Capítulo I "ESE ALGO DENTRO DE UNO" QUE SE LLAMA T N T de CLAUDE BRISTOL






EL PODER ESTA EN USTED
Claude M. Bristol (1891-1951)



I

"ESE ALGO DENTRO DE UNO" QUE SE LLAMA T N T


Para los que quieren aprender y progresar tengo un mensaje. Lo entrego sin temor alguno, como no sea temer la completa revolución de su mundo, porque trae salud, riqueza, éxito y felicidad, siempre que se comprenda y acepte este mensaje.

Hay que recordar que el TNT es un explosivo peligroso; por lo tanto, hay que manejarlo cuidadosamente. A través de los siglos, su poder ha destruido a los que han hecho mal uso de él. Por lo tanto, hay que tener gran cuidado y sólo darle el empleo adecuado.

Dicho poder queda probado en las enseñanzas de la Biblia, ciertas leyes físicas, bien establecidas, y finalmente, mediante el sentido común. Hay que leer y determinar por sí mismo si las pruebas que ofrezco carecen de valor.

Algunos verán sólo el lado espiritual, otros reconocerán las verdades científicas, y otros, aún, lo aceptarán como un método práctico para el camino del éxito. No importa: hay muchos que conocen la verdad y abrirán sus mentes para que la luz las ilumine brillantemente.

Yo debo este conocimiento a un viejo amigo mío, un técnico en rayos X y aparatos de alta frecuencia eléctrica, el cual, cuando yo era muchacho y hacía experimentos con la electricidad, llamó mi atención hacia el primer trocito de TNT que tenía en el bolsillo. Entonces yo no sabía de qué se trataba, y no le comprendí, pero afortunadamente lo he conservado a través de los años.

Al mirar hacia atrás, me doy cuenta de que no me obligué a comprender lo que era. El creía en mí, y sabía que lo aceptaría cuando llegase el momento.

Tardé casi treinta años, durante los cuales estuve buscando por todos los caminos, para ver si hallaba "ese algo" —el secreto— TNT.

Y todo aquel tiempo lo tenía en mi bolsillo, al alcance de mi mano. Sin embargo, ahora lo tengo bien asegurado, y lo compartiré cordialmente, sabiendo que si se usa con prudencia, acabará con todos los obstáculos y afirmará el camino que se ha querido recorrer toda la vida.

¿POR QUÉ ESTÁ USTED TAPIADO?

Durante muchos años he sido periodista, en su mayoría con carácter extraoficial. He conocido a muchos grandes hombres y mujeres y entrevistado a mucha gente famosa. Naturalmente, los estudié y traté de comprender cuáles eran las cualidades peculiares que poseían y que les colocaban por encima de los demás. Pero su secreto se me escapaba.

Entonces vino la Primera Guerra Mundial, y me pregunté por qué los demás progresaban mientras yo quedaba frustrado en mis ambiciones. Sin embargo, la guerra me enseñó que podía dormir en el barro, comer pan mohoso, y vivir y reír a pesar de ello. Esto forma parte de mi TNT, por lo tanto, se debe recordar lo que aprendí yo. Me ayudó a dar al Medio un golpe en el plexo solar, y creo que les puede servir a ustedes.

Esperando hallar el camino real de la fortuna, leí cientos de los llamados libros "de éxito", pero no me llevaron a ninguna parte. Hice lo mismo con libros de filosofía y psicología, pero el gran secreto aún estaba muy lejos de mí. Ingresé en hermandades secretas, esperando hallar en ellas lo que buscaba. Sin embargo, igual que el trocito de TNT en mi bolsillo, el secreto estaba en todos los libros, en todas las grandes órdenes, en todas partes, en realidad, debajo de mis narices, pero había algo que me impedía verlo.

Hay que determinar por sí mismo qué le impide a uno alcanzar el TNT. Allí está. Si no se encuentra en la palabra escrita, hay que leer entre líneas, tal como yo me he esforzado en presentarlo a ustedes.

¿TIENE MIEDO?

Después de la guerra entré a formar parte de una organización bancaria, y durante años acaricié numerosos sueños —como ocurría con miles de personas en todos los campos del comercio— para descubrir luego que los castillos en el aire que había construido tenían una base muy endeble.

El cataclismo que volvió al mundo patas arriba, en el sentido financiero —la depresión de 1929—, acabó con mis castillos en el aire, y me asusté. Me sentí perdido, en medio de la niebla. Adónde me volvía, algo fracasaba. Como jefe de la organización, mis responsabilidades se multiplicaban. Nuestro negocio, debido a los cambios económicos que tenían lugar en el mundo, se veía frente a una crisis. Mucha gente, incapaz de comprender la catástrofe comercial que se multiplicaba, hacía críticas. Todo esto trajo preocupaciones y muchas noches de insomnio. Llegué a tener miedo de ir al trabajo, temeroso de que cada día trajese nuevas miserias.

Las semanas transcurrían, y la situación empeoraba. Me sentía desconcertado. Varias veces hablé de abandonar el negocio; y un día, a fines de junio de 1931, me decidí a dejarlo. Se lo comuniqué a una de las mujeres con quienes estaba asociado comercialmente durante varios años, y sólo vi reproches en sus ojos.

Aquella noche traté de dormir. Nuevamente me fue imposible. Estuve paseándome durante horas enteras, cuando a eso de las 3.30 de la madurada me detuve bruscamente y me senté. Me vi frente a frente conmigo mismo.

Podía seguir la inclinación de huir y dejar que los demás siguieran solos, o podía quedarme y hacer lo que pudiera; un deber que yo sabía que era mío. Me sorprendí diciendo, casi en alta voz:

"Lo justo es justo. Siempre lo ha sido. No puede ser de otra manera"

Esto era algo que me habían enseñado desde la infancia. ¡De repente me parecía un descubrimiento!
¡PROCEDENTE DEL AIRE!

Del aire vino una voz que decía: "¿Qué has estado buscando todos estos años? ¿Qué te han enseñado?
¿Qué has aprendido? ¿Dónde has estado? ¿A dónde vas?"

Me puse en pie de un salto, exclamando: Yo sé. Ahora lo sé. Conozco el secreto. Eso era lo que trataron de enseñarme. ¡También es el Secreto Real! Algo me dijo que hallaría idénticas palabras en un libro que me habían dado muchos años antes, y que había tratado de leer, pero sin llegar a entenderlo. Estaba escrito por un gran hombre, Albert Pike, místico, poeta y erudito. Sacándolo del estante, lo hojeé febrilmente. Allí estaban las palabras, y comprendí inmediatamente.

ABRA SU MENTE

Entonces tenía la clave. Veía un camino ancho y llano, y al final de aquel camino, una inundación de luz.

"Ese es el camino en que estás ahora. ¡Qué tonto has sido! Han tratado de enseñarte, y tú has cerrado tu mente... pensando que sólo tú podías hallar el camino y seguir por él".

Me sentí abrumado de gozo. Mis miedos, mis preocupaciones, habían desaparecido. Sonreí. Sabía que estaba en lo cierto, y que desde ahora todo se me solucionaría. Dormí como un niño.

Aquel día había una atmósfera diferente en la oficina. Las amenazadoras nubes negras que pendían sobre nosotros comenzaron a desvanecerse. Le dije a la mujer —la que me lanzó la mirada de reproche—lo que había sucedido, y ella me sonrío comprensivamente. Me ayudó a volver al buen camino y nunca se lo agradeceré bastante.

Como dijo un sabio: "Todos hemos nacido con la capacidad de distinguir entre el bien y el mal, y con la capacidad de lograr, pero algunos de nosotros tenemos que darnos de cabeza contra un muro de piedra y destrozarnos, antes de saber de qué se trata".

Choqué ruidosamente contra el muro, y fue lo más grande y lo mejor que me sucedió.

Muchos, al notar la transformación, me pidieron explicaciones. Las di a algunos de mis amigos más íntimos. Sabiendo que ayuda, las comunicaré a mis lectores.

¡TAP-TAP-TAP!

Poco a poco. Como una gotita de agua, tap-tap-tap, el TNT se irá llevando todos los antiguos miedos, dudas y prejuicios, haciendo lugar a las nuevas ideas, a los nuevos conceptos y a nuevas verdades.

Tap-tap-tap: es una oportunidad que llama a las puertas de la mente. Hay que abrir la mente para dejar entrar este conocimiento.

Desde el día en que decidí pasar a los demás esta carga de TNT, ha sido utilizada por millares de individuos, firmas y organizaciones. Además, he hablado y dado conferencias, en persona y por radio, a otros muchos millares; y me congratulo en poder decir que, sin excepción, han obtenido resultados magníficos los que han comprendido y aplicado los principios y mecanismos aquí esbozados.

¡TAP-TAP-TAP!

Se puede obtener todo de una vez, o se puede tomar algún tiempo para preparar la mente, de modo que el poder que tiene uno pueda producir su efecto. Pero no hay que esforzarse demasiado. Hay que estar seguro de que el poder está ahí, y aprender a hacer uso de él.

Cuando yo fui despertado, la moral de nuestra organización estaba bajísima. Todos se hallaban desanimados. Aterrados. El rigor de las circunstancias nos obligaba a cambiar totalmente de actitud.

¡LO JUSTO ES JUSTO!

Mi deber era hacer cuanto pudiera para ayudar a los demás, porque sabía que eso era lo justo. Al principio estaba perplejo acerca de los métodos que debería emplear para ayudar a los otros, pero usé mi sistema propio, apelando al subconsciente, y la voz interior dijo que debería hablarles.

Algunos eran escépticos, pero yo me dije: — ¡Puedo probarles que estoy en lo cierto!

Y durante las semanas siguientes, pasé todas las horas examinando los libros que había estudiado. Naturalmente la Biblia era el primero de ellos; luego venían los estudios sobre ciencia Yoga, la filosofía de los antiguos griegos, los maestros romanos y los maestros y eruditos de épocas posteriores. De nuevo deliberé sobre las Meditaciones, de Marco Aurelio, releí la Ley de los fenómenos psíquicos, de Thomas Jay Hudson, y otro libro, El quid de ello, escrito por un brillante físico, Haydon Rochester.

