecho forma y ellos querrán vivir en un mundo vital. Vuestra tarea prioritaria consiste en pro­veerles con un mundo seguro. En los últimos años de esta década, muchos de los trabajos que realizaréis serán con y para niños.

Pronto no seréis capaces de reconocer la vida en este planeta porque lo que vosotros ahora vivís como rutina y dais por sentado ya no existirá. No hay nada que temer. Muchos de vosotros viviréis cosas para descubrir dónde está vuestro poder y vuestra energía y descubriréis que todo está dentro de vosotros. Todos estáis cualificados para remontar los tiempos que se avecinan —para montar estas olas y elevaros por encima de la agitación y de las resacas—, Todos disponéis de la habilidad para quedaros en la cresta de la ola; por esta razón no tenéis por qué tenerle miedo a nada de lo que venga.

Os queremos pedir algo. No importa dónde os encon­tréis, no importa lo que pueda suceder, no importa qué severas os parezcan las cosas, os queremos prometer que os traeremos siempre, cada día de vuestras vidas, alegría, amor y risas. Tomaos tiempo para decir: «Escuchad, estamos de­masiado «flipados» con todo lo que pasa. Queremos reír­nos un poco. Vamos a parar un poquito y tomarnos un té. Vamos a energetizar la frecuencia del placer».

Estos son tiempos enormemente brillantes y elevados. ¡Son magníficos! Lo único que pasa es que no tenéis a nadie que os lo recuerde diariamente. Existen tecnologías muy singulares de sonido y luz que energetizan nuevas oportuni­dades para cooperar y funcionar sin esfuerzos. Están na­ciendo muchas soluciones.

Puede que las nuevas civilizaciones deseen avanzar hasta un alto grado de perfección y experimentación tecnológica pero sólo podrán conseguirlo si sus creaciones son regidas por la mente, el corazón y el espíritu. Cuando las creacio­nes se rijan por la mente y el corazón, la tecnología será una tecnología viva. La diferenciación que estamos hacien­do es que la tecnología cobrará vida. Funcionará en coope­ración con las mentes que la crearon. Puede que parezca «hardware» pero será «hardware» vivo. Esta será la próxi­ma fase. Comprended que todo aquello que creáis y a lo que dais vida, lo producís con vuestra mente. Lo que hacéis con vuestra mente y cómo lo empleáis es la clave para vuestra supervivencia y la supervivencia del planeta Tierra.


Ejercicio energético

Ordena a tu cuerpo que se aquiete, siente la columna de luz cómo energética, limpia y recuerda a tu cuerpo su funciona­miento ideal. Intenta que la columna de luz llene todo tu cuerpo y solicita que la salud y el bienestar pulsen en cada célula y en la esencia de tu Ser.

Cuando sientas esta energía en tu cuerpo, combínala con tu entorno de tal manera que todo se beneficie de ello. Relájate y envía un rayo de luz a tu interior, a la zona del plexo solar, el lugar de la voluntad, de las sensaciones y del poder. Imagínate sacando algo del plexo: un lingote de oro, un diamante, una gema que esté mas allá de cualquier pre­cio. Sujeta este objeto que tú consideras tan valioso y que has descubierto dentro de ti, en tu mano. Maravíllate de la belleza esplendorosa de tu tesoro.

Imagínate ahora en un grupo formado por mucha gente y cada una de las personas del grupo sostiene su gema precio­sa interior. Uno a uno os acercáis a un mantel verde y dorado y con mucha suavidad y gran reverencia depositáis vuestros tesoros encima de él. Es un símbolo de lo que lleváis dentro de vosotros y que estáis dispuestos a contribuir para que la humanidad entera se beneficie de él. Vuestro regalo puede ser tan grande o tan pequeño como vosotros queráis. Una vez que lo hayáis depositado, dad un paso atrás y for­mad un círculo, mirad las joyas y tesoros que representan la colección de contribuciones de vuestro grupo. Siente la pre­sencia del grupo. Siente los resultados de la combinación de vuestros valores y el valor de los demás miembros del grupo.

Visualiza ahora qué es lo que tú quisieras que aportase esta valiosa colección a la Tierra y al deseo de tu propio corazón. Cuando tu aportación sea aceptada, siente cómo la columna de luz te energetiza. ¿Qué te imaginas que hará que las cosas sean diferentes para la Tierra?

Mantén tu visión tan clara como te sea posible. Haz que la energía circule en forma de espiral y que abrace el conjun­to de conciencias. Deja que la energía gire y se mueva rápi­damente de una persona a la otra, recordándoos que os de­dicaréis con la mente y el corazón al futuro de la Tierra.

DESPERTAD, QUERIDOS AMIGOS, DENTRO DE VUESTRO SUEÑO

Como especie de la vida, estáis equipados para el momento en el que se os requiere dar un salto de fe.


