Lemas
Actuar con un propósito o meta
Finalizar proyectos o asuntos pendientes
Llevar a efecto visione.
Actuar con alegría
Actuar en un estado de paz interior
La energía de Kamakura
Fortalece el flujo de energía y el impulso para actuar. Se van a poder realizar visiones y planes, y las vicisitudes se van a solucionar. Kamakura ayuda a no dispersarse, sino a actuar con una meta fijada y con energía.
Experimentamos alegría en nuestra forma de actuar y en el movimiento.
Indicaciones para la situación
Las visiones y las buenas ideas no sirven de nada si no se llegan a realizar. Ha llegado el momento de que después de establecer planes, llevemos a cabo actos y pasos concretos.
No te sigas martirizando con la idea de si debes empezar algo o no, si te apetece ahora o no afrontar lo que tienes pendiente o si puedes aplazarlo para más tarde. Comienza proponiéndote una meta con ánimo y alegría. Entonces se terminarán la lucha interna y los obstáculos internos que nos impiden actuar.
¿Qué quieres dar por terminado? ¿Qué es lo que vas prorrogando ya durante mucho tiempo? ¿Qué asuntos son los que te mantienen dispersa? ¿Qué es lo que te roba tiempo sin aportarte grandes beneficios? ¿Qué te bloquea?
Interpretación de la carta
Como una fuerza cortante, la línea roja divide la carta en dos partes. En el lado izquierdo reina el caos. El hombre que se encuentra sumido en un sueño espiritual y aquel que solo piensa en sus visiones y en sus sueños, no está aprovechando su fuerza.
Está despilfarrando su energía, se está distrayendo de las cosas importantes y las flechas surcan en un mar de caos. Si no despierta y actúa, el tiempo se le echará encima.
En el lado derecho la situación es muy diferente: La flecha se encuentra preparada para ser lanzada con la fuerza de un arco totalmente tensado y espera alcanzar su meta o su destino.
Las fuerzas (flechas) abandonan su lugar de retiro que es la caracola (símbolo de la renovación). Les vino bien permanecer durante un tiempo en un lugar protegido para madurar y poder emprender un camino determinado.
El hombre se dirige con fuerza hacia delante en la dirección elegida y con la mano estirada parece querer alcanzar su meta. Sus actos van dejando huella en la materia, sus efectos se pueden apreciar, como demuestran las líneas de la carta.
En la dirección elegida por la fuerza de la persona del lado derecho descansa su propia belleza como evidencian las formas oscilantes.
Es nuestra decisión la que determina la frontera entre las dos partes de la carta, la que nos permitirá avanzar en un sentido u otro.
Por medio de esa decisión conseguiremos despertar nuestra energía (línea roja) y podremos actuar en el sentido que haga posible alcanzar nuestras metas.
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