Nuevamente estudié mis libros sobre física, electricidad y las vibraciones de la luz, y descubrí que no sólo tenía razón, como creía, sino que en todos ellos estaban los mismos principios generales. Releí numerosos libros de psicología y hallé lo mismo en ellos. Por consiguiente, cité algunos extractos y ¡oh maravilla!, todo comenzó a movilizarse.

¿DÓNDE ESTÁ SU APARTADO?

Al mirar en torno mío, hice la significativa comprobación de que los hombres y las mujeres que usan este poder son gentes que siempre ocupan la primera página de los periódicos. Hay algo que les hace abandonar sus circunstancias vulgares, y se elevan sobre el nivel corriente.

No se trata de que uno quiera hacerse famoso en este sentido, pero, sin embargo, hay que convenir en que las gentes que han desarrollado hasta el máximo esta potencia interior se han hecho famosas necesariamente. Esto no quiere decir que busquen la publicidad, porque algunos de ellos son muy reticentes. (Por ejemplo, Greta Garbo.) Otros adoptan ciertas peculiaridades o usan determinados mecanismos, para destacarse por encima de sus semejantes. Algunos emplean una sonrisa eficaz (Dwight Eisenhower), otros fruncen el ceño (John L. Lewis), otros llaman la atención por los sarcasmos que dirigen a las gentes y a las costumbres (George Bernard Shaw), y otros tienen un cierto encanto en los modales (Eleanor Roosevelt).

El cabello largo (como muchos músicos y directores, por ejemplo, Leopoldo Stokowski), las patillas (los hermanos Smith), el monóculo (Charles Coburn), también desempeñan su papel. Las túnicas y los trajes especiales también lo tienen (Mark Twain y sus famosos trajes blancos).Otros llaman la atención mediante corbatas rojas, botines, modales afectados e incluso por el número de sus matrimonios y divorcios (Tommy Manville).

El mundo se fija en lo inusitado, lo anticonvencional, y en los individuos no inhibidos, y las gentes famosas generalmente corresponden a estas clasificaciones. Son diferentes, en uno u otro aspecto. Algunos deliberadamente ponen de relieve sus diferencias. Otros no se preocupan de lo que la gente puede pensar de ellos. Están demasiado ocupados en ser ellos mismos, y hacer lo que quieren, sin preocuparse de si hacen o no buen uso de su poder de TNT.

Hay muchos que dominan el arte de la oratoria, la ciencia de la guerra, la banca, la política, el arte; pero todos ellos son famosos, popularmente. Su número constituye una legión. Menciono unos pocos históricos y actuales: Demóstenes, Nerón, Julio César, Cristóbal Colón, Galileo, Cleopatra, Balzac, Maupassant, Sir Isaac Newton, Juana de Arco, Crorriwell, Edgar Allan Poe, Benjamín Franklin, Alexander Hamilton, Bismarck, Alexander Graham Bell, el general Grant, Abraham Lincoln, Cecil Rhodes, P. T. Barnum, Clemenceau, Lord Kitchener, Woodrow Wilson, Sir Thomas Lipton, Mussolini, Hitler, Winston Churchill, José Stalin, Lenin, Franklin D. Roosevelt, Charles E. Hughes, Lloyd George, Mahatma Gandhi, Will Rogers, Douglas Fairbanks, Henry Ford, Thomas Edison, John Burroughs, Charles Lindbetg, Alfred E. Smith, Jane Adams, George Washington Carver, Al Jolson, Eleanor Roosevelt, Marian Anderson, Ralph Bunche, Harry Truman, Jawaharlal Nehru, Dwight D. Eisenhower, Ezio Pinza, Bernard Baruch, James Stewart, Jane Froman, Cecil B. De Mille, Albert Einstein y el doctor Albert Schweitzer. Se podría continuar, y cada hombre evocaría una personalidad, viva o muerta, única en su expresión y realización. Tales individuos se hallan en todos los aspectos de la vida. Siempre ocurrirá así, ya que su uso del poder interior los eleva al máximo de su profesión o empeño.

Se advertirá la inclusión de nombres como los de Nerón, Julio César, Mussolini, Hitler, Stalin y Lenin. Fueron brillantes a su modo, y obtuvieron sus posiciones de gran poder, mediante el uso de "ese algo" interior.

Cuando la historia los juzgue, tiene que pesar el bien que hicieron, frente al mal. Uno se puede hacer famoso usando el poder interior, mal o bien. ¡Por esa razón es a la vez tan maravilloso y tan peligroso! ¡Por esa razón hay que aprender a dominarlo; de un modo que constituya una ayuda para uno y para los demás y (si uno se hace famoso), para él el mundo!

Gandhi usó este poder, estoy seguro de ello, y creo que fue el personaje más famoso de los tiempos modernos. Hay muchas fotos donde aparece vestido con las ropas del hombre actual, pero en sus últimos años llevó rapado el cabello, un taparrabos y unas enormes gafas. No tengo derecho a decir que Gandhi adoptase esta vestimenta con ningún fin específico, pero creo que lo hizo dándose cuenta de que su apariencia contribuía a concentrar en él la atención del mundo, en bien de la causa de la India.

No trato de explicar por qué los que usan este poder son directores de escena. Pero advertirán los lectores, cuando comiencen a ejercitar este poder en su propia vida, que les hace destacarse entre sus amigos y personas queridas. Inmediatamente advertirán una diferencia en ustedes, en el modo en que se expresan, en el modo que actúan. Esto significa que uno comienza, quizás por primera vez, a ser uno realmente, a aprovechar las oportunidades que tiene a su alrededor, a desprenderse de sus viejas ideas y limitaciones, y a pedir lo que es legítimamente de uno, lo que podía haber alcanzado mucho antes, si se hubiera comprendido el modo de liberar el poder del TNT en la vida.

Recuerden: no se puede ser una modesta violeta, y obtener el reconocimiento del mundo.

"Una ciudad colocada sobre una colina, no puede estar oculta. Ni los hombres encienden una antorcha para colocarla debajo de un bushel..."

También: "Las grandes verdades de la vida sólo son conocidas por quienes están preparados para aceptarlas..."

Miles de los que usaron la fuerza interior para el mal, ocasionaron su propia destrucción. Al examinar la historia se puede seleccionar a esos hombres y mujeres.

Obtenemos de la vida exactamente lo que ponemos en ella, ni más ni menos. Esta es una vieja perogrullada, pero nunca se repite lo suficiente.

Cuando ponemos buenos pensamientos, esfuerzos constructivos, y buenos actos, recibimos en cambio cosas semejantes, porque: "El hombre recoge lo que ha sembrado".

¿Qué es "ese algo", ese TNT que mueve la Tierra? El poder que hay dentro de cada individuo, y que debe usar, si quiere llegar a ser algo en la vida.

¿Se lo han imaginado ya? Es su verdadero yo, el poder oculto de mente interior, liberado, mediante un propósito dirigido, y destinado a servir a uno en cualquier experiencia, para suprimir cualquier obstáculo y dominar cualquier situación económica, física, mental o espiritual.

¡IMAGINEN LA FUERZA!

Es la fuerza explosiva de lo que se quiere en la vida, dada por el subconsciente, y activada por la fe en uno mismo y la fe en Dios.

¡Cualquier cosa razonablemente concebida, se lleva a la realidad, con tal de que se tenga la fe suficiente en el poder interior!

Ese es su TNT: una imagen mental de lo que desea, y la fe en poder procurárselo.

Es así de sencillo: tan sencillo que hay millones de hombres y mujeres que no lo creen, no se preocupan de comprender su propio poder, prefieren seguir dándose la cabeza contra el muro de piedra de la ceguera voluntaria, la ignorancia y la obstinación, y prosiguen creando toda clase de miseria, pérdidas económicas y mala salud, para ellos mismos, a causa de su erróneo pensamiento.

Recuerden que yo estuve dando tumbos durante treinta años, con un trozo de TNT en el bolsillo. Todo lo que tenía que hacer era echar mano de un poder que me habría evitado mundos de dolor. Pero yo sabía más que los seres felices y triunfantes en torno mío, que hacían uso de dicho poder y me invitaban a compartirlo. Pensaba que podía hacerlo todo por mi mismo, que aquel éxito se debía principalmente a la suerte, y que no se podía contar con la fe ni con ningún dios. Yo estaba expuesto a esta verdad, pero no la aproveché. Me había vacunado contra ella mediante mi actitud de escepticismo.

Esperemos que ustedes no se desesperen tanto como yo, antes de buscar en los bolsillos de sus mentes y hallar en ellos el trocito de TNT.

¿Qué es esto? Han encontrado un explosivo. ¡Bien! Pongan la señal de peligro. Procedan con cautela, y prepárense para la primera explosión en su conciencia, que va a terminar con sus pensamientos erróneos, y ha de abrir un nuevo camino, que cambiará favorablemente todo el curso de sus vidas.



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Libro EL PODER ESTA EN USTED





Capítulo II y III - LO QUE "ESE ALGO" HA HECHO PARA OTROS y LO QUE "ESE ALGO" PUEDE HACER POR USTEDES de CLAUDE BRISTOL en EL PODER ESTA EN USTED







II

LO QUE "ESE ALGO" HA HECHO PARA OTROS



"En este mundo nada es tan poderoso como la idea cuya época ha llegado".

VlCTOR HUGO


Ha llegado el momento de que la mayor idea de este mundo tome posesión de su conciencia. Es una idea muy sencilla, pero cuando abra su mente y la deje entrar, ya no será el mismo. Como el TNT, conmoverá la tierra que lo rodea. También conmoverá los cimientos de su ser. Destruirá los falsos conceptos, y los reemplazará con otros nuevos. Con el tiempo, acabará con los miedos y preocupaciones de nuestra vida. Aliviará las tensiones nerviosas crónicas, facilitará las digestiones, restablecerá la confianza en sí, y le dará una actitud más positiva, permitiéndole hacer frente a cosas que ha estado evadiendo muchos años.