Nosotros os contamos historias que os ayudan a evolucio­nar. Podéis elegir entre si queréis creerlas o no. No obstan­te, si elegís creerlas también debéis estar dispuestos a soltar­las y daros cuenta de que ya no os sirven. En estos momen­tos, todos nuestros intentos y propósitos sirven para con­fundiros hasta que lo veáis claro, además, queremos crear contradicciones insolubles dentro de los patrones de pensa­miento que ocupan las células de vuestro Ser. Cambiáis cuando pensáis en nuestras palabras. Los días que tenéis por delante estarán llenos de un esplendor majestuoso. Hace algún tiempo, vuestro mundo físico también ofreció una belleza original para que la exploraseis. Estáis creando una oportunidad para trascender la realidad tridimensional y para poder entrar en los túneles del tiempo donde los mun­dos y realidades tienen una mayor variedad y flexibilidad. Vuestra tarea consiste en sanaros mientras avanzáis en la caza del tesoro a través de los túneles del tiempo. Hemos compartido muchas claves con vosotros y otras tantas que no hemos mencionado. Tenéis que transformaros como totalidad de la fuerza de la existencia, equilibradamente, en vuestro momento del «ahora» que se expande de manera continua.

Os hablamos porque sois humanos que estáis evolucio­nando —sois embajadores de la luz—. En estos momentos estáis dispuestos a hacer descubrimientos sin precedentes. Estáis maduros, debido a vuestra propia exposición y bús­queda, para elegir. Cuando nosotros viajamos a vuestra realidad aprendemos por el mero hecho de observar el proceso de vuestra resistencia, de vuestro aprendizaje y creación de vida. En estos momentos, podéis consideraros en el punto álgido del viaje vital. En el momento en que os sentís atraídos por nuestras palabras, el fin está cerca.

Todas las cosas que hemos compartido con vosotros, a lo largo de los once capítulos anteriores, fueron diseñadas para que profundicéis más en vuestro trabajo interno. Ha­béis visto las creencias e ideas en torno a las cuales se estruc­tura el Ser —debido a la elección, debido a las influencias visibles e invisibles de la Tierra y de los cielos— ¿Qué importa? No repudiéis la realidad. Habéis creado ahora una oportunidad. A estas alturas estáis equipados para agra­decer lo que sabéis y a dónde habéis viajado. En esta histo­ria del «doce» habéis aprendido más cosas sobre quiénes

La idea del «doce» está impresa y profundamente enrai­zada en vuestro ser físico. El «doce» es un código que ha sido utilizado por muchos seres sensibles para entrar en vuestra realidad. Hoy vivís vuestro mundo gracias a cier­tos acuerdos matemáticos de lo que es la realidad. Hay numerosas bases matemáticas para las cuales se pueden utili­zar números e interpretaciones. La mayoría de vosotros está de acuerdo con aquello que se enseña y se utiliza y os creéis que es lo único. La idea del «doce» coincide con la base matemática y el punto de vista comúnmente aceptado. La historia del «doce» es mucho más grande que esta base; no obstante, encaja bien. Se os puede influenciar gracias a esta estructura y se puede establecer una forma de guiaros para que os acerquéis a la realidad.

¿Os podéis imaginar que, sea a donde sea que viajéis a lo largo de la vida y de toda la existencia, siempre habrá un camino? Imaginad que estáis conduciendo un coche, viajan­do por las autovías pero nunca miráis atrás ni os atrevéis a alejaros de las carreteras asfaltadas. Podéis ver lo que hay al lado de las carreteras pero vuestro vehículo sólo funciona sobre la carretera asfaltada y por eso sólo podéis ir a donde haya una carretera y nunca podéis dar un paseo andando. Comprended que la huella del «doce» es como una carrete­ra —ya sean los doce signos del zodíaco, las doce horas del reloj, los doce capítulos de este libro o las doce marcas de vuestra identidad en forma de filamentos del ADN o los doce chakras de energía—. Todas estas cosas son carreteras que atraviesan el cosmos y alrededor del cual, habéis viaja­do como seres inteligentes.

Nuestra intención es ayudaros a que seáis plenamente conscientes de que os encontráis en una «autovía» de doce formas energéticas. Si de verdad podéis aprehender esta gran influencia del «doce», tal vez os será más fácil ver a dónde os conducen las carreteras cósmicas. Estáis prepara­dos para encajar, como modelos de pensamiento universal, en doce carreteras. Esto forma parte de las enseñanzas que están codificadas en este libro. La comprensión de las doce carreteras energéticas, que os llevan a lugares distintos en esta existencia que os une, implica unos niveles muy pro­fundos de creación. Cuando comprendáis que estas carrete­ras os conducen a los grandes cambios de conciencia que estáis acumulando y viviendo como conciencia colectiva, ello acelerará el fin de la realidad tal como la conocéis aho­ra. Con todo, un fin es un momento colmado, instante en el que os reunís y os quedáis esperando el comienzo aún invisible. Como especie de la vida, estáis equipados para el momento en el que se os requiere dar un salto de fe.

