Capítulo XV SU MENTE PUEDE REALIZAR CURAS de CLAUDE BRISTOL en EL PODER ESTA EN USTED






XV

SU MENTE PUEDE REALIZAR CURAS


Para vencer al mundo hay que tener buena salud. Se necesita un cuerpo lleno de vitalidad, para que apoye una mente enérgica. Los que se sienten enfermos tienen que verse frente a los propios obstáculos. Pero en muchos casos, su pensamiento erróneo ha sido la causa de las enfermedades que padecen.

¡Examínese! Si no posee el grado de salud que debería tener, ¿Qué ha hecho para crear esas malas condiciones? Puede estar seguro de que ha estado haciendo algo para alterar el quimismo de su organismo, dejando que los miedos, preocupaciones y resentimientos le invadan. Nada sucede por accidente. Detrás de las cosas más insignificantes que ocurren, hay causas.

Ahora es un hecho establecido que su cuerpo refleja las actitudes de su mente, si estas actitudes se hacen crónicas. Sabido es que la preocupación y la aprensión alteran la digestión, provocan palpitaciones, aliento corto y transpiración nerviosa. Un miedo repentino puede producir todo eso. ¡Por lo tanto, no trate de decirme que no cree que lo que siente y piensa puede afectar su salud!

Ahora fíjese en este punto importante: si su mente tiene el poder de enfermar, mediante un pensamiento equivocado, ¡obviamente tiene el poder de curar, mediante un pensamiento acertado!

Yo no afirmo que la fuerza de voluntad, que el poder creador es una panacea; pero sí sé que la actitud mental adecuada ayuda a cualquier persona de mala salud.

¿Recuerda al médico francés doctor Emile Coué, que estuvo en los Estados Unidos hace algunos años, diciendo a la gente que se curarían si adoptaban su plan? Su idea era bien sencilla. Todo cuanto había que hacer era repetirse: Todos los días, en todos los aspectos, me voy poniendo cada vez mejor.

Mucha gente se reía del doctor Coué. Su método era tan sencillo que la gente le llamaba "chiflado". No había nada nuevo en aquella idea, como no lo hay en las ideas que estoy expresando. Es otra manera de propagar el tema de la reiteración, de la repetición ... de mantener el pensamiento fijo en lo que se desea ... Esos pensamientos positivos, a su vez, pasan a la mente subconsciente, al poder creador interior. Piense que la salud, la dicha y la fortuna serán suyas con el tiempo, ¡y así sucederá!

¡Ahora, cuidado! ¡No haga tonterías! Las buenas ideas, como las del doctor Coué, han perdido su valor para muchas gentes porque han visto cómo otros las exageran. Uno no puede engañarse diciendo: "Todos los días, en todos los aspectos, estoy mejor", cuando no se hace nada para cambiar actitudes mentales erróneas, o las costumbres que han dado lugar a la mala salud.

No se puede tener un "pensamiento adecuado" y esperar llegar con él a alguna parte, si uno está lleno de un centenar de "pensamientos erróneos".

Todos conocemos gente que continuamente habla de dolores de cabeza, de dolores de espalda, de dolores de estómago, o de otra clase de dolores. Hacen hincapié en ellos, y los dolores se convierten en realidades. Si uno tiene tal dolor, y está decidido a que no sea grave, sólo una reacción nerviosa de alguna clase, entonces es inútil hablar de ello; también lo es hablar de preocupaciones y tristezas. Con eso no se hace más que fastidiar a uno y a los demás. Estos ya tienen sus inconvenientes y les moleta que usted les hable de los suyos. Si va por ahí abatido y hablando de los males que le aquejan, lo más probable es que todo esto se refleje en usted.

Apártese del tipo negativo y sea afirmativo. Si piensa afirmativamente, todos sus males desaparecerán. No pueden seguir viviendo si usted no les da nutrición.

Si sufres por algo externo, ese algo no es lo que te altera sino tu juicio acerca de ello. Y tú puedes borrar ahora ese juicio. Pero si hay algo en tu disposición que te hace sufrir, ¿Qué te impide corregir tu opinión? (Filosofía de los siglos).