Todos los grandes hombres y mujeres que triunfaron en este mundo han hecho uso de esta idea. Ha sido la idea dominante de sus vidas. Sin ella no habrían sido nunca grandes ni famosos.

¿Cuál es esta idea?

Es el comprender que lo que se concibe, si se hace con claridad, confianza y la persistencia necesaria, se logrará a su debido tiempo.

¡Eso es! Claro que es algo más que eso. Pero en esencia, los sabios lo dijeron al decir: "El hombre es lo que piensa y lo que siente",

¿Entendido? "El hombre es lo que Concibe" Y Cuando tuve esta idea por primera vez, me aturdió. Fue un verdadero golpe directo, porque yo había estado echando la culpa a los demás y a las circunstancias fuera de mi control. Me parecía que no era yo el responsable de las malas experiencias porque había atravesado. Pues bien, me había ayudado a curar mis heridas el pensar que yo no era el culpable. Mas, en las profundidades de mi ser, finalmente comencé a darme cuenta de que el modo en que yo miraba las cosas tenía cierta relación con lo que me estaba ocurriendo.

Si me levantaba por la mañana deprimido, y convencido de que aquél iba a ser un día malo, frecuentemente resultaba así. Al principio creí que yo era un vidente, que podía predecir lo que iba a suceder. Necesité muchos castigos innecesarios antes de darme cuenta de la ley universal del reino mental que hace que las cosas semejantes se atraigan, y que yo, con mis malos pensamientos, había estado creando todo cuanto me sucedía.

Mirando en torno de mí, veía seres felices a quienes les ocurrían cosas agradables. Se despertaban esperando cosas buenas, ¡y les ocurrían cosas buenas! A veces aquellos seres felices tenían experiencias desdichadas, pero yo advertí que no se dejaban abatir por tales experiencias. Al día siguiente se despertaban esperando que les sucediesen más cosas buenas, y, con toda seguridad, les ocurrían más cosas buenas.

Antes de que llegase mi despertar, esto me asombraba siempre. Incluso me molestaba. ¿Por qué una actitud mental diferente iba a causar tanta diferencia? No sabía entonces que hay en el mundo una fuerza poderosa que los científicos llaman electromagnética, que las leyes de atracción y repulsión operan electromagnéticamente; que cuando se asume una actitud mental positiva o negativa, se obtiene un resultado positivo o negativo; que en la vida no hay accidentes, ¡que todo sucede en directo acuerdo con las leyes de causa y efecto!

¡Lean y relean el párrafo anterior! Dejen que estos hechos les penetren hasta que no los olviden jamás, ¡porque tienen el poder de cambiar su vida!

No hay nada nuevo en lo que estoy diciendo, excepto que puede ser nuevo para los que me leen. Este mismo mensaje ha sido escrito y dado millares de veces. Está a través de toda la Biblia; se halla en las grandes órdenes fraternales; condujo a los Tres Reyes Magos; los Cruzados lo llevaron; todos los personajes famosos lo han empleado. Moisés , Alejandro el Grande, Napoléon Shakespeare, Washington, Lincoln, Benjamín Franklin, Edison, el doctor Steinmetz, Barnum, F. D. Roosevelt y otros muchos hicieron uso de "ese algo".

Los sabios de todas las épocas los "curadores", los líderes religiosos, los grandes maestros, los sacerdotes mayas, los médicos yogas y los milagreros, todos ellos conocían este secreto. Unos lo usaban de un modo, otros del otro.

¡Grabaron en su mente y en su corazón lo que querían, ¡y lo que habían grabado se hizo verdad a su tiempo!

Moisés se vio conduciendo a su pueblo a la Tierra Prometida; Alejandro el Grande y Napoleón imaginaron grandes conquistas; Shakespeare imaginó la creación de sus inmortales escritos; Washington imaginó la independencia de las Trece Colonias; Lincoln, la liberación de los esclavos y la conservación de la Unión; Benjamín Franklin imaginó el modo de capturar el rayo por medio de una cometa, como un medio de probar que la electricidad y el rayo son la misma fuerza; Edison imaginó la luz eléctrica, el cinematógrafo, el fonógrafo, el tren eléctrico y otros muchos inventos; Steinmetz concibió nuevos usos para la energía eléctrica; Barnum concibió el mayor espectáculo de la Tierra, un circo que viajase por tren por todo el mundo. Roosevelt imaginó sacar a su país de una de sus peores depresiones.

Esto fue lo que imaginaron los hombres grandes e inspirados, y todas sus ideas, resueltamente concebidas y llevadas a la acción, se realizaron mediante la fe, la energía, la visión, el valor y la constancia de cada individuo. Estos, y muchos como ellos, eran seres humanos como ustedes. Si ellos lograron aquello, ustedes también pueden lograr lo que se propongan.

¡DETÉNGANSE! ¡PIENSEN! ¡MEDITEN!

¿Qué hizo grandes a esos seres? Lo que concibieron. Concibieron grandes cosas. y el poder interior, teniendo como base esas concepciones, finalmente las llevó a cabo.

Hay que pensar cosas grandes para ser grande. Un hombre pequeño está hecho de pensamientos pequeños. No se puede permanecer pequeño y pensar cosas grandes.

¡REFLEXIONEN UN MOMENTO!

¿De dónde procedían el vapor, la locomotora, el automóvil, la luz eléctrica y un millón de otros objetos útiles? Eran pensamientos o imágenes mentales de los hombres, antes de convertirse en realidades. Todo cuanto hay en la Tierra, excepto lo que crea la naturaleza, es el resultado de un pensamiento sostenido.

Quitemos de este mundo todo cuanto ha sido creado por el pensamiento solamente, y no quedaría más que la selva primitiva. Este es el modo más rápido y gráfico de dar a comprender lo que ha hecho la mente del hombre.

Cuando se escriba la verdadera historia de la evolución de la mente, será la narración mayor y más brillante de todos los tiempos, ya que cubrirá todas las épocas y todas las fases de la experiencia humana.

Dicha historia dirá que el hombre ha necesitado milenios para emerger de las profundidades de la ignorancia, la superstición, el miedo, el prejuicio, la mitología y los conceptos erróneos.

Hablará de las grandes mentalidades como Galileo, que creía, igual que Copérnico, que la Tierra se movía en torno del Sol, y fue obligado por la Inquisición a retirar sus asertos, prohibiéndosele la publicación de sus libros. ¡Con qué pena miramos las persecuciones de que la Iglesia primitiva hizo víctimas a los hombres que se atrevieron a buscar la verdad, a pesar de las doctrinas existentes!

La historia de la mente humana honrará a seres como Charles Darwin, cuyo profundo estudio de las plantas y animales le llevó a la famosa obra El origen de las especies, obra que conmovió al mundo, y en la cual explicaba la teoría de la evolución. En honor de la teología actual, la obra de Dios a través de la evolución está siendo reconocida por muchas sectas religiosas.

La majestuosa marcha del hombre a través de las edades, ha visto que la mente del hombre ha desarrollado poderes que no había siquiera soñado en sus primeros días de residencia en esta Tierra.

PRUEBA DE QUE EL HOMBRE ES ALGO MÁS QUE UN ANIMAL

Que el hombre haya podido sobrevivir durante todos estos siglos en la lucha contra todas las formas de vida, y a pesar de las inhumanidades de su prójimo, es prueba de que posee poderes interiores superiores.

EI hombre es un verdadero dios en potencia, aunque revela, con demasiada frecuencia, tendencias demoníacas.

Ese poder interior que el hombre posee, aparte de toda criatura viva de la tierra, es el que le ha hecho posible llegar a su presente estado de desarrollo y de conciencia.

El poder interior ha elevado al hombre por encima de todos los otros animales. Aunque probablemente hay inteligencias más altas en otros planetas, y en los reinos superiores del ser, es ahora evidente que el hombre tiene posibilidades ilimitadas, de ulterior desarrollo. Ahora está en la infancia de sus oportunidades de crecimiento y de ejecución, una vez que ha aprendido a vivir en paz y en colaboración con su prójimo. Ahora está en mitad del proceso de aprender esa penosa lección. Pero yo tengo fe en que va a aprenderla. Tengo fe en ese vasto poder interior, más grande que el hombre, del cual el hombre se está dando cuenta más cada vez —"ese algo" que con el tiempo librará al hombre de sus miedos, odios y prejuicios—, y le dará tal comprensión de sí que, a su vez, será capaz de entender a los demás.

Uno sabe siempre cuándo un hombre o una mujer está haciendo en su vida uso del poder interior. Tales gentes van por el mundo conscientes de ese poder, que está detrás de todo pensamiento y de todo acto. Tienen aplomo, seguridad de sí, valor y magnetismo. Saben lo que quieren y cómo van a procurárselo. Han concebido su futuro y van hacia él resueltamente. Hay en torno de ellos un espíritu que es contagioso. Suelen tratar de estimular a uno a que haga mayores esfuerzos, por bien suyo. Dichas gentes son los que planean y hacen el mundo. La gran masa de los seres que no piensan, les sigue.

¿Conduce usted el rebaño, o es usted rebaño? Si sigue a los demás, es que no ha descubierto "ese algo" dentro de usted. Para ser caudillo, para poder adelantarse al rebaño en su trabajo, o interés, o expresión, hay que hacer uso del poder interior. Es absolutamente esencial. Sin él, no puede hacerse nada.

La ley de atracción sólo puede dar lo que se conciba. El poder creador que hay dentro de nosotros tiene que ser magnetizado por el concepto que tengamos de lo que es capaz de realizar.

¡CONCIBAN! ¡CONCIBAN! ¡CONCIBAN!

Este es el sencillo mandato que lleva al triunfo. ¡Conciban! ¡Conciban! ¡Conciban! Pero hay que estar seguro de lo que realmente se quiere, y no concebir miedos y preocupaciones que harán que ese poder interior llegue a crear lo que no se desea.