Puede que os preguntéis: «¿Y de qué me sirve saber lo que sé? ¿Qué me aporta el hecho de saber ahora que soy un miembro de la Familia de Luz? ¿Qué tal vez sea un pleyadiano? ¿De qué me sirve saber que la Tierra es valiosa, que yo soy valioso, que si camino sobre la Tierra y busco puedo encontrar sus secretos de ilimitada majestuosidad, sus lugares sagrados y sus sinfonías de círculos que hablan silenciosamente? ¿Por qué necesito saber cosas sobre los «Lizzies» y sobre la Diosa y sobre mi cuerpo? Y, ¿Cómo es esto de un espacio dentro de mí para que otros puedan fusionarse conmigo y asomarse a través de mis ojos? Y, si es verdad que otros se fusionan conmigo, ¿perciben ellos el mismo mundo que veo yo? ¿O, acaso, el hecho de que otros se fusionen conmigo hace emerger otros mundos y que yo mismo emerja desde estos otros mundos? ¿Qué es la posesión? ¿Qué significa fusionarse y emerger aquí en la Tierra a finales del siglo veinte? ¿Qué tienen que ver mis glándulas y mi cuerpo con todo esto? Y, ¿a dónde me conduce la sexualidad en este contexto?» Ahora bien, mien­tras vosotros examinéis estas cuestiones, a nosotros nos gustaría preguntaros: ¿Qué profundas novedades estáis des­cubriendo al aprender a abrir vuestros lugares sagrados per­sonales a los secretos de vuestras propias ataduras de la conciencia? ¿Con qué os encontráis cuando topáis con mu­ros y cuando veis los misterios más profundos de vosotros mismos?

Si conseguís aprender a transformar la energía y a no juzgar, llegaréis a un lugar exaltado que os conducirá más allá del momento, hacia un aspecto mucho más amplio del tiempo —un tiempo que está estructurado de una manera muy diferente a la que conocéis—. El tiempo, según voso­tros, está regido por números. Una vez mas os encontráis con la historia del «doce», encapsulada en el tiempo, defi­niendo quiénes sois dentro de este círculo. Así que, cuando completéis el ciclo del «doce» en este libro, deberíais reflexio­nar y considerar el tiempo según un nuevo punto de vista. Daos cuenta de que es una estructura mediante la cual otras formas de la existencia usan la herencia matemática como un lenguaje para expresar la geometría.

Pensad en la geometría del tiempo que conecta los ci­clos que vosotros creéis existen fuera de vosotros —las rota­ciones de los planetas y de la Luna. ¿La luna es una com­putadora? ¿Un ojo en el cielo? ¿La Madre Diosa? ¿Un lu­gar de bases secretas? ¿Una estación de aprovisionamiento? ¿Una biblioteca cósmica? ¿Un almacén de sabiduría anti­gua? La Luna es una creadora de magia y un rotador de ciclos, la energetizadora de vuestras mareas internas y una deidad acuosa de la Gran Madre. ¿Qué es la Luna en rela­ción al Sol? Esto es lo que debéis explorar durante vuestro viaje de autodescubrimiento.

El Sol es el gran regente maestro, el gobernador de vuestro sistema solar —¿Quiénes sois vosotros sin luz?—. ¿Quién posee la luz? Y, ¿quiénes, de verdad, son luz? Y, ¿Cuáles son las formas energéticas que le rodean, estos regios planetas que, según vuestras creencias, existen en vues­tro sistema solar y que están esparcidos como perlas en todo el espacio cósmico —joyas tan bellas como la propia Tierra—? Hay gente que se mofa de la idea de que cada una de estas resplandecientes formas que habitan en el espacio contiene inteligencia.

Nosotros, sin embargo, que existimos muchas veces en estas rocas brillantes del espacio, nos asombramos cuando alguien no comparte las grandiosas ideas que en estos mo­mentos bombardean vuestro planeta. No permitáis que aquellos que ejercitan la autoridad os quieran limitar. ¡Ele­vaos! Cuando decidís elegir una visión más amplia de la realidad, entráis en un estado exaltado de conciencia. Es decir, que estáis dando un papel más importante a cada cosa en vuestra vida y funcionáis desde el centro de vuestra propia autoridad.

Cuando viajáis a este punto que es la suma total de quiénes sois, llega el momento de compartir vuestro conoci­miento con vuestra familia, sociedad y cultura. Hay mu­chos de vosotros que ya estáis preparados. Tenéis el deber de compartir lo que sabéis —no se trata de predicar o sem­brar miedo o arar el campo para otros, pero sí de vibrar en la totalidad de lo que sois—. Tenéis que comprender y abra­zar todas las cosas que configuran una sociedad —vida, muer­te, nacimiento, niños y todos los miembros de una socie­dad, jóvenes y viejos, y no sólo aquellos que consideráis productivos—. Ocurrirán cambios radicales. Tened com­pasión al poner en práctica todas las cosas que habéis apren­dido.

Como conciencia colectiva os estáis enfrentando al karma en su totalidad, ahora que la era de Piscis concluye su acto final y su propósito. El karma se está desarrollando de acuerdo con las leyes universales de causa y efecto. Con un gran gesto de generosidad, el karma permite que las crea­ciones de la existencia vuelvan a su autor. Y vosotros sois éste. Os estáis enfrentando a un retorno particular de lo que habéis creado. Es crucial que sepáis esto ahora. Muy al principio de este diario hemos explicado que nosotros esta­mos aquí, vivenciando la Tierra, debido a nuestro karma. A vuestra manera, también vosotros habéis llegado a este punto. Así que es importante que reviséis vuestras vidas, os apartéis un poco y os convirtáis en observadores, los gran­des observadores de vuestro viaje a través del «doce». ¿Quié­nes sois y cómo habéis empleado vuestro propio Ser du­rante el viaje a través de la tabla de la conciencia —este juego de doce ciclos vitales, o doce influencias que giran y giran y completan una y otra vez el círculo—? ¿Podéis salir de este círculo? ¿Qué sabéis? ¿Y qué vais a hacer con lo que sabéis?