EL PODER CURATIVO DEL AMOR

Los científicos de Harvard, bajo la dirección del profesor Pitirim A. Sorokin, están realizando un experimento extraordinario. Están estudiando el poder del amor. Han descubierto ya que el amor tiene aún más poder que la medicina sobre la enfermedad. Las dosis adecuadas de esta emoción, pueden dar lugar a una mayor vida, a una mayor salud y felicidad, igual que a la paz del espíritu. Jóvenes y viejos se transforman cuando toman la poción del amor. Si odia a una persona, deje de hacerlo y ámela y vea lo que ocurre. Lo más probable es que tenga un amigo, en lugar de un enemigo y que se le curen las úlceras del estómago. La mayoría de los seres humanos no olvidan un insulto jamás, pero aún recuerdan más una amabilidad. Como las cosas semejantes se atraen, ¿no prefiere dar amor y amabilidad para obtener la misma cosa?

Habrá oído decir a la gente: "¡Me vengaré de Fulano de Tal, aunque me cueste el resto de mi vida!" El tener tal resentimiento les hace más daño que la persona que odian.

Todo el mundo quiere ser amado, incluso un perro. Uno se siente mejor cuando ama y es amado. Mire a los hombres y mujeres marchitos que tienen en torno suyo, si no creen que el amor es una fuerza creadora y vital.

Varios científicos han tratado de amar a unas plantas y odiar a otras, ¡y las plantas nutridas con amor crecieron, mientras que las nutridas con odio se desarrollaron mal o se secaron!

Hay un viejo dicho: Se puede matar de amor a una persona; pero yo siempre me arriesgaría más con el amor que con el odio. ¡Quiten el odio de su vida, si quieren tener y conservar una buena salud!

LA MENTE PUEDE CURARLO

Hay en la mente un poder creador que bien dirigido, puede curar. Yo he usado esa fuerza para curar diversos males adquiridos mediante un pensamiento equivocado, y usted también puede aprender a hacer uso de él.

Uno de mis queridos amigos es el doctor Frederick Bailes, director de la gran Iglesia de la Ciencia Mental de los Ángeles. Todos los domingos realiza curas en el Teatro de Fox Wilshrie. Estas comprenden un período de meditación, y vale la pena atravesar el país para conocerlo. Unos 2.500 espectadores permanecen sentados en silencio, apelando el poder creador que Dios les ha dado, a "ese algo" de su interior. Cada cual piensa en los males que necesita corregir, para llegar a la normalidad. Los resultados son maravillosos, y ello se debe a que el doctor Bailes practica lo que predica. Se ha curado, y por ello sabe curar a los demás. Por dicha razón yo he pedido al doctor Bailes,. Qué relate su curación, para que usted pueda aplicar este mismo método a sus necesidades específicas. Es el siguiente:

"En 1919 estaba terminando mis estudios en la Escuela de Medicina Misionera, de Londres, unida al Hospital Homeopático, y preparándome para ir a Bolivia como misionero médico. Un mes antes de graduarme, me puse enfermo; las pruebas de laboratorio confirmaron el diagnóstico de diabetes, invariablemente fatal, en una persona joven. Los mejores médicos de Harley Street, me daban un año o dos de vida.

"Por aquella época, yo estaba educado en la tradición médica y habría usado métodos médicos de tratamiento, pero como esto ocurría cinco años antes de los trabajos de Banting con la insulina, no había droga capaz de tener algún efecto sobre este estado. "Dos de los médicos con quienes había trabajado en el hospital estaban comenzando a estudiar la acción recíproca de la mente y el cuerpo.

Habíamos estado experimentando con ciertos pacientes, mediante el uso de placebos, que eran unas tabletas no medicinales que tenían apariencia de medicinas. En muchos casos, habíamos visto que los placebos producían el mismo resultado que se esperaba que produjese la droga genuina. Por ejemplo: decíamos a un paciente que tomase tres píldoras diarias a la semana, luego hacíamos que le proporcionasen drogas sólo suficientes para cinco días, y las quince píldoras restantes eran placebos.

Frecuentemente el paciente solía decir, a su vuelta: 'Doctor yo me sentí bien hasta el jueves, pero las píldoras se me agotaron, y estos últimos días sufrí terriblemente'.