Si Edison, cuando estaba tratando de inventar la luz eléctrica, hubiera imaginado el fracaso, en lugar del éxito, no habría hecho jamás diez mil experimentos antes de dar con el filamento conductor de la corriente eléctrica. ¡Piensen en ello! Edison fracasó 9.999 veces antes de triunfar una. Pero en cada fracaso veía lo que tenía que modificar, y mediante el laborioso proceso de la eliminación, llegó al descubrimiento de lo que servía.

¿Cuánto tiempo persistiría usted frente a un fracaso tan colosal?

Edison tiene en su haber el dicho: "El éxito es un noventa y nueve por ciento de transpiración y un uno por ciento de inspiración".

Cuando se sabe que uno trabaja con el poder interior, como le ocurría a Edison, la fe no vacilará jamás. Uno continuará la lucha contra todos los obstáculos e inconvenientes aparentes en la firme convicción de que con el tiempo triunfará.

A veces el fracaso para alcanzar una cierta meta ha abierto un camino inesperado y mejor. Consideremos el famoso caso de Colón. Sus estudios le habían convencido de que la Tierra era redonda, y creía que navegando hacia el oeste llegaría a Catay y las Indias. Tardó cinco años antes de poder reunir los barcos necesarios para tal viaje. Aun entonces, su tripulación tenía tal desconfianza de sus ideas, que se reveló y quiso volver atrás. Sin embargo, Colón no perdió la fe jamás. Su poder interior le hizo seguir adelante, y cuando finalmente vio unas islas, las llamó "Indias Occidentales". Aun después de hacer tres viajes más a América, Colón murió sin haberse dado cuenta de que había descubierto un nuevo mundo.

Sin embargo, la historia no juzga a Colón como un fracasado. ¡Ningún esfuerzo se pierde!

Lo que uno concibe se realiza, si uno lo concibe con el tiempo, la claridad y la confianza suficientes. Voy a repetir muchas de estas afirmaciones, una y otra vez, de modos diferentes, porque quiero que queden indeleblemente grabadas en su conciencia.

Los triunfadores del mundo nunca perdieron de vista sus concepciones. Se recordaban constantemente lo que deseaban en la vida, para que su poder interior siguiese atrayendo todo cuanto necesitaban para materializar lo que habían concebido.

EJEMPLO DEL PODER DE LA IMAGINACIÓN

Irma y Farley O'Brien son una joven pareja que ahora vive en el norte de Hollywood, California, en "el hogar de sus sueños". Es exactamente el hogar que ellos se habían imaginado, y que obtuvieron como un resultado directo de la imaginación.

Durante meses trataron de encontrar un hogar apropiado, buscaron en muchas partes, y requirieron la ayuda de varias agencias. Vieron muchas casas atractivas, pero ninguna de ellas tenía ese atractivo indefinible que buscaban en la finca que deseaban comprar. Finalmente, desesperando de hallar lo que querían por medios rutinarios, Irma y Farley dejaron de buscar. Aprendieron un nuevo método de procurar lo que querían: un medio mágico.

Todo cuanto tenían que hacer era quedarse quietos, e imaginar juntos la casa que querían, esperando que aquel hogar existía en alguna parte, y les pertenecía ya.

Irma trazó los planos de la casa. Imaginó el emplazamiento, el jardín, las flores, el patio, todo. Farley y ella discutieron los planos, se pusieron de acuerdo y se entusiasmaron con ellos. Tenían poco dinero que invertir en aquel hogar, pero confiaban en que podrían proporcionarse los recursos, si imaginaban con fuerza lo que deseaban, y dirigían todos sus esfuerzos hacia el logro de sus objetivos.

Irma le dijo a Farley:

—No quiero simplemente una casa. Quiero un hogar construido por una pareja que lo ame como nosotros lo amaremos, en el momento en que lo veamos. Quiero un hogar que esté rodeado por una atmósfera de amor.

Quiero sentir ese amor en las habitaciones, el jardín y las flores. ¿Crees que habrá tal lugar?

—Estoy seguro de ello —dijo Farley—. Tiene que haberlo... o tú no pensarías así acerca de ello.

Por lo tanto, todas las noches, antes de acostarse, Irma y Farley imaginaban que iban a tal casa, estuviera donde estuviese. Se dormían soñando con dicho hogar, con la esperanza de ir a él cuando llegase el momento.

Desecharon todos sus anteriores recelos de que no encontrarían lo que deseaban. Sabían que lo que estaban imaginando se materializaría de algún modo.

Un día, semanas después, Irma y Farley se hallaban en casa de un amigo, e Irma se sintió tentada de hablarle de "su sueño". El amigo escuchó con interés y dijo:

Acaba de describirme el hogar de un amigo mío, un hombre llamado Davis, cuya esposa ha muerto hace unos meses, poco después de que estuviera terminado "el hogar de sus sueños". Mister Davis sigue viviendo en la casa. Le han ofrecido el doble de lo que le había costado, pero dice que no quiere venderla hasta que encuentre una pareja que ame su hogar tanto como él y su esposa lo amaron.

— ¡Por favor, llévenos a casa de su amigo! —le rogaron Irma y Farley.

Cuando llegaron frente a la casa en el norte de Hollywood, se detuvieron y se quedaron mirando incrédulos.

— ¡Ese es!— exclamaron ambos, aun antes de haber cruzado los umbrales. ¡La casa, el patio, el jardín, las flores... era tal como ellos habían imaginado!

Y cuando Mr. Davis salió a recibirles, el amor por aquella casa se leía en sus ojos, y él lo vio, y les dijo:

—Veo que la casa les gusta ya. Recórranla. No iré con ustedes. Tómense todo el tiempo necesario. Vayan donde quieran. Cuando hayan terminado, yo les estaré aguardando.

Durante una hora, Irma y Farley se perdieron examinando la hermosa propiedad. Les parecía que estaban ya en ella... como si estuvieran viviendo en el "hogar de sus sueños", como quizás lo estaban haciendo en un sentido mental superior.

Pero entonces había llegado el momento de hacer frente a la realidad. Era evidente que aquel hogar costaba mucho más de lo que ellos podían pagar, y que cualquier pago al contado significaría mucho más que sus recursos.

— ¿Qué vamos a hacer? —le dijo Irma a Farley—. Hemos hallado el hogar de nuestros sueños... ¿pero cómo va a ser nuestro?

—Nuestra fe nos ha llevado lejos —dijo Farley—. No debemos dudar de que nos llevará el resto del camino.

Estaban en el patio trasero, y se volvieron para entrar en la casa. Al hacerlo, Mr. Davis, abrió la puerta y se quedó inmóvil contemplándolos.

— ¡Oh, es maravillosa... maravillosa! —Exclamaron ellos— ¡Exactamente lo que queríamos! Pero al parecer, fuera de nuestros medios.

—Quizás no —dijo Mr. Davis—. Yo he pedido mucho dinero a quienes no tenía interés en vender. Pero ustedes aman esta casa como la hemos amado mi esposa y yo. Siento que ella no me perdonaría jamás si vendiera nuestro bello hogar a una pareja que no tuviera hacia él los sentimientos que teníamos nosotros. Ustedes saben lo que pueden pagar..., así que díganme las condiciones.

Se hizo un trato, y los O'Brien partieron con la seguridad de que el "hogar de sus sueños" sería su verdadero hogar.

Incluso así, la cantidad al contado consumiría todos sus recursos, sin tener a la vista el dinero con qué completar la compra.

— ¿No nos habremos dejado llevar por nuestros deseos? —preguntó Irma—

¿Habremos hecho bien contrayendo esta obligación?

—Todo ha salido tan bien —dijo Farley—, que yo confío en que continúe siendo así.

¡Y lo hizo! Hoy su hermosa casa está pagada ya. Sí, el poder interior siempre actúa cuando se ha aprendido a utilizarlo. Actúa de modo que uno no puede imaginar, cuando se pone la fe en él, y se hace lo que se entiende justo en cualquier situación.

En el caso de Irma y Farley, los iguales se habían atraído. Ellos habían estado imaginando la clase de hogar que poseía Mr. Davis, y éste había estado imaginando vender su hogar a una pareja como ellos. Tal concepción los había atraído magnéticamente por medio del amigo al cual Irma confesó su deseo de tener "el hogar de sus sueños".

Los canales por los cuales uno puede alcanzar su meta son también producto del poder interior, cuando uno ha concebido lo que quiere, con claridad y confianza.

Todo lo bueno que haya para usted en la vida, puede atraerlo mediante el pensamiento recto. Lo que "ese algo" ha hecho por los demás, puede hacerlo fácilmente por usted.

LOS PENSAMIENTOS POSITIVOS ATRAEN;

LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS REPELEN

¡Examinen su pensamiento! ¿Creen en lo que les ha dicho hasta ahora? ¿No comienza a sonar una campanita? ¿Pueden mirar sus vidas, y darse cuenta de cómo han atraído las cosas buenas mediante el pensamiento positivo, y las malas mediante el negativo? ¡Si pueden hacerlo, entonces están preparados para aprender lo que este poder creador puede hacer por ustedes!

LO QUE "ESE ALGO" PUEDE HACER POR USTEDES

Hay miles, sí, millones de gentes buscando el secreto, la clave de la salud, la riqueza, la dicha, la satisfacción y la solución de sus problemas.

Durante todos los siglos, muchos hombres y mujeres han conocido el secreto y usado de ese poder; y yo estoy seguro de que ustedes pueden adquirirlo también, si aceptan y aplican las ideas contenidas en este libro.

¿Qué quieren?

¿A dónde van?

Respondan a estas dos preguntas, y darán a su vida propósito y dirección.

Si no saben qué quieren, ni a dónde van, no conseguirán nada, no irán a ninguna parte. La persona de mente indecisa se ve rodeada de situaciones indecisas.

No olviden jamás que las cosas iguales se atraen.

¡Lo que ustedes piensan hoy, determina lo que serán y lo que harán mañana!