Nosotros existimos en un lugar en el tiempo que está más allá de donde vosotros podéis ser en estos momentos, sin embargo, el lugar en el que existimos ocupa el mismo momento que vosotros. Aprenderéis a adentraros más pro­fundamente en vuestros momentos y cómo descubrir que hay una encantadora melodía sin fin que os seduce a seguir. Queremos que comprendáis que aquello que buscáis, de al­guna manera, siempre está justo delante de vosotros. No os carguéis con esta idea. Comprended que durante la misma búsqueda os animáis y os inspiráis con vuestra propia ima­ginación. Nuestra intención es presentaros con una visión del propósito para que os inspiréis a vivir más. No pode­mos hacer vuestra vida. Sólo vosotros, vosotros mismos, podéis hacerlo.

Usando el poder de vuestra kundalini y dirigiendo esta fuerza hacia una visión en expansión continua del paraíso y hacia la vibración del éxtasis, seréis guiados desde un mo­mento al siguiente. El paraíso existe. Esta es la verdad. Todos lo estáis buscando y, además, lo vais a encontrar. Lo reconoceréis como un momento de felicidad absoluta. No es un lugar estático donde viviréis y os aburriréis; es un momento de felicidad. Muchas veces, lo buscáis delante de vosotros, siempre esperando cuándo va a aparecer. Cuando vivís totalmente un instante entonces podéis reconocer que estáis en un momento de felicidad. O, podéis mirar atrás y daros cuenta de que habéis vivido muchos momentos de felicidad. Podéis mantener la frecuencia de la felicidad, sa­biendo que una y otra vez habéis creado este momento de expansión continua, espontáneo y sincronizado y que os empuja a seguir avanzando.

Cuando lleguéis al punto de cierre y de cumplimiento, en el duodécimo sector, habréis llegado de verdad al lugar del karma. Es un conjunto de lecciones, cuando la suma total de lo que habéis puesto en marcha vuelve hacia voso­tros, completando un ciclo. Hay varias maneras de mane­jar esta comprensión. Podéis sentiros atrapados y esclaviza­dos por ella y podéis crear sufrimiento, es decir, el victimismo: «No tengo poder. No puedo hacer nada al respec­to. Estoy atascado en un pozo. No tengo ni idea de cómo me ha podido suceder esto a mí». Si ésta es vuestra postura, podéis estar seguros de que lo vais a crear otra vez. O, po­déis utilizar la suma total del viaje de los «doce» y decir: «¿Qué es esto que he aprendido en este viaje del "doce"? Yo asumo la responsabilidad de mi vida ya que es mi propio diseño y mi propia creación. Durante este viaje he llegado a ver por qué he elegido ciertas cosas, aunque no me había dado cuenta de ello antes. Me vale porque me demuestra que mis pensamientos crean mi propia realidad y ahora entiendo cómo el viaje del "doce" me ha servido. No me entristece ni esclaviza lo que he descubierto. Puedo liberarme ahora».

Todos vosotros estáis pasando por este aspecto específi­co, estáis viviendo el final de la era de Piscis que está marca­da en el calendario cósmico. En un futuro cercano desapa­recerá el fondo. Estáis en el punto final, procesando y com­prendiendo los entramados, en forma de patrones e ideas que conectan todos los aspectos del Ser, por los que habéis viajado. Aquellos de vosotros que habéis procesado los en­tramados del sistema exterior, comprendéis ahora los entramados de vuestros propios sistemas, en el interior de vuestro cuerpo. Algunos de vosotros estáis ahora descu­briendo que sois presos, atrapados en vuestra propia Torre Eiffel. Disolved vuestro confinamiento. Cuando os vayáis a la cama esta noche, visualizad llaves que cuelgan de las paredes de las torres en las que vivís. Si os imagináis como presos, encerrados en cualquier aspecto de la realidad, tam­bién podéis imaginaros que haya llaves para abrir las puer­tas y que también haya nuevas vestimentas. Elevaos y sa­bed que podéis resolver aquello que parece ser una carga kármica. Si en estos momentos el karma os está pellizcando es porque tenéis que salir de la prisión que os habéis cons­truido, inducidos por vuestra necesidad de castigaros o de sentiros avergonzados. Todos estáis preparados para este gran momento de liberación. Imaginad que sois embajado­res de luz, sintiendo el espacio y la vitalidad dentro de vo­sotros mismos y sabiendo que vuestros pensamientos han creado la energía que os mueve. Nuevos horizontes y vis­tas del mundo os esperan si los visualizáis e imagináis. Tenéis que visualizar estos momentos de felicidad; no pue­den existir sin vosotros.