"Como algunos de estos pacientes padecían de enfermedades graves, y como había visto que los pacientes hipnotizados dejaban de sufrir sin recurrir a la morfina, decidí que alguna técnica mental me serviría, especialmente si la practicaba con los ojos abiertos, sin necesidad de placebos.

"¡Y lo hice! Como diariamente nace una miríada de células, y como cada una de ellas nace bajo la idea dominante de la salud o de la enfermedad, yo determiné infundir a cada célula el concepto de la salud y la estructura y la función adecuadas. Y comencé a ensalzar al cuerpo por la mutua cooperación de unas partes con las otras. "Afortunadamente yo estaba familiarizado con las estructuras internas del páncreas, pues había practicado la disección de varios, y podía haber hecho un dibujo de los islotes de Langerhans, que constituyen el laboratorio químico en el cual la Infinita Inteligencia sintetiza los componentes de la insulina. Comencé a hablar al páncreas, diciendo que yo sabía que él iba a trabajar, que no le gustaba estar ocioso, que algo en mi actitud mental pasada le había hecho apartarse de su voluntad de trabajar, y que desde entonces, tendría de mi parte toda la cooperación requerida.

"Se me podría preguntar: “

¿Pero realmente creía que podía oírle?'

¡Claro que no! Pero el sólo concepto de ello me animaba. Yo no conocía la metafísica, ni ninguna de sus técnicas: estaba tan solo como Robinson Crusoe en el mundo espiritual, y ésta era la mejor forma en que podía contrarrestar en mí lo que había producido la detención.

"Había una cosa de la cual estaba seguro, y era de que la imaginación podía producir infinitos cambios en el cuerpo. Esto lo había visto ya en el hospital. Entonces iba a ver que este universo es un universo de pensamiento puro.

No conocía entonces las investigaciones que notables astrofísicos, como Eddington y Jeans tenían emprendidas, y que han contribuido en gran parte a probar que el universo no es más que un gran pensamiento, vestido de forma. Pero yo creía firmemente que cada célula nueva recibía la impresión de mi nueva orientación de pensamiento, por lo cual usé todas las palabras que podían ayudarme a creer en las palabras que ostensiblemente dirigía a mí cuerpo.

"Los experimentos del hospital habían demostrado que los pensamientos y creencias podían afectar el cuerpo infinitamente, a veces en serios desórdenes. Pero, por lo que yo sabía, nadie se había curado de una enfermedad tan grave como la diabetes. Sin embargo, cuando la alternativa es la muerte, una persona desesperada, prueba cualquier cosa.

"Yo sé que en el universo no se mueve nada sin un previo trabajo de la inteligencia. La acción va precedida de una cierta actividad mental. El universo es como dice Jeans, "el pensamiento del Pensador Matemático, condensado en forma rigurosa".

El cuerpo del hombre podía ser razonablemente, lo que es el universo para el Pensador Infinito, el reflejo de su pensamiento individual. Como todo pensamiento es creador, la naturaleza y la condición de lo creado dependen de la naturaleza y la condición del pensamiento. Yo comprendía que pisaba un terreno sano y lógico, al tratar así de dar color al proceso creador para que dirigiese la función perfecta.

"Durante ocho o nueve semanas, no hubo cambio aparente, pero yo persistí.

Entonces, una semana, las pruebas de laboratorio indicaron una disminución del azúcar. A la semana siguiente, esto se acentuó.

Desdichadamente, yo no llevaba un Diario, por lo cual estos períodos podían no ser exactamente correctos; pero el azúcar continuó disminuyendo durante varias semanas. Luego, sin razón aparentemente, aumentó de nuevo. Aquello era muy decepcionante, pero yo continué con mis procedimientos, y el azúcar volvió a disminuir. Estas subidas y bajadas intermitentes continuaron durante seis años, durante los cuales yo fui logrando dominar mi enfermedad.

"El rasgo animador era que nunca el azúcar aumentaba como antes. Con el tiempo, llegó un día en que el análisis de orina dio un porcentaje de azúcar insignificante. Pero ese porcentaje insignificante se mantuvo durante seis y ocho meses, antes de que los informes del laboratorio dijesen: Azúcar, negativo. Aquel fue quizás el día más feliz de mi vida, sin embargo, fui prudente durante algunos meses, absteniéndome de los carbohidratos en mi dieta.