¿Se han fijado en el individuo indeciso? Si va al volante de un auto, se sale constantemente de su mano; disminuye la marcha para dar una vuelta, luego cambia de opinión y vuelve a aumentar la marcha; en un momento es muy precavido, y al siguiente muy temerario; no conoce el motivo de sus actos... ni nadie lo conoce tampoco. Este no es el medio de ir a ninguna parte, ni de hacer nada que valga la pena. Si uno está turbado e indeciso, en los pensamientos y en las acciones, es signo seguro de que no tiene un completo control de su mente ni de sus emociones. Es prueba de que uno no conoce aún el poder creador con el cual se puede transformar la vida.

Hoy se habla superabundantemente de la energía atómica. Habrán advertido que siempre se compara lo que puede hacer una bomba atómica, una bomba de cobalto o una bomba de hidrógeno, en términos de tantos miles de toneladas de T.N.T.

Cuando descubrí por primera vez ese poder en mí, la fuerza que mejor lo describía era T N T. Si se dispone de una fuerza interior igual a T N T, no se necesita un poder mayor para mover las montañas del miedo y de la duda, de la preocupación, la tensión, los sentimientos de inferioridad y de frustración, el odio, la avidez y el prejuicio, que constituían el lastre.

No tienen más que prender la espoleta, imaginando las cosas justas que pueden sucederles. Luego, den un paso atrás y dejen que "ese algo" —el poder magnético que hay dentro de ustedes— se encargue del asunto.

¿Qué puede hacer por usted?

Menciónelo y lo hará. Menciónelo, crea en ello, imagínelo, y trabaje en ello, y ese poder le atraerá todo cuanto necesite para lograr lo que desea.

VENCIMIENTO DE INCONVENIENTES

Un amigo mío que tartamudeaba de muchacho, quería ser predicador. Cuando fue creciendo seguía teniendo aquel deseo, pero al confiárselo a sus amigos y parientes, se reían de él o trataban de disuadirle.

—Más vale que elijas otra cosa en que no tengas que aparecer en público —le recomendaban—. Nadie te escuchará. No dices ninguna frase con facilidad, y cuando empiezas a tartamudear resulta embarazoso. A veces tardas más de un minuto en decir una frase. --Pero no voy a estar así toda mi vida —insistía él—. Cualquier día de éstos voy a hablar como todo el mundo. ¡Estoy seguro de ello!

Hoy este hombre tiene una importante iglesia en la costa occidental. Es uno de los predicadores más enérgicos y convincentes que he escuchado, y al oírle nadie diría que hubo un tiempo en que tenía un grave impedimento en el habla.

¿Cómo venció aquel inconveniente? Por la imaginación. Apelando al poder creador que Dios ha dado para que le ayudase. Me contó que solía ir al corral, y durante horas hablaba con las aves. Se imaginaba que eran personas y que les estaba dirigiendo la palabra. Me dijo:

—Al principio me parecía que las asustaba, y creo que hice muchas contorsiones con el fin de hablar correctamente. A veces, me miraban con curiosidad, dejaban de comer, y yo me imaginaba que atraía la atención con mi oración. De vez en cuando me miraban como si estuvieran mesmerizados, como los pollos suelen hacer, y yo me creía que los había hechizado. Gradualmente me fui dominando, en parte gracias a esta práctica, y en parte mediante la comprensión de lo que había causado mí tartamudez. "Sabes, mi padre había sido un hombre muy dominante. Creía en el antiguo proverbio: "A un niño se le debe ver, pero no oír. De niño me criticaba en cuanto hablaba o expresaba mis ideas. Aquello me turbaba. Llegué a temer que me ridiculizase cada vez que abría la boca. Aquello me produjo la tartamudez. Después temía hablar en presencia de los demás, y los otros no me animaban a ello, por el efecto desagradable que les producía verme luchar con las palabras.

"Cuando vi que yo podía hablar, sin tartamudear, en presencia de los animales, sentí que podría hacer lo mismo en presencia de la gente. Esta confianza vino como resultado de una curiosa idea que tuve. Se me ocurrió que podía imaginar que la gente eran pollos, vacas y caballos, y que al hacerlo, perdería el miedo que les tenía. "Era un concepto infantil, pero me sirvió. Me ayudó a no tomarme con demasiada seriedad, a vencer mi sentimiento de inferioridad y de temor. Me di cuenta también de que yo me había imaginado como incapaz de hablar en presencia de otros, porque las censuras de mi padre me habían asustado. En cuanto varié este concepto y quise expresarme sin miedo, "ese algo" se apoderó de mí. Entonces atraje la experiencia y el aprendizaje, que dio por resultado el que hoy sea un predicador, ¡tal como había concebido hace tantos años!"

Cualquiera que sea el obstáculo, este poder está listo para ayudarle.

¿Se disponen mentalmente para la manifestación de este poder a través de ustedes?

 ¿CÓMO PUEDEN CREER?

Primero tienen que convencerse que este poder no es caprichoso, que es real y digno de confianza, que podrían reconocerlo cuando lo descubran en su interior, y que sabrán el modo de usarlo.

Este es el propósito de este libro, el revelar este poder creador e indicarles el modo de hacer que opere bien en sus casos, como ha ocurrido en el caso de los demás.

Pero los que lean estas líneas no pueden quedarse sentados esperando esta fuerza explosiva del tremendo poder de su conciencia. Tienen qué abrir su mente interior y hacerla receptora, para que el T N T allí escondido, mediante el pensamiento erróneo y quizás la ignorancia de su existencia, salga a la superficie y termine con los obstáculos, los inconvenientes, las dificultades y los problemas.

¡Usted puede vencer todos los obstáculos de la vida... no desde fuera, sino desde dentro!

Las cosas ocurren primero en la mente antes de que ocurran en el mundo.

La primera vez que uno se da cuenta de ello, produce una terrible impresión. Uno no hace un solo movimiento al menos que se decida libremente. Ustedes no pueden dejar este libro, a menos que antes decidan hacerlo. Y pueden contar con la ayuda de "ese algo" interior, hasta terminar con las restricciones, producto del pensamiento equivocado.

NO SE DESANIMEN

Un buen amigo mío, llamado Jones, no había hecho carrera en la propaganda. No era más que un empleado vulgar. Un día decidió que tenía que cambiar todo aquello. No había sabido lo que realmente quería en su especialidad, ni a dónde iba, por lo cual miró en torno suyo.

¿Había algún puesto en la propaganda para el cual él estuviera especialmente preparado? Sí, lo había. La jefatura de propaganda de una importante publicación nacional, que llamaremos el World Travel Monthly.

Mi amigo había viajado por el mundo entero. Aquel puesto le interesaba, y comenzó a imaginarse como jefe de propaganda. Puso un verdadero entusiasmo en tal concepción. Cuando su interés fue creciendo, quiso informarse hablando con el propietario de la revista.

—Lo siento. Estamos muy contentos con nuestro actual jefe de propaganda, mister Haley. Lleva con nosotros muchos años y trabaja muy bien. Por lo que a nosotros respecta, tiene trabajo para toda la vida.

Tal información habría desanimado al noventa por ciento de los hombres, pero no a Mr. Jones. Este se sintió impulsado a decir:

—Perfectamente, pero su publicación me interesa de tal modo que me daría una gran satisfacción personal estar asociado a ella, aunque no fuera con carácter oficial. ¿Le importaría que yo tomase parte de sus conferencias editoriales y propagandísticas, siempre que pueda, y de vez en cuando le haga recomendaciones, como si fuera un miembro de su personal, pero sin percibir sueldo alguno?

Yo personalmente no tengo inconveniente, si le interesa tanto —le dijo a Mr. Jones—. Sin embargo, tendrá que convencer a Mr. Haley. Podría desagradarle tener asociado con él de esta manera a un hombre tan interesado en su puesto. Pero si él no tiene inconveniente en ello, y usted quiere dedicarnos su tiempo libre sin obligación de parte nuestra, puede hacerlo.

Mr. Jones fue a visitar a Mr. Haley. Los dos hombres simpatizaron inmediatamente. Entre ellos surgió una cordial amistad, que continuó durante ocho años, en cuyo tiempo Mr. Jones se hizo muy valioso para el World Travel Monthly, familiarizándose con su funcionamiento, mientras se ganaba la vida con otras formas de propaganda.

Finalmente llegó un día en que Mr. Haley recibió la proposición de un puesto en California, y decidió por razones de salud, y por razones personales, dejar su puesto del World Travel Monthly, e irse al Oeste.

Hoy Mr. Jones es jefe de propaganda del World Travel Monthly, heredando el puesto de Mr. Haley, conociendo perfectamente el mecanismo de la organización y conquistando la posición que codiciaba durante ocho años.

¿Siguen creyendo que el poder interior no puede darles lo que desean?

LO QUE PUEDE HACER LA INSPIRACIÓN

¿Se sienten desanimados, al final de todo? Así se sentía H. C. Mattem, hace unos años. Había venido a Nueva York, desde Pennsylvania, que había dejado por inconvenientes económicos y familiares. Esperaba reponerse en Nueva York, pero las cosas, como sucede frecuentemente cuando uno está turbado mental y emocionalmente, habían ido de mal en peor.

Mattern decidió finalmente, ya que debía siete semanas de pensión y sólo tenía unos pocos dólares, que no le quedaba más remedio que suicidarse. Pero antes quería hacer algunos encargos, y uno de ellos le llevó a la sección libros de Macy's. Al pasar ante un estante, el título de un libro atrajo su atención. Era La clave de la felicidad, de Harold Sherrnan.

En el estado de turbación de Mattern, este título produjo el efecto que el trapo rojo le produce al toro. Mattern se dijo enfurecido: "¡No hay una clave de la felicidad!" Pero el título le seguía atrayendo cuando salió a la calle. Impulsivamente, dio media vuelta, desanduvo lo andado, volvió a la librería y compró el libro con los dólares que le quedaban. Al volver a su habitación, con el veneno que había comprado para quitarse la vida, Mattern estuvo hojeando el libro con espíritu de desafío. Uno de los primeros pasajes que leyó decía así:

¡Ya se dé cuenta de ello o no, usted es directamente responsable de todo cuanto le sucede!