Una iniciación es un test mediante el cual aprendéis a confiar; soltadlo todo y cambiad. Cuando todavía sois pe­queños y vuestras piernas aún son cortas, aprendéis a moveros con triciclo. Cuando sabéis manejarlo sin ayuda, os sentís muy orgullosos. Y cuando podéis manejar estas piernas tan cortitas y moverlas y aprendéis cómo manteneros encima del triciclo, la verdad es que os sentís muy realiza­dos como corresponde a un niño de tres a cinco años. Esto es una iniciación. Vuestras piernas van creciendo y ya sois demasiado grandes para este pequeño triciclo. Hoy en día, el mundo está lleno de gente en posición de autoridad pero que todavía está sentada encima de un triciclo. Nunca ha ido más allá del momento de conocimiento experimenta­do. Es gente que obliga a la realidad y a estas piernas tan largas a encajar en este singular momento. La iniciación consiste en permitiros entrar en este instante de expansión continua —comprar una bicicleta más grande y adaptaros a las crecientes necesidades de vuestro cuerpo—. Debéis com­prender que vuestro cuerpo no sólo crece físicamente. Cre­ce mental, espiritual y emocionalmente hacia una existencia multidimensional. La clave es confiar en el proceso de cre­cimiento y cambio en todas las dimensiones de la realidad, con todas las versiones de vosotros mismos. La crisis con la que os enfrentáis es porque los líderes mundiales y figuras de autoridad siguen con su triciclo, dando vueltas a la man­zana, perdidos en un entramado de creencias anacrónicas.

La iniciación supone hacerse con algo que es enorme y desconocido y luego convertiros en maestros de su manejo. La acumulación de todo lo que aprendéis a través del «doce» os lleva muchas veces a una crisis. ¿Por qué se produce esta crisis? Porque sois seres muy testarudos. Porque os gusta decir: «Me estoy expandiendo. Soy elevado. Soy abierto. Hago espacio dentro de mi cuerpo. Estoy preparado para el cambio». Y luego aparecen los frenos. «Así no, espíritu. Oh no. Así no, espíritu. No voy a cambiar. Quiero seguir siendo igual.» No hacéis sitio para que las energías pasen a través de vosotros y así se atascan los agujeros del colador. Y se produce el contragolpe.

Si habéis visto alguna vez lo que ocurre cuando se rom­pe una presa, sabéis que hay que enfrentarse con un gran desastre. Pronto lo veréis. En vuestro mundo se derrumba­rán algunos diques porque, como personas, habéis retenido la conciencia. En lugar de pasar la iniciación preferís quedaros en el triciclo. Tenéis miedo de montaros en una bicicleta más grande y caeros. ¡Soltadlo todo! Daos cuenta de que hay mucho amor por vosotros. La realidad fue diseñada por vosotros y vosotros podéis diseñarla de mane­ra que os beneficie. La fuerza de la existencia se mueve en vuestra dirección con tal de llamarla. Así que, cread una gran y bella sinfonía de cómo queréis que sea el mundo. No hay límites y esto es lo que la iniciación enseña. Podéis bajaros del triciclo y montaros en una bicicleta más grande e ir más deprisa y ver otro mundo. Como colectivo estáis creciendo para montar algo más grande, un vehículo que estáis empezando a imaginar. Tened compasión con los que tienen miedo de bajarse del triciclo de la vida. Tened com­pasión, abrid vuestro corazón e invitadles. Enseñadles el camino, vosotros que tenéis el valor de ser embajadores de luz, porque estáis montados en un vehículo invisible.

No os ancléis en lo que hemos compartido con voso­tros. No proclaméis nuevas Biblias de verdades basadas en nuestras historias. Estamos aquí para entreteneros y, como hemos dicho, para crear nuevas imágenes para construir peldaños de cara a escalar hacia aquello que está ahí fuera. Es un universo gigantesco, así que no debéis limitaros a reducirlo todo a una sola receta para hacer el pastel. Hay muchas maneras de ver la vida.

La encarnación del «doce» os dará la suma total de vosotros mismos. Aceptadlo y daos cuenta de que con la conclusión del «doce» comienza un viaje completamente nuevo. Este es el instante en el que os encontráis. Disfrutad cada momento como un momento de felicidad. Aprove­chad la oportunidad de expansión continua que las diosas y dioses y todas vuestras versiones de vosotros mismos están enviando en vuestra dirección. Aceptad el encubrimiento de vuestra propia creación.

La suma total del «doce» también hace referencia a la idea de las doce bibliotecas. Ahora mismo no podéis com­prenderlo. No obstante, nosotros intentamos ofreceros una visión y una idea para que algunos de vosotros podáis empezar a crear estas librerías a vuestra manera artística;

primero en vuestra imaginación y luego, a través de diver­sos medios, en el propio planeta. Vosotros elegís libremen­te la manera en la cual queréis convertir estas ideas en formas concretas.

Nosotros queremos que tengáis en mente que ahora mismo están despertando a la vida doce centros sorpren­dentes, inclusive la Tierra. Este momento se mueve hacia todas las direcciones conforme lo engrandecéis y lo explo­ráis y os atrevéis a escalar un nuevo pico de la existencia —insistiendo en que hay más— y todo ello se refleja también en cada aspecto del «doce».