"Gradualmente llegué a la convicción de que mi mal había desaparecido, y por entonces, había aprendido a dar a mi creencia una cierta finalidad, comprendiendo que ya no tendría que preocuparme más acerca de mi estado.

"Durante treinta años, he tomado todos los almidones y azúcares que he querido. Nunca en mi vida he tomado una gota de insulina. Mi energía y vitalidad son superiores a las del hombre de mi edad, y ha sido un supremo placer para mí el enseñar a miles de seres este principio creador, que me ha sacado de las sombras de la muerte."

¿No le emociona esto? Este mismo principio creador reside en usted en este momento, dispuesto a servirle, como le sirvió al doctor Bailes. Todo lo que tiene que hacer es comenzar a hacer uso de él, apelar a él, dirigirlo, ejercitar su voluntad, su determinación, su persistencia, su imaginación, su fe!

SI LO CREE, ASÍ ES

Lea una y otra vez la descripción que el doctor Bailes hace de su curación; recuérdela y aplique esos métodos a su vida. Pero no vaya a cometer un error. Recuerde la sabiduría del dicho: Hay que empezar por el principio. Si es diabético, no se zambulla antes de saber nadar. Comience preparando su mente, liberándola de miedos y preocupaciones y de toda clase de perturbación emocional. Póngase en contacto con el poder creador que Dios le ha dado: esta fuerza curativa. Experimente con ella en pequeñas cosas. Observe el modo en que responde su cuerpo, cómo mejora su salud cuando mantiene actitudes mentales más dichosas y confiadas. Cualesquiera que sean los estados mentales y emocionales que han dado lugar a esa actitud, tiene que suprimirlos. Cuando haga esto, necesariamente mejorará su salud en general. Y este poder llegará a ustedes cuando aprendan a emplear la curación en su vida tal como lo hizo el doctor Bailes. Examine su desarrollo, su progreso, en compañía de su médico.

Todos los médicos reconocen ahora la gran ayuda que la actitud mental adecuada tiene en cualquier convalecencia. Saben que la fe es una fuerza potente, que cuando los asesinos gemelos, el miedo y la preocupación, mueren, ¡se pueden lograr grandes cosas! NUNCA pierda la esperanza. Si los médicos lo han condenado, entonces ponga su fe en el poder curativo que Dios le ha dado. Bajo tales circunstancias, le será posible activar las células de su cuerpo, mediante un pensamiento acertado, y dar lugar a una curación. Esto le ha ocurrido a miles de otros seres, cuando la esperanza se había perdido aparentemente; ¡y lo que ellos han podido hacer, usted también puede hacerlo!

Estamos comenzando a comprender el potencial del poder curativo que poseemos, no sólo cómo podemos utilizarlo, sino ampliarlo a los demás e incluso dedicarlo en favor de nuestros animales domésticos. Sí, todo cuanto posee inteligencia puede tener un fuerte sentimiento de amor por alguien, y un sentimiento igualmente fuerte, aunque distinto, por un perro, un caballo, un gato o cualquier otro animal. Tales sentimientos son mutuos. Se siente el amor que un ser querido tiene hacia uno... también el amor de un perro, un caballo o un gato...cualquier forma de vida con quien se esté en armonía.

UN ASOMBROSO CASO DE CURACIÓN

Como prueba de ello, voy a presentar un relato increíble, pero auténtico, de cómo Ann Davies, otra amiga mía, que comprende y emplea "ese algo", el poder creador interior, realizó la cura instantánea de su perra, Tzaddi.

Esta es la historia de Ann, apoyada por el testimonio de su veterinario y de otros cinco testigos del fenómeno:

"Durante dos años observé un ligero tumor en la boca de mi perra, Tzaddi, que tenía el tamaño de un guisante. Pensé que era una verruga y no me preocupé. Sin embargo, de vez en cuando examinaba su boca y vi que la verruga iba creciendo.

En junio de 1952, la verruga comenzó a crecer más rápidamente y yo me preocupé, por lo cual llevé a Tzaddi al veterinario para que diagnosticase. El veterinario examinó la boca de Tzaddi, y dijo que se trataba de un tumor, que los tumores en la boca eran muy graves, pues casi todos se convierten en malignos, y me recomendó que operase enseguida.