Mattern estuvo a punto de tirar el libro por la ventana. Había echado la culpa de sus tristes experiencias a los demás, diciéndose qué las circunstancias fuera de su control le habían llevado a aquel estado desesperado. Con quien menos quería enfrentarse era con él mismo, y especialmente tener que reconocer que él había sido la causa de sus problemas. Para probar que el autor de La clave de la felicidad no sabía lo que decía, Mattern siguió leyendo. Pero cuando más leía, se hallaba más directamente aludido.

En este preciso momento puede preguntarse si hay una salida a sus dificultades. Si lo hace, mi respuesta es: ¡No pierda la esperanza! Hay un medio de resolver sus problemas... de aliviar la situación que le angustia: un medio de permitirle que alcance en la vida las cosas que le son más queridas...

Mattern se interesó. Sus pensamientos de suicidio comenzaron a desvanecerse. ¿Cuál era el camino? ¿Cómo iba a poder salir de la situación en que se encontraba?

Allí estaba el camino, en letras de imprenta:

Tiene que desarrollar su habilidad de concebir con claridad la clase de triunfo que desea.

Recuerden que les he dicho que este mensaje no era nuevo, que había sido dado millares de veces; pero es siempre nueva para el hombre o la mujer que lo recibe por vez primera.

Harold Sherman le decía a Mattern lo que yo les estoy diciendo a ustedes acerca del poder interior. Sherman había descubierto ese poder a su modo, como yo descubrí el mío, y muchos sentimos el impulso "de comunicarlo al mundo".

Pero Mattern tenía que ser enseñado; tenía que examinar todos los pasos y someterlos a su lógica. No pensaba dejarse engañar por lindas palabras o promesas. Estaba demasiado desilusionado para intentar algo dudoso. Pero al seguir leyendo aquel libro, comenzó a hallar un sentido en cosas que no lo habían tenido jamás para él. Comenzó a examinar su vida a la luz del entendimiento que entonces tenía del funcionamiento de su mente, y de sus emociones. Comenzaba a ver que algunos de sus malos pensamientos habían dado lugar a malos resultados. Y cuando llegó al pasaje en que Sherman declara que un individuo posee recursos y talentos ocultos que pueden ser cristalizados y desarrollados para que le saquen de una crisis económica. Mattem se preguntó: "¿Qué he hecho de modo que pueda volverme ahora a ello, y sacar dinero del asunto?"

Pensó en toda su vida y reflexionó, tristemente, que había sido un aprendiz de todos los oficios y un maestro de ninguno. Al parecer no tenía ninguna combinación de habilidades y talentos a qué apelar para que le sacase de aquella situación desesperada. ¡Pero, un momento! Unos años antes había intentado mejorar una fórmula química para la limpieza y conservación de los muebles y tapizados de cuero. Había mezclado varios ingredientes, estando a punto de dar con la solución; pero finalmente había renunciado al proyecto. ¡Quizás si reanudase sus esfuerzos en aquella dirección!...

¡Y entonces sucedió! Directamente del subconsciente, como servida en bandeja, llegó la fórmula que necesitaba. En cuanto la recibió, supo que serviría... ¡Era aquello!

A las dos de la madrugada H. C. Mattern renunció a sus planes de suicidio.

Por el contrario, se dedicó a buscar los elementos químicos necesarios en cuanto se abrieron las droguerías, y a hallar un comprador de sus servicios.

Todas las dudas habían desaparecido, y tenía una nueva fe en él. ¡Había una clave de la felicidad y él la había hallado! Mattern comprendió en ese momento que aquélla fórmula había sido preparada por "ese algo", el poder creador interior, en respuesta a sus deseos y esfuerzos anteriores. El único error cometido fue renunciar demasiado pronto.. Pero aquella fórmula, una vez creada, había sido guardada por el subconsciente. A la mañana un nuevo y vitalizado Mattern visitó la droguería más próxima, y habló con el dueño para que le diese un crédito de ocho dólares, lo que costaban los ingredientes necesarios para la fórmula. Volvió apresuradamente a la habitación que debía y preparó los materiales. Luego se sentó esperando que el poder interior le dijese dónde tenía que vender el producto.

El nombre W & J. Sloane, una importante mueblería de la Quinta Avenida, vino a su memoria. Esta compañía seguramente tenía una importante sección de muebles tapizados de cuero. Mattern telefoneó al hombre encargado de ella. Le dijo:

—Habla H. C. Mattem. He inventado una solución para limpiar y conservar el cuero. Me gustaría hacer una demostración en su sección.

—Venga, por favor —le invitó el otro—. ¡Si tiene una cosa así, nosotros seguramente la emplearemos!

Cuando Mattern llegó con su solución, fue conducido a un depósito donde le mostraron un diván de cuero, en un estado lamentable. El cuero estaba seco, agrietado y manchado. Parecía el mayor desafío a aquella fórmula química, pero Mattern lo aceptó. Después de una hora de duro trabajo, llamó al encargado de la sección para que viese el resultado. Cuando el jefe vio el diván, lanzó una exclamación de incredulidad.

—Parece que me ha traído un diván nuevo —dijo—. ¡Este no puede ser el antiguo! Las grietas se han suavizado, el cuero está flexible y las manchas han desaparecido. Mister Mattern acaba de ganar un contrato para limpiar y conservar nuestros muebles de cuero.

H. C. Mattern dejó W. & J. Sloane aquella mañana, con un cheque de 400 dólares como adelanto por su trabajo.

"Ese algo" el poder creador, que tienen que aprender a utilizar, había hecho aquello. Años antes le habría hecho a Mattern el mismo servicio, si hubiese apelado a él adecuadamente.

¿Y qué hizo Mattern, en un esfuerzo para dar gracias a Dios por haber liberado el poder que había dentro de él? Aquella noche hizo el voto de no dejar de lado a ningún ser humano necesitado de ayuda, y que siempre dispondría de tiempo para aconsejar a las personas que lo precisasen.

NO LEAN UN LIBRO... ¡ESTÚDIENLO! 

Hoy H. C. y su esposa, Mary Mattern, son famosos de costa a costa, como unos de los mayores benefactores del país. Han repartido miles de ejemplares de libros, que han entregado a los presidentes de los Bancos, los principales industriales y comerciantes, los diputados, senadores, gobernadores, camareros, porteros, obreros, granjeros, empleados de hoteles, repartidores de periódicos, amas de casa y gentes de todas las razas, religiones y profesiones.

En la primera página de cada libro los Mattern escriben:

No lean este libro... ¡Estúdienlo! Luego subrayan diversos párrafos con tres lápices diferentes, para darles énfasis. Para estar seguros de que estudian el contenido, sujetan las páginas de diferentes capítulos, y les ponen la siguiente introducción escrita: No quiten las armellas que sujetan estos capítulos hasta que estén seguros de que entienden y practican lo anterior.

O: No estudien esta parte durante un mes. Se tarda ese tiempo en digerir lo que están estudiando ahora.

Mattern declara que suelen tardar una hora en preparar cada libro, pero "merece la pena... el individuo recibe del libro un beneficio mucho mayor.

La mayoría de la gente tiene la costumbre de leer, no de estudiar, y no se aplican. Por esta razón no llegan a ninguna parte".

Con respecto a los diversos problemas con que se ven enfrentados los seres humanos, Mattern declara:

"Sus problemas son fundamentalmente los mismos", y sólo pueden ser resueltos apelando al poder creador interior.

En cuanto a H. C. Mattern y su dinámica esposa Mary, su saludo "Sonrían siempre" irradia constantemente de ellos, y su indomable espíritu está especialmente bien expresado en el lema de su tarjeta comercial:

¡HACEMOS LO IMPOSIBLE, PORQUE SABEMOS CÓMO!

Bien, ¿qué opinan ahora del poder creador? ¿Están dispuestos a aceptar su actuación en la vida? Si lo están, comiencen a usar el método de Mattern y subrayen todos los párrafos de este libro que tengan alguna significación especial para ustedes, de forma que cada pensamiento se grabe en su conciencia y forme parte de su pensamiento.

Pero antes de que puedan liberar este poder, tendrán que dejar libre su mente de una serie de pensamientos erróneos. Esto pude ser penoso, pero les hará mucho bien al final. ¿Lo harán? Pueden enfrentarse consigo mismos. ¡Pues, adelante!


IV


!DETÉNGANSE! ¡PIENSEN! ¡Y ANALÍCENSE!


"La verdadera grandeza de un hombre reside en la conciencia de un propósito honrado en la vida, fundado en una justa estima de sí y de los demás, en un autoexamen frecuente y en la constante obediencia a la idea que considera justa,nsin preocuparse de lo que los demás puedan pensar o decir, o de si hacen o no lo que él piensa, dice y hace".
MARCO AURELIO



Yo doy por sentado que no existe ningún hombre ni mujer inteligente que no estén realmente interesados en progresar, pero con frecuencia me he preguntado si no hay una cualidad negativa o alguna inercia en la mayoría de nosotros que nos impide lanzarnos.

Voy a repetir una antigua historia:

Dos negros estaban dormitando en las laderas del Misisipí.

Uno de ellos bostezó, extendió los brazos y suspiró:

—Ay, querría tener un millón de sandías.

EI otro negro preguntó:

—Rostus, si tuvieras un millón de sandías, ¿me darías la mitad?

¡No!

— ¿Me darías un cuarto?

—No, no te daría un cuarto.

—Rostus, si tuvieras un millón de sandías, ¿me darías diez?

¡No, no te las daría!

— ¿No me darías siquiera una sandía?

Mira, Sam, no te daría siquiera una raja, si tuviera un millón de sandías.

— ¿Por qué, Rostus?

— ¡Porque eres demasiado perezoso para desear por ti mismo!

Esta historia tiene muchas enseñanzas. Ya lo verán cuando sigan adelante.

Estoy seguro de que algunos de ustedes se burlarán. Siempre ha habido burlones, pero los burlones no han llegado jamás a ninguna parte. No han triunfado nunca en la vida, sino que simplemente se han llenado de envidia mientras que las personas que progresan tienen que rodearlos o pasar por encima de ellos. En la vida no tienen más valor que el de la molestia que producen.