Cuando estos doce centros del saber se reconecten de nuevo y formen una red energética de luz se habrá creado un nuevo mandala —una nueva «autovía» energética dentro del universo que vosotros habitáis. La historia del «doce» encaja en un círculo y, conforme la realidad se estira para completar más momentos, encaja también en una espiral. Cuando vosotros completáis un ciclo de «doce», se crean esferas o círculos de conciencia más grandes hacia los cua­les evolucionar. Vosotros tenéis dificultades en imaginaros lo infinito, así que os sujetáis a un círculo y lo dividís en doce partes iguales. No importa si lo llamáis luego zo­díaco, calendario o reloj. Os es más fácil identificaros con este aspecto de la geometría porque os resulta más cómo­do. Podríais moveros sin él; no obstante, en este punto de vuestra evolución, es ahí donde estáis aprendiendo a cono­cer vuestros propios ciclos y por eso, nosotros os enseña­mos en este ruedo. Toda la geometría está encerrada en el círculo, que es la clave de la espiral. Le ayuda a compren­derse a sí misma cuando conquista el momento.

Queremos recordaros que vivís en dos mundos. Aun­que conducís coches, vais al baño, dormís, coméis y hacéis todas las cosas que hacen los humanos, no vivís en este mis­mo mundo. Habitáis en un mundo de conocimiento y habéis conseguido acceder a las reglas para establecer un puente entre ambos. También queremos recordaros que debéis energetizar la sensación de un mundo seguro. Cuan­do comiencen a suceder las cosas que se han pronosticado, habrá muchos cambios, con eventos tumultuosos, pasmo­sos y sorprendentes. Sería una muy buena idea acudir a la sabiduría de los mayores, a los indígenas de todas las cultu­ras, para escuchar las enseñanzas que pueden compartir. Estas hablan de estos tiempos y sus maestros han sido nues­tros maestros. Ellos entienden cuando la Tierra habla.

Nosotros somos amigos de muchas creaciones de la existencia y os recordamos que los Maestros del Juego se lo pasan en grande entrelazando y orquestando realidades des­de lejos, pero estando dentro de ellas. Despertad, queridos amigos, dentro de este sueño y realizad lo que es vuestro deber y vuestra responsabilidad como seres humanos;

basándoos en lo que sabéis imaginad y visualizad un mun­do seguro. Lo que vosotros ordenéis será, y vuestra propia experiencia lo reflejará.

Os agradecemos el valor de avivar la llama de la fe, que es como la chispa de la vida que hay en el núcleo de vues­tro Ser, y os apreciamos por explorar las fronteras de una vida llena de dicha en la cual hay significado y propósito. Procurad que esta llama crezca y que sirva de combustible para un viaje seguro y singular hacia áreas mayores de la existencia.


Ejercicio energético


Imagínate que estás de pie bajo el cielo despejado. El aire es fresco y vigorizante y el suelo bajo tus pies es sólido y firme. Respira profundamente y di: «¡Estoy vivo!» Céntrate en tu vitalidad y viaja al momento de tu imaginación, como si fueras un pintor de tu visión interior.

Visualiza delante de ti un antiguo círculo de megalitos y por un momento ábrete a la vibración de estas doce piedras majestuosas que están ahí, erguidas y dignificadas bajo el dosel del tiempo. Siente cómo las piedras hablan, haciéndote partícipe de la experiencia de su cometido como concien­cia. Ellos han estado vivos y conscientes a lo largo de grandes épocas de la existencia, siendo los huesos de la Tierra. Acér­cate a una piedra, pon tu mano sobre su fresca superficie y escucha con tus células cómo espirales doradas pasan a través de la piedra y se adentran en tu «ahora». Pasa de gigante a gigante vivenciando a los doce y siente la tarea y la energía grandiosa que conserva cada una de las piedras. Toma esta energía y traspásala a ti hasta que los huesos de tu Ser estén llenos de espirales doradas.

Avanza ahora hasta el centro del círculo de piedras y planta una semilla que contenga una versión resplandecien­te y gloriosa de la Tierra. Una versión en la que la Tierra es honrada y coronada por su gente. Utilizando tus conoci­mientos de la luz y tu intención, crea una chispa de la vida para activar la semilla. Observa cómo el círculo se ensancha y cómo la semilla crece conforme va despidiendo espirales doradas en todas las direcciones, pasando por las avenidas del «doce», sembrando una nueva Tierra.

Ahora, una voz con un tono familiar te habla: «Nosotros somos vosotros. Viajamos sobre las espirales doradas del tiempo por los ciclos de las épocas de la existencia y nos dirigimos a vosotros. ¡Elevaos!»

Que vuestro viaje comience de nuevo. ¡Sed vosotros mis­mos!