"Debido a circunstancias lejos de mi control, no pude entregar a Tzaddi al veterinario hasta el 4 de septiembre de 1952, en cuya época el tumor se había hecho alarmantemente grande, casi del tamaño de la falange de mi dedo pulgar. Tzaddi estaba muy molesta, y todos mis amigos se daban, como yo, cuenta de esto. "El doctor Short estaba alarmado acerca del rápido desarrollo y dijo que había que operar inmediatamente. Hicimos una cita para la mañana del sábado 6 de septiembre. "El viernes me acosté tarde. En realidad eran las dos de la mañana cuando me fui a la cama, después de haber dado a Tzaddi una galleta que comió con gran dificultad. Procedí a rezar mis oraciones por la salud de diversas personas conocidas, cosa que siempre hago cuando me voy a acostar, cuando de repente se me ocurrió que había sido una tonta al no rezar por Tzaddi, por lo cual hice algún trabajo mental por ella, y luego me fui a dormir. El despertador me despertó a las 7, y rápidamente me vestí y llevé a Tzaddi a casa del veterinario, llegando unos minutos antes de las 8. Mientras esperaba con Tzaddi, recordé de repente el trabajo mental de la noche, y miré la boca de la perra. ¡No había tumor! ¡Sin embargo yo la había mirado seis horas antes! Volví a mirar cuidadosamente, pero no pude ver siquiera dónde había estado el tumor. El área estaba suave y limpia, y tenía un aspecto igual a las encías que le rodeaban.

"El médico llegó y verificó lo que yo le dije. Alegremente, me llevé a Tzaddi a casa, y le agradecí profundamente al Poder Vital el haber librado a mi perrita de una operación o de algo peor aún."

Esta es la historia de Ann Davies, y tengo en mi poder testimonios del veterinario doctor R. W. Short, confirmando las declaraciones de Ann.

También tengo otro testimonio, firmado por cinco amigos, testigos de la asombrosa curación, a dos de los cuales conozco personalmente, pues son Félix V. Frazer y el doctor Paul Foster Case. Los otros tres son Rosalie Gordon, Thelma Herkelrath y Bonnie Davies.

NUNCA diga que hay algo imposible frente a esto, y a los numerosos ejemplos de otras fuentes.

¡El poder curativo de la mente es ilimitado en su funcionamiento!

De algún modo que nosotros no podemos comprender aún, la concepción de Ann Davies de la boca de la perra, tal como estaba antes del tumor, llegó al poder creador de la perra, y activó su poder curativo.

¡Esto abre un nuevo campo a la especulación! Es posible que, como los perros no saben hablar, tengan sus mentes llenas de palabras a las cuales se han dado ciertos significados, y que ellos y otros animales, tratados así, respondan más rápida y eficazmente que los seres humanos.

Recuerde que he dicho que no pensamos por medio de palabras, sino de imágenes. El lenguaje universal es el sentimiento, porque el sentimiento puede comunicarse sin palabras... ¡es extrasensorial!

Indudablemente ocurrió algo, algo definido, en respuesta a la imagen que Ann Davies tenía en su mente. Y lo que ha sucedido una vez puede suceder otra, cuando se comprende al poder creador y se aplica a los seres humanos y a los animales.

En realidad, yo creo que el hombre está unido a todas las formas de vida, sólo separado de ellas por la forma del cuerpo que habita. Algún día el hombre desarrollará su inteligencia para comunicarse, comprensivamente, con diferentes formas de vida, no mediante el lenguaje, sino mediante el sentimiento. ¿Quién sabe? Quizás el poder del amor, unido con el poder creador, realizaron la curación. La inteligencia opera materialmente sobre la materia, pero no es materia. Esta tiene que ser realmente la explicación, la mente es el factor básico, y cuando la mente toma el timón, todo lo aparentemente material altera su forma tal como dice la mente. Nuevamente el caso del imán y las limaduras de hierro 

En este capítulo hay una mina de oro de salud. Afánese para hallarla


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Capítulo XVI LAS SUGESTIONES MENTALES ADECUADAS PUEDEN INFLUIR EN LA MENTE - de CLAUDE BRISTOL en EL PODER ESTA EN USTED



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