Algunos de ustedes desecharán todo esto, como han hecho antes —como harán siempre—, pero para los que estén interesados y deseosos de aprender, les prometo que pueden hacerlo, y progresar individualmente.

Es más fácil ir con la corriente que luchar en contra de ella, pero hay que armonizar con los demás, con todo lo que a uno le rodea.

Hablo con las palabras de un gran filósofo: "No sólo debes respirar de acuerdo con el aire que te rodea, sino hacer que tu inteligencia esté en armonía con la inteligencia que abraza todo".

Se necesita poco esfuerzo para respirar, pero el pensar sí exige un gasto de energía. Yo no tendría que explicar que les estoy sugiriendo que se pongan de acuerdo con la corriente de la vida misma. Los que entiendan apreciarán que la naturaleza proporciona medios para que todas las cosas crezcan bien.

Mediten un momento y se darán cuenta de que estoy diciendo verdades que muchos pueden haber olvidado. Hay la ley fundamental de la compensación que arregla todas las cosas.

No hay regla fija para nada, porque algunos procedemos de un modo y otros de otro, igual que dos personas pueden atravesar el río... una va por un puente, y la otra por el otro... pero ambas llegan, finalmente a su destino. En otras palabras, después que todo se ha dicho y se ha hecho, lo que importa es el resultado, y si han decidido lo que desean exactamente, y siguen las sencillas reglas que aquí se dan, conseguirán lo que se proponen.

¡Ha llegado el momento de que se detengan a pensar y se analicen!

¿Qué es lo que creen que son y por qué?

¿Creen que obtienen de la vida lo que debieran? ¿Creen que le dan lo debido a la vida? 

La vida, como saben, es un intercambio. Es un don de Dios, el Gran Creador. Pero desde el momento en que nace, uno es básicamente dueño de sus actos. Hay que lanzar el primer suspiro para vivir, y hay que tener un razonable cuidado del cuerpo, o de lo contrario se padecerán enfermedades. Hay que usar la cabeza, y lo que hay dentro de ella, para algo más que una percha de sombreros. Si no lo hacen no llegarán muy lejos, ni con su mente ni con su cuerpo.

El estado en que se encuentran actualmente depende en gran parte de lo que han estado pensando y haciendo durante toda la vida. Nada les ha sucedido por accidente. Son la suma total de todas las causas y efectos originados por sus actitudes mentales y emocionales. Su resultado final es lo que son ustedes, ¡en este mismo minuto!

Mírense al espejo. Estudien todos sus movimientos. Cuenten una historia. Cada movimiento representa un rasgo de su personalidad.

Examinen su cara: indica su modo de pensar. Sus ojos, ¿Qué les parecen? ¿son claros y directos? La persona que ve en el espejo es la que ven las otras personas. ¿Qué clase de impresión quiere producir? Esto es enteramente cosa suya.

Usted sabe si tiene o no personalidad. Si no la tiene, o está por desarrollarla, decídase a tenerla. Puede tenerla y la tendrá, cuando se decida a hacerlo del modo que yo le he sugerido.

¿Qué es la personalidad? ¿Qué experimenta usted cuando se ve en presencia de otra persona que tiene personalidad? ¿Qué es lo que produce el que su sola presencia le eclipse a usted?
No es más que la fuerza dinámica unida al poder de la voluntad que dicha persona extrae del inmenso reservorio del inconsciente.

Hay millones de personas que tienen personalidad (algunos dicen que es natural en ellos, y quizás lo es, pero están usando inconscientemente ese poder). Les ha sido dado, o lo han ido desarrollando sin darse cuenta de ello, desde los primeros años de la vida, y cuando eso que llaman personalidad es apoyada por la fuerza de la voluntad, se producen acontecimientos.

La personalidad atractiva es la del hombre o la mujer que posee confianza y seguridad en sí. Toda esta gente tiene un propósito: saben a dónde van, y cómo ir hasta allí; y la intensidad de su propósito se refleja en su cara.

Tienen aplomo. Atraen a los demás como el imán atrae el hierro. Todo el mundo se agrupa en torno a una personalidad radiante.

Cuando aprendan a conocerse, podrán desarrollarse la misma intensidad de propósito, de esa determinación de progreso. Y, poco después, esta determinación se verá en sus ojos, su habla y sus actos.

Han oído decir a la gente que hay ciertas personas que tienen una mirada penetrante, que miran a través de uno. ¿Qué es eso? Nada más que el fuego interior —la intensidad—, o como quieran llamarlo, que significa que la persona que lo tiene generalmente obtiene lo que desea. Atrae, manda, obliga.

Recuerden que los ojos son las ventanas del alma. Miren las fotografías de todos los triunfadores. Estudien sus ojos, y hallarán en todos ellos esa intensidad. Por lo tanto, deben hacer que ello se refleje en su modo de andar, en su actitud, y dentro de poco la gente advertirá su presencia cuando se abra paso entre una multitud, y la gente se dará cuenta de esa personalidad cuando usted habla con ellos. A mi modo de pensar, el vender bonos, libros, ropas, seguros, máquinas eléctricas o de lavar, es lo mismo que vender la personalidad de uno, sus ideas. Yo he hallado que al tratar de imponer una idea, antes he tenido que creer en mí y en mi idea. También he hallado que hay que saber de lo que uno habla, y esto sólo puede hacerse mediante un estudio personal persistente.

¿Cuánto sabe acerca de sí, y cuánto del mundo en que vive? La clase de personalidad que usted expresa, depende de este conocimiento. ¡Uno no puede expresarse con tranquilidad y seguridad, a menos que se posea una conciencia de lo que es uno, de lo que es el mundo y de lo que son los demás!

¡DESPIERTEN! ¡APRENDAN A CONOCER LO QUE TIENEN A SU
ALREDEDOR! ¡OBTENGAN UN ENTENDIMIENTO!

Ustedes pueden desarrollar su personalidad manteniéndose al nivel de los asuntos mundiales. Manténganse informados. Averigüen todo cuanto es interesante acerca de la gente que conocen o pueden conocer, para que puedan hablar con ellos de más cosas.

Nunca se sabe lo que le puede interesar a un amigo nuevo, y a veces es necesario llamar su atención, tratando de temas originales. No se puede siempre iniciar una conversación acerca del tiempo o de los dolores y penas de uno. Lean los periódicos, las revistas, escuchen los programas de radio de importancia, y a los comentaristas de televisión.

Usen los ojos y los oídos. Asegúrense de estar a la última moda. No me refiero a que conozcan los últimos detalles de un asesinato o un suicidio, pero conozcan un resumen de las actividades diarias, en su país y en el extranjero. De este modo se ensanchará su perspectiva.

¡No olviden jamás... el conocimiento es poder! Esto puede parecer una historia vieja, ¡Pero es cierto!

¿Quién escucha a una persona egocéntrica, ignorante y mal informada?

Aumenten sus conocimientos y la esfera de sus actividades aumentará también, al igual que el deseo de hacer cosas más grandes. Al aumentar su deseo, las cosas que antes creían que deseaban se harán triviales para su mente, y las desecharán, lo cual es otra forma de decir que cuando se engancha el carro a una estrella, se avanza a la velocidad del rayo. Estudien, aprendan y trabajen. Desarrollen el espíritu de observación. Pongan el pie en el acelerador. Mejor aún; empleen propulsión a chorro. Reanímense para ustedes mismos, y entonces contagiarán esa vida a los demás. Sólo bastará con su presencia. Contagiarán su magnetismo y serán populares gracias a ello.

Ya han oído decir a la gente: "Me anima mucho estar con Fulano de Tal. ¡Siempre me da vida!"

Llénense de entusiasmo y de confianza, liberen ese "fuego interior" —ese algo—, y verán cómo todo vibra en torno suyo. Esa es la teoría de toda la vida, tan vieja como el mundo. Las cosas iguales se atraen, ¡tap-tap-tap!

Estoy repitiendo esto, pero no me importa que ustedes lo hayan oído muchas veces. Quizás si lo repito con la suficiente frecuencia — ¡tap-tap-tap!— no lo olvidarán. 

La risa engendra la risa, el amor, el amor, una acción buena da lugar a otra, sigan así ¡Esto sirve! ¡Es contagioso! ¡La antigua ley de la atracción no falla!

Pero no crean que lo único que les recomiendo es que deseen, sentados y repitiéndose lo que quieren, y que de este modo obtendrán lo que desean.

¡No es tan fácil! Los deseos tienen que estar apoyados por la voluntad. Y eso no es todo. El deseo y la voluntad tienen que estar coordinados, y sincronizados hasta un punto en que operen en perfecta armonía. Cuando uno está armonizado, la personalidad se desarrolla. Entonces hay que poner acción y energía en su proyecto, y todo saldrá a pedir de boca.

Doy por sentado que todos admiramos a este tipo de persona. Me refiero a la persona que lleva los hombros rectos, el pecho saliente, la cabeza alta y la mirada alerta. Es muy fácil descubrir en cualquier organización a las personas que arrastran los pies, que tienen los hombros caídos y los ojos sin expresión. Son los vagos. Los desertores.

DESCUBRAN LAS FALTAS

Primero mídanse. Luego estudien a las personas con las que están asociados, y podrán decir, casi de una ojeada, los que van a progresar y los que están condenados al fracaso.

¿Están ustedes cerca de éstos? ¡Apártense entonces de esa categoría!

La culpa, querido Bruto, no es de nuestra estrella. Es nuestra, por ser subordinados. William Shakespeare escribió esto, como saben, y en sus escritos se ve claramente que supo usar en su vida el poder interior. Se elevó por encima de los seres vulgares, y se ganó un lugar inmortal en la literatura, gracias a su confianza en el poder creador de su interior. Sí, usted tiene la culpa si no es lo que usted quiere ser, y no se halla donde querría estar. Si usted es tímido, atrasado, rutinario y subordinado, la culpa es suya. 