EPÍLOGO

Queridos embajadores de la Luz:

Daos cuenta de que, incluso en estos nuevos conceptos que abrazáis, hay limitación y estructura. No obstante, cada nuevo «atrevimiento» os aporta una nueva visión para escalar los picos de la existencia conforme las enseñanzas divinas se desplieguen ahora en vuestra particular versión de la vida. Preguntaos qué capítulo se cierra al revisar este segmento de vuestras vidas, este momento del «ahora» que se expande continuamente. ¿Qué habéis buscado que os haya guiado a este preciso momento para vivenciar aún más la vida? Seguid inspirados para adentraros aún más en el momento liberándoos de viejos descubrimientos y con­fiad, en el núcleo de vuestro Ser, que un nuevo ciclo de aprendizaje os espera. Adelante, amigos, sed elevados. Aprended, a vuestra manera, a ir al pasado a través del momento de expansión continua, espontáneo y sincroni­zado. Un nuevo ciclo de existencia os espera. Utilizad las herramientas del pensamiento para guiaros por las nuevas superautovías de la conciencia. No habrá jamás una tecno­logía que sobrepase la magnificencia de vuestro propio Ser biológico/espiritual. Para muchos de vosotros, puede que estos días estén llenos de tristeza porque la liberación se convierte en un reto cada vez mayor. Las claves de la conciencia que os pueden ayudar a vivir en la Tierra, en estos momentos tumultuosos, os han sido dadas de la me­jor manera posible según nuestras y vuestras habilidades actuales. Esperamos que crezcáis con sabiduría y florezcáis.

Vuestros amigos invisibles y compañeros en lo descono­cido,

Los Pleyadianos


SOBRE LA AUTORA


Los Pleyadianos son un colectivo de extraterrestres del sistema estelar de las Pléyades. Se han estado comunicando a través de Bárbara Marciniak desde el 18 de mayo de 1988.

Las enseñanzas pleyadianas se pueden comparar con las chamánicas, el antiguo cuerpo de la conciencia que ha ser­vido como intermediario entre los reinos de lo físico y de lo espiritual, conduciendo a la gente al autodescubrimiento mediante los mundos de la paradoja, los cambios de para­digmas y la espiritualidad.

Bárbara Marciniak es una médium de Carolina del Nor­te, conocida internacionalmente. Comenzó a canalizar en mayo de 1988 en Atenas, Grecia, al término de un viaje de tres semanas por Egipto y Grecia. En este viaje, Bárbara se vio impulsada a vivenciar templos específicos y lugares de fuerza en esta vida —la Gran Pirámide de Ghizeh, los tem­plos que bordean el Nilo, la Acrópolis en Atenas y en Delfos.

Desde entonces, Bárbara da clases y seminarios en los Estados Unidos y ha organizado viajes a los sitios de poder en Gran Bretaña, Perú, México, Egipto, Grecia, Bali y Australia. Ella siente que estos lugares son conexiones con los vórtices energéticos que contienen el saber de la mente superior, el ideal superior que, actualmente, la Tierra está intentando recrear.

Bárbara piensa que su experiencia con los Pleyadianos ha sido un regalo sin igual. Su trabajo le ha permitido tener oportunidades de transformación, tanto a nivel personal como global y cósmico, y por ello siente una enorme grati­tud.

Para solicitar información de cintas, canalizaciones y el boletín trimestral, envíe un sobre etiquetado y con los correspondientes sellos a:

Bold Connections P.O. Box 6521 Raleigh, NC 27628



Barbara Marciniak

Los Pleyadianos dicen ser un colectivo de extraterrestres del sistema de estrellas de las Pléyades.

Han estado hablando a través de Barbara Marciniak desde el 18 de mayo de 1988; dicen haber sido concebidos en la Convergencia Armónica y nacido en Atenas, nueve meses después.

El colectivo pleyadiano estaba compuesto, originalmente, de entre setenta y cinco y cien entidades. Ahora, a veces se llaman a sí mismos Pleyadianos Plus, indicando así que han unido fuerzas con otros extraterrestres.

Las Enseñanzas Pleyadianas se podrían comparar con las de los chamanes, ese ancestral cuerpo de consciencia que ha servido de intermediario entre las esferas de lo físico y lo espiritual, conduciendo a la gente hacia el descubrimiento personal en los mundos de la paradoja, del cambio de paradigmas y la espiritualidad.

Barbara Marciniak es una canalizadora de Carolina del Norte de renombre internacional. Empezó a canalizar en mayo de 1988 en Atenas, al final de un viaje de tres semanas por el antiguo Egipto y Grecia. En este viaje, Barbara sintió el impulso de volver a sentir unos templos específicos y centros de poder en esta vida:

■ La Gran Pirámide de Giza
■ Los templos del Nilo
■ La Acrópolis de Atenas
■ Delphi

Desde entonces, Barbara ha conducido clases y talleres en los Estados Unidos y ha facilitado viajes a centros sagrados de poder como Perú, México, Egipto, Grecia, Bali y Australia. Ella siente que estos sitios son, en sí mismos, conexiones con los vórtices de energía que contienen un conocimiento de la mente superior, la idea más elevada que la Tierra está intentando recrear.

Barbara siente que su experiencia con los Pleyadianos ha tenido un valor inapreciable. Su trabajo la ha conectado con sus oportunidades de transformación personal, global y cósmica, y les está muy agradecida por esta razón.