¡Cúlpese a usted! Cambie de sistema. No apunte bajo, sino alto. Dedíquese a imaginar lo que realmente quiere y todo le saldrá bien.

Advierta que el pensamiento puede operar en sentido contrario. Se puede ir hacia atrás, mediante un pensamiento erróneo, igual que se puede ir adelante, por un pensamiento acertado.

Esta clase de pensamiento erróneo ha traído depresiones y puede traerlas de nuevo. Si el hombre se asusta, si hay un número suficiente de individuos que sufren la obsesión del miedo y de la codicia, si la psicología de la escasez domina la Tierra, si gran número de personas se hacen demasiado exigentes, o se mueven con demasiada fuerza en un sentido, los mercados se alteran, y la economía mundial puede verse afectada.

Usted sabe que cuando está deprimido tiende a deprimir a los que están a su alrededor.

Cuando cae el barómetro, es signo de tormenta. Una boca de ángulos caídos conduce a muchas negativas. No lleve sus penas con usted. Nadie quiere compartirlas con usted. La gente tiene ya bastantes penas propias.

DEJEN DE LAMENTARSE

Imagínense haciendo un paquetito con todas sus preocupaciones y dejándolo a un lado del camino. Aun mejor, tírenlo por un puente para que la corriente se lo lleve y no vuelvan a verlo más.

Ustedes dicen: "¡Pero eso no se puede hacer!", y yo respondo: "¿Les ayuda a ustedes a resolver sus dolores de cabeza el dejarse abrumar por ellos?"

¡Incorpórense! Es imposible producir una buena impresión en los demás, el atraer las cosas buenas, cuando uno vacila bajo un peso de cosas que han sucedido ya, que no pueden arreglarse ya, y que no pueden arreglarse con lamentos.

Si las preocupaciones tuvieran el poder de resolver un problema, yo me preocuparía las veinticuatro horas del día, y les pediría que me ayudasen. Pero, desgraciadamente, las preocupaciones sólo multiplican los problemas.

Si ponemos en fila todas las preocupaciones crónicas del mundo llegarían hasta la luna.

Habrán visto a muchos hombres y mujeres que parece que van a echarse a llorar de un momento a otro. Pertenecen a la Funeraria.

Todo cuanto les sucede es malo o va ser malo. Han perdido temporalmente la capacidad de ver lo bueno en algo. No pueden disfrutar del presente, porque se están lamentando del pasado y temen al porvenir.

Uno de los hombres más sabios que he conocido, un hombre de gran desarrollo mental y espiritual, me dijo: "No olvide jamás que la vida es un asunto individual. Por mucho que desee a veces hacer responsables a los demás de sus pensamientos y sus actos, o escapar de las consecuencias de ciertas experiencias que se han tenido, uno vive en un mundo de causa y efecto —en un mundo donde nada ocurre realmente por accidente— y la persona establece las causas mediante sus pensamientos, buenos o malos, de las cosas que han de sucederle".

Yo he comprobado esto, una y otra vez, en mi propia vida, y lo mismo les habrá ocurrido a ustedes, si es que quieren reconocerlo. Pero cuando yo les he dicho esto a algunas personas, me han respondido: "Ese es un pensamiento terrible. ¿Quiere decir que yo he atraído el fracaso, la mala economía, la mala salud, la pérdida de los amigos, la infelicidad...?"

Y cuando yo les decía: "Sí, si eso les ha ocurrido no deben culpar más que a ustedes mismos", ellos contestaban: "¡Pero si nosotros no hemos imaginado eso!"

Quizás no lo hicieron... directamente. No se imaginaron fracasados, sin dinero, padeciendo una crisis nerviosa, haciéndose impopulares, perdiendo los amigos, acabando desdichadamente. Pero sus actitudes mentales se expresaban en estos pensamientos:
 
¿Quién diría que esto iba a ocurrirme a mí? ¡Es inútil...! ¡No puedo hacerlo! No quiero verlos... sé que no me van a gustar. ¡Qué mala suerte tengo!, siempre me pasan cosas malas. Me siento tan mal que querría morir. Voy a la quiebra, esto no tiene remedio. Sí, hoy me siento bastante bien... pero esto no quiere decir nada, Mañana, probablemente me sentiré peor.

¿No son éstas unas sugerencias maravillosas? ¿Pueden estos mismos pensamientos atraer algo bueno?

Por el contrario, esta clase de pensamientos no puede traer más que un resultado. Sin embargo, muchos de nosotros, negligentemente, en momentos de depresión emocional, expresamos esos pensamientos, y luego nos extrañamos de que nos ocurran tantas cosas malas.

¡PREPÁRENSE PARA AFRONTAR LO QUE SEA!

Por lo tanto, hagan inventario de sus prendas. Estamos viviendo, como saben, en una época terrible, en una época asombrosa. Para los que no tienen la mente preparada, ésta es una época aterradora y turbadora.

El tempo de la vida y de los acontecimientos aumenta grandemente. Las cosas se desarrollan a una velocidad mayor de lo que puede captar la mente humana. Y se preparan acontecimientos aún más asombrosos. Muchas cosas que se consideraban imposibles hace unos años, se han logrado ya. De ahora en adelante puede ocurrir cualquier cosa, ¡y probablemente ocurrirá! Hay que acostumbrarse a estar mentalmente alerta, a mantener el cerebro despierto, a trabar contacto con el poder creador interior,
de modo que uno pueda adaptarse a los cambios que se avecinan; de este modo se tendrá la penetración, la comprensión y el valor para hacerles frente.

Hay que aprender a percibir la realidad —a aceptar lo que atrae a su experiencia pasada, a su razón y a su intuición—, y a reservarse el juicio de todas las cosas que no son familiares, hasta que se hayan comprobado personalmente.

No es bastante aprender las leyes de la mente. Hay que aprender a usar la mente de acuerdo con dichas leyes.

Ya conocen el antiguo adagio: "La fe sin la acción no sirve".

Tiene que trabajar en sí mismo si quiere desarrollar el poder creador interior, de modo que pueda hacer lo que está haciendo para otros.

Los triunfadores del mundo son los que saben imaginar, los que saben eliminar sus miedos y sus preocupaciones, los que saben permanecer interiormente tranquilos, cualesquiera que sean las circunstancias, y asumir una actitud mental positiva, y conservar la estabilidad emocional durante las tensiones. Esta debería ser su finalidad en la vida. Será su única guía y protección en el vertiginoso mundo actual.

¡ABANDONEN TODO PENSAMIENTO LIMITADO!

Preparen ahora su mente, poniendo a un lado todo pensamiento limitado. Nunca vuelvan a decir que hay algo imposible, por imposible que pueda parecer por un momento. No se restrinjan ni pongan cerrojos a su mente mediante un pensamiento estrecho y prejuzgado. Libren su conciencia de sentimientos de resentimiento, antagonismo, odio y semejantes reacciones emocionales hacia los demás. Esta clase de pensamientos impiden pensar con rectitud, tener la perspectiva adecuada hacia uno y hacia los demás. Impiden su progreso, y evitan que el poder creador actúe a través de ustedes.

Ustedes pueden vencer los efectos que el pensamiento erróneo ha producido. Pero, para ello, tienen que obtener su control emocional; tienen que aprender a descansar físicamente, a mantener pasiva la mente consciente, y a imaginar claramente lo que desean. Tienen que aprender a librarse de los malos efectos que los pasados errores tienen sobre ustedes.

Las cosas semejantes se atraen (tap-tap-tap, vuelvo a repetir esto), lo bueno atrae lo bueno, y lo malo lo malo. Es una cosa bien sencilla, pero uno no puede enderezarse, sin enfrentarse con el pasado.

Hay hombres y mujeres que me dicen: "¡Pero si yo estoy tratando de olvidar mi pasado!"

Ay, la mente no opera así. Lo que pasa a la conciencia permanece hasta que mediante un acto de reconocimiento, resolución y voluntad, se cambia el cuadro.

¿Cuántas veces no se preocupan por algo que dice alguna persona?

Ustedes van acumulando en su cerebro el cuadro de cada incidente y sentimiento.

Cuando piensan en dicha persona, ustedes evocan hacia ella los mismos sentimientos, hasta que los hayan vencido. Si no los cambian, existen como irritaciones en la conciencia. Las irritaciones tienen a su debido tiempo un reflejo, alterando el estado físico, o determinando malas experiencias humanas. ¿Quieren evitar que estas pasadas irritaciones produzcan alteraciones semejantes en el futuro? Entonces tienen que apresurarse a borrarlas de su conciencia.

¡DEJEN DE ENGAÑARSE!

Tienen que hacer su propio análisis. Ustedes se conocen mejor de lo que ningún amigo o pariente pueden conocerles, Ustedes pueden haber logrado ocultar sus sentimientos y pensamientos a los demás; pero en lo profundo de su ser, ustedes saben cuáles son los sentimientos que abrigan hacia los demás. Si estos sentimientos y pensamientos no son buenos, ¡apresúrense a hacerlos buenos! Perdonen a los demás lo que les hayan hecho.

Reconozcan la culpa que han tenido. No guarden rencores ni resentimientos. Estos envenenan la mente y el cuerpo, alterando la composición química del organismo, haciéndolo susceptible a toda clase de enfermedades. Los médicos atribuyen ahora estados como el artritismo, el reumatismo, algunas formas de epilepsia, y otras varias enfermedades, a perturbaciones nerviosas y emocionales. Se ha visto que muchos enfermos de cáncer retardan el avance de la enfermedad si dominan sus emociones y
mantienen una actitud optimista hacia su enfermedad.

"Ese algo" de la mente tiene un poder ilimitado —para vencer, curar, crear y atraer—, una vez que se ha aprendido a usarlo.

El desarrollo de dicho poder depende de cada uno. ¿Están dispuestos a hacer el esfuerzo? Si lo están vengan conmigo, de capítulo en capítulo, estudiando, aplicando...estudiando y aplicando, y cuando lleguemos juntos al final del viaje, tendrán la respuesta a sus problemas, y seguirán su camino triunfal... solos.


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