SUS LIBROS..

La internacionalmente reconocida astróloga y maestra espiritual, Barbara Hand Clow, describe en Cosmología Pleyadiana un intenso drama cósmico que se está desarrollando simultáneamente en nueve dimensiones, siendo la Tierra el escenario escogido. Hablando principalmente a través de Satya, una diosa pleyadiana, revela el cronometraje del salto crítico evolutivo previsto para la época del fin del Calendario Maya. La naciente Era de la Luz supone la entrada de nuestro sistema solar en la Banda de Fotones y en la Era de Acuario.

“Un mensaje esperanzador de una mente multidimensional… un documento del que se hablará durante cientos de años”
John Major Jenkins
autor de Tzolkin: Visionary Perspectives and Calendar Studies

“Un intrigante calidoscopio de cosmología galáctica interdimensional que ofrece una visión íntima de la historia de las estrellas tal como se despliega en la época actual de juicios planetarios. Diversión y orgasmo, iniciaciones fotónicas, la escala completa de nueve dimensiones -esto y mucho más se encuentran en el menú canalizado por Barbara Hand Clow en Cosmología Pleyadiana, su opus magnum enciclopédico”.
José y Lloydine Argüelles
instigadores de la Convergencia Armónica, co-creadores de Dreamspell: The Journey of Timeship Earth 2013, y coordinadores mundiales del Plan de Paz mediante el cambio al Calendario de Trece Lunas.


” Tierra ” Las Claves Pleyadianas de la Biblioteca Viviente “

“Tierra, las claves Pleyadianas de la Biblioteca Viviente” es su manual para una vida inspirada, dedicada a restaurar y valorar de nuevo al ser humano integralmente, y reconocer la energía de la Diosa y el poder de sangre por sus conexiones con nuestro ADN y nuestra herencia.


Con ingenio, sabiduría, y profunda compasión, “Tierra” nos incita a explorar las dimensiones del tiempo, despertando las codificaciones cruciales y volver a soñar la Biblioteca Viviente de la Tierra. Sus enseñanzas encajan significativamente en doce capítulos a fin de activar una comprensión más profunda de nuestro linaje hereditario. “Tierra” sondea las memorias ocultas dentro de todos nosotros a fin de revelar nuestros papeles cruciales en el desdoblamiento del proceso de transformación en nuestros tiempos. Nada ocurre al azar.

Este libro une la psicología profunda, lo místico y lo esotérico a través de la impresionante experiencia de su autora y tal como sucede con las verdaderas revelaciones, llega a los lectores en un momento crucial para la humanidad. De nosotros depende dar una luz nueva al planeta, y a todos los seres que habitan en él.

Compilación de más de 400 horas de canalización

por Barbara Marciniak, Mensajeros del Alba es un

libro sorprendente que nos ofrece las enseñanzas

de los Pleyadianos, un grupo de seres iluminados

que han acudido a la Tierra para ayudarnos a

descubrir cómo alcanzar un nuevo estadio en

nuestra evolución.

La elección de los Pleyadianos consiste en que los humanos descubramos nuestra divinidad, nuestra conexión con el Creador y con todo lo que existe. Todo está conectado, y aunque no nos demos siempre cuenta, nosotros formamos parte de este todo.

Recordando que pertenecemos a la Familia de la Luz crearemos una nueva realidad, un nuevo planeta Tierra.

Luminosas, intensas, inteligentes y controvertidas, las enseñanzas de los Pleyadianos son fundamentales para cualquiera que cuestione su existencia en este planeta.

Mensajeros del Alba nos enseña a transformar los obstáculos en señales y a comprender su mensaje simbólico.


Los Pleyadianos, un colectivo de inteligencias multidimensionales procedentes de la constelación de las Pléyades, han estado comunicando sus mensajes a través de Bárbara Marciniak desde 1988. Familia de Luz es un tercer libro que canaliza las enseñanzas de estas entidades.

Los Pleyadianos son excelentes narradores de cuentos, historias destinadas a romper y fragmentar nuestra lógica y nuestros prejuicios humanos, auténticas lecciones de vida en estos tiempos de aceleración y cambio.

Los Pleyadianos (y, al parecer, otras razas inteligentes en el cosmos) ven la humanidad y la Tierra pronto en una encrucijada evolutiva.

¡Alrededor del 2012!


En Recuperar el poder, Barbara Marciniak te muestra las claves pleyadianas para abrir la conciencia humana a las ilimitadas posibilidades de una vida significativa. Gracias a este libro aprenderás el modo de:
Activar tu potencial oculto a través de la lectura de la realidad simbólica de la vida cotidiana.
• Utilizar el poder de la sexualidad para crear una mayor intimidad y expresión de ti mismo.
• Reconocer el poder de la fe y de las emociones y el papel que juegan en la curación de las enfermedades.
• Liberarte de los sentimientos de impotencia y comprender la habilidad innata que posees para crear tu propia realidad.

Recuperar el poder ofrece una nueva y profunda visión, asi como consejos prácticos sobre la forma de responder de manera creativa a los desafíos de un mundo próximo a un cambio importante